Evidentemente el hecho más relevante de la semana en el plano político ha sido la expulsión del camarada Luis Tascón de las filas del Partido Socialista Unido de Venezuela. Según declaraciones del Gobernador Diosdado Cabello a causa de ser un “peón del imperio”.
En el marco de la disputa, el Comandante y líder del proceso se presenta en la asamblea del PSUV y hace un llamado a la “unidad”. El resultado de la asamblea es la expulsión por “unanimidad” de Tascón.
En primer lugar declarar públicamente que el partido ha decidido por “unanimidad” la expulsión de Tascón es una afirmación tan temeraria como absurda, comenzando por el hecho de que la Asamblea de Delegados no es la militancia en pleno del PSUV, y continuando con el hecho de que esta decisión no fue consultada con la base. ¿En que batallón se convoco a reuniones para debatir sobre la posición en torno a Tascón y su denuncia? ¿Si no fue así quien tomo la decisión? ¿El PSUV en pleno? ¿Es decir que el PSUV en pleno son los delgados y no la base? Argumentos como este de la “unanimidad” lo que hacen es brindarle elementos a la derecha para que se burle del proceso y coloque en evidencia nuestras debilidades en sus “medios” de comunicación.
Pero la realidad es que la expulsión de Tascón ha sido -como siempre hasta ahora- una decisión inconsulta con la base, y peor aun, una decisión que signa un precedente sumamente peligroso y que nos hace recordar los agravios innecesarios contra Walter Martínez también por realizar una denuncia contra un funcionario del Estado.
¿Por qué un funcionario público ha de entender como ataque el que se le solicite que explique hechos que no están claros en alguna gestión suya dentro del aparato del Estado? Y ahora que me acuerdo ¿Por qué la Asamblea Nacional tarda tanto en aprobar el proyecto de Ley de Contraloría Social?
¿Si expulsan a un diputado de la trayectoria de Tascón por solicitar una investigación contra un funcionario publico que se supone que nos espera a nosotros militantes de base de este proceso si llegáramos descubrir algún hecho de corrupción en el aparato del Estado?
El Comandante ha llamado a la autocrítica del proceso y a la denuncia de la corrupción. Pero evidentemente, si cada vez que alguien haga una denuncia ese será el resultado estamos enviando mensajes en contrasentido que definitivamente terminaran por silenciar la crítica interna. Y si en algo estoy de acuerdo -creo que por primera vez- con el reformista Heinz Dietrich es precisamente en que la falta de autocrítica está carcomiendo gravemente al proceso. Falta de autocrítica desplegada en su máxima expresión en la red estadal de radio y tv, porque todos sabemos que Venezuela no es el infierno terrorífico que pintan en Globovisión pero tampoco es el Paraíso terrenal que pintan en los medios del Estado y en el -absolutamente pro institucional- diario Vea.
Esta es la compleja lucha del verdadero revolucionario: por un lado contra el Imperio y su formidable red trasnacional de radio-televisión y mass-media que aliena y controla la mente de millones; y por el otro contra la derecha interna que -ya sea con conciencia de ello o no- está atacando al proceso por dentro desplegando sus praxis capitalistas cuarto-republicanas.
Comandante Hugo Chávez eres nuestro líder y conductor del proceso. Millones en Venezuela y el mundo te admiramos por tu valor y entereza. Este proceso no hubiese llegado a este punto si tú no estuvieras presente. Gracias a ti hoy tenemos -por vez primera- la posibilidad real de ser libres, y eso hace que seas tú quien conduzca nuestro accionar político.
Pero no nos pidas “unidad” ciega con la derecha interna. No nos pidas que guardemos silencio ante lo que todo el mundo sabe. No pidas que en nombre de la “unidad” se silencien las críticas internas porque sin ellas este proceso se encaminaría hacia un inevitable naufragio.
¿Unidad? ¡Si! Pero entre los actores revolucionarios que hacen vida en el proceso. No con la derecha, ni con la oligarquía, ni con los corruptos, burócratas, politiqueros y los anti-socialistas… con ellos el Movimiento Popular no debe ni puede conciliar ninguna “unidad”. La única unidad posible es toda aquella que gire en torno a la construcción del Socialismo y al Poder Popular.
Lo peor de todo, es que si la derecha, tanto interna como externa logran su objetivo -que no es otro sino detener el avance del Socialismo- y este proceso se cae, ellos, los burócratas y corruptos chupamedias del presidente son los primeros que agarraran toda su riqueza y se largaran de este país emigrando hacia alguna nación del “primer mundo”, dejándonos a nosotros los militantes del proceso en el peor de los escenarios posibles: por un lado perseguidos de un hipotético gobierno servil al imperio y por el otro con la dificultad para convencer nuevamente a la gente porque todo lo relativo al proceso será vinculado a corrupción y burocracia gracias al lavado de cerebro de los “medios” y a la cierta reproducción de la praxis burguesa-cuartorepublicana desarrollada por estos burócratas corruptos a la vista publica de todo el pueblo.
Por ultimo creo la afirmación del Gobernador Diosdado amerita una respuesta: No es un peón del imperio quien denuncia algún posible ilícito cometido por algún funcionario dentro del aparato del Estado, sino quien estando dentro del mismo se dedica a reproducir las mismas practicas polítiqueras que se desarrollaron bajo el velo de la cuarta republica: la corrupción, la burocracia, el amiguismo, el chanchullo y la matraca.
Y que quede claro que nadie puede acusar al gobernador ni a su hermano de haber cometido un acto ilícito dentro del aparato del Estado, pero Si es nuestro derecho como pueblo y nuestro deber como revolucionarios solicitar que se investigue no solo a usted y a su hermano, si no a todo funcionario publico que ostente elevados cargos dentro de la administración publica -incluyendo a Tascón-, solo de esta manera lograremos saber quien es en realidad un peón del imperio.
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