En principio, pues, las colas parecen justas: quien llega de primero es atendido en ese
mismo orden; pero la manera como son instrumentadas demuestra desorganización e
infuncionalidad. Se pierde mucho tiempo
necesario para el país en este momento de reconstrucción republicana.
Las colas, vistas de otro modo, pueden convertirse en un recurso para
generar empleo y hacer realidad el
sentimiento de solidaridad tantas veces invocado por el Presidente. Veamos:
1. En todas
las parroquias serían creadas “gestorías populares”, constituidas por personas
de la tercera edad en condiciones de trabajar con holgura, dos o tres horas
diarias, en una especie de voluntariado social que aligere los procedimientos
burocráticos de prefecturas, alcaldías, notarías, bancos populares, oficinas de
identificación y todo tipo de permisología.
2. Dichas
gestorías serían receptoras de las solicitudes de los parroquianos y
diariamente llevarían a las sedes administrativas pertinentes los planteamientos
de la ciudadanía.
3. Grupos
de jóvenes integrantes de una Misión, que podría ser
4. Aparte
de dignificar los procedimientos administrativos, tal modalidad incidiría en el
fortalecimiento del espíritu fraternal y
solidario necesario en todo proceso revolucionario y combatiría la corrupción
que aún persiste en un “mercado negro” de gestores y burócratas que están enquistados
en la administración pública con la misma mentalidad cuartorepublicana y la
complicidad de algunos dirigentes políticos oficialistas.
Barquisimeto, 06 de Julio de 2006