La crítica y la denuncia

Siempre he considerado que la crítica revolucionaria no sólo es un deber sino una necesidad imprescindible. Si dentro del proceso revolucionario no existe esta crítica, éste se transforma en uno más, entre tantas variedades de poder, de los que reprimen al hombre como parte de una sociedad que se va deteriorando progresivamente hasta llegar a su final.

La historia está llena de ejemplos al respecto, son muchos y no alcanzaría ni el tiempo ni el espacio para poderlos detallar en este momento.

La denuncia en nuestro país es preocupante, hay muchas sobre los medios de comunicación privados que actúan como apátridas, otras sobre la inseguridad que se mantiene persistentemente o sobre el abuso de poder etc. etc. Hay muchas denuncias serias pero no encuentran eco y la disposición para resolver los problemas seriamente, parece no existir.

Es cierto que la famosa corrupción, es una de las causas que limitan las soluciones para resolver los problemas de la comunidad satisfactoriamente, lo que sucede es que hay una cierta complicidad dentro de las esferas del gobierno y un temor para enfrentarlos con suficiente autoridad. Se cometen disparates y desaciertos que han podido ser controlados antes de producir daños de importancia.

Dentro de las denuncias se presentan casos que van desde lo más simple a lo más complejo. Recuerdo uno de ellos referido a un famoso hueco causado por una canalización de una calle en un barrio de la ciudad. La situación llegó a tal extremo que todo el mundo se quejaba en el lugar, sin embargo aquello que pudo tener una solución inmediata, duro meses para que se pudiera rellenar el hueco.

El hecho es que esto ocurrió, como ocurre con frecuencia en Venezuela, en uno de los llamados países socialistas de entonces. En la vieja Europa.

La crítica más que procedente por esa anormalidad, no era permitida ni aceptada por ningún camarada en el poder, pues según sus criterios, no existían argumentos “validos” que la pudieran justificarla.

El Estado tenía otras cosas más importantes que atender.

He allí una respuesta anodina para tratar de justificar lo injustificable.

Pero... ¿Por qué estas cosas pueden suceder en nuestro país? La respuesta es inmediata:

---- Falta de una buena ingeniería y planificación.

---- Falta de recursos humanos o monetarios.

---- Falta de previsión ante cualquier eventualidad o caso fortuito.

Ahora bien, no sólo se requiere terminar un trabajo a tiempo, sino también concluirlo bien, como debe ser, ajustado a sus normas de calidad y de construcción.


Sin embargo, hay un detalle sumamente importante que es: la buena inspección del trabajo que se ejecuta. Una buena inspección por parte del Estado requiere al menos de:

--- Personal capacitado para la inspección.

--- Control de la calidad de materiales a ser usados.

--- Moral y ética revolucionaria por parte de los inspectores.

--- Una remuneración monetaria suficiente y acorde con las responsabilidades de la inspección.

--- Aplicación de penalizaciones de acuerdo con la infracción cometida, al inspector o al contratista según el caso.

Sólo de esta manera puede ser controlado el virus de la corrupción.

No hay que olvidar que la corrupción TUMBA gobiernos y la mezquindad oficial ayuda a que esta se materialice.

De igual manera como en el caso del hueco, se tienen que aplicar los mismos principios en el caso de asfaltados de calles, carreteras o avenidas en todo el país.

Señalo este aspecto en particular, por ser sumamente frecuente el mal asfaltado de nuestras vías de comunicación que a la postre se llenan de huecos.

Las críticas, lamentablemente en su gran mayoría no tiene oídos que la recojan y se hace francamente estéril, necesita de un algo más que la acompañe.

Sabían ustedes que hace más de cuatro años, los indígenas Yukpas, en la Sierra de Perija del Estado Zulia, pidieron a las autoridades gubernamentales, una demarcación de sus tierras que habían sido invadidas por ganaderos y cuatreros con el apoyo del sicariato, local o importado.

En una ocasión se les quemaron sus casas de habitación y más luego se les destruyeron su escuela bolivariana y hasta un centro medico de cuidado para la población.

El clímax de estos atropellos, llega con el vil asesinato a palos del padre del cacique Yukpa Sabino Romero en el pasado mes de Julio. Parece ser que todo el mundo en la Comuna, sabe quienes son los autores materiales e intelectuales del crimen, pero, parece ser también, que los únicos que no se han enterado son las autoridades del gobierno bolivariano.

Muy triste fue la declaración del ministro “popular” de interior y justicia, cuando catalogó a los hechos que aún se suscitan en esas tierras, como un problema limitado a unas 300 familias, en un área donde habitan más de 7000 personas. ¿Por qué se banaliza el problema? ¿Será que hay oscuros intereses entre bastidores?.

El asesinato es parte de un problema de fondo que se remonta a varios años sin solución. No se puede minimizar.

Esperemos que ahora se le de más seriedad al problema, se les de protección a los indígenas por parte del ejercito, que no los atropellen y que de una vez por todas se haga una correcta demarcación de sus tierras

Siempre he considerado, al igual que otros ciudadanos, como algo necesario la creación de comandos del ejército para proteger la vida y el trabajo de nuestros campesinos y, defenderlos de la delincuencia organizada. Esto no se ha hecho. Consecuencia: hay más de 200 dirigentes campesinos asesinados y no hay ningún capo mafioso tras las rejas que se sepa.

¿Qué es lo que pasa? Mucho pueblo sabe quienes son estos forajidos, menos el gobierno socialista de la República Bolivariana de Venezuela. Lo único que es seguro, es que de esta manera se le está matando la esperanza y la credibilidad al pueblo a nivel nacional. ¿Será esto conveniente?.

Me voy a permitir tocar otro tema al que considero de mucho interés para todos los habitantes de la ciudad capital.

Nunca he sido partidario de la reubicación o mantenimiento de familias en los cerros que circundan la Ciudad, sobre todo por las condiciones infrahumanas que allí existen; tampoco lo he sido cuando he tocado el tema de los teleféricos hacia los cerros, por considerar que es un beneficio de carácter temporal que a la larga podría llegar a ser contraproducente para la misma comunidad. Mucho de esto depende de la eliminación de ranchos que no ofrecen una vida digna al habitante, del control eficaz del tráfico de drogas y del vicio en general, de las condiciones de movilidad de las personas en ese ambiente, de la seguridad personal etc. etc.

Mil veces preferible es la fundación de ciudades satélites bien planificadas con todos los servicios necesarios para aceptar las familias provenientes de esos cerros.

Son estas ciudades satélites las que permitirán al ciudadano un mejor Standard de vida, cambiando su modus vivendi y su manera de pensar para integrarse a un trabajo productivo.

Es allí donde sus hijos podrán movilizarse con mayor libertad y menos peligro, no se verán asechados por la droga y el vicio. En los terrenos desalojados, se podrían sembrar árboles, crear parques y caminerías y así la ciudad respiraría con nuevos aires, sin tanta toxicidad y se podrían además controlar las aguas de lluvia evitando las serias inundaciones que hoy se producen.

No es una utopía lo que se plantea, es un algo posible. Claro está que este programa no se podría aplicar en todos los barrios de Caracas simultáneamente, se iría por partes y se le iría cambiando poco a poco el rostro a la Ciudad, algo que pide a gritos ante tanta negligencia..

¿Qué pasó con la proposición China de terracear y construir viviendas en esos cerros?. A veces tengo la impresión de que se habla y se ofrece mucho y no se hace nada.

Sabían ustedes que en la mayoría de las capitales del mundo se han creado las llamadas vías perimetrales para preservarlas del transito pesado y aminorar los embotellamientos producidos por el exceso de vehículos. Pues bien, se hace pertinente señalar una vez más, la urgente necesidad de abrir una vía alterna por los valles del Tuy, para el tráfico pesado de gandolas y camiones que va de Oriente a Occidente y viceversa, evitando de esa manera que se realice a través de la Ciudad de Caracas.

No hay que olvidar que la crítica puede ser también portadora de una denuncia. Sin embargo, hay que aclarar que la denuncia en si, se hace inoperante cuando es burlada y desviada de su propio contenido.

Ante tal situación, mil veces ocurrida, se hace indispensable que los Consejos Comunales y por ende la Comunidad, tengan la potestad de acudir a la justicia para iniciar juicios pertinentes en contra de los delincuentes.

Dicha delincuencia puede tener carácter oficial como en el caso de alcaldes y gobernadores que manejan los dineros del estado a su propia conveniencia, o privada como es el caso de los contratistas, que previo un adelanto en bolívares sobre el monto requerido para ejecutar una obra, desaparecen y no la ejecutan o cuando la ejecutan, utilizan materiales de baja calidad para aumentar sus ganancias particulares en detrimento de la colectividad.

Saben ustedes que nunca o casi nunca estos delincuentes son penalizados. ¿Cómo les parece?


alexriver870@hotmail.com




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Alex Rivero


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