A esta pregunta-propuesta nos ha llevado poco a poco ese importante grupo de venezolanas y venezolanos que conforman la oposición, pero que en algún momento, cuando eran muy pocos y Ledezma para no medirse en ninguna elección decía “vamos a abstenernos”, se ganaron el remoquete de escuálidos. Tan bien cayó el término, tan de uso común lo convirtió el camarada Chávez, que hoy cuando son bastantes seguimos usando la palabrita: escuálidos. A veces, cuando a algún chavista se le sube la calentera a la azotea, la vaina se extiende a “escuálidos de mi…”. Pero no, en este caso nos estancamos en escuálidos.
Volvemos al tema. Escribía que la pregunta-propuesta me la han inspirado los escuálidos por su manera de comportarse ante los acusados de delincuentes por el Estado. Todo bicho que aparece implicado en un asunto oscuro, ilegal y delictivo, de inmediato los escuálidos salen a defenderlo, argumentando que se tratada de una maluqueza del gobierno. Cuestión que ha llevado a que hasta un choro cualquiera, de esos que se roban una cartera mal parada, al ser atrapados de inmediato se declaran perseguidos políticos. Y no falta de inmediato un artículo de Teodoro denunciando el atropello chavista.
Uno de los casos típicos y de moda es Ismael García. En cualquier reunión o tertulia sobraban escuálidos que hablaban de las miles y miles de hectáreas que este individuo acumulaba en aquellos tiempos en que se retrataba con Chávez. En el caso del estado Falcón, los dirigentes del escualidismo hablaban de tierras que no tenían fin, en manos de capo de Podemos.
Desde que Ismael retornó al lugar que le corresponde en el escualidismo, ha sido transformado en una especie de santo, en ejemplo de ética.
Algo igual pasó con Baduel; sólo que empezaron con el bullicio, pero pararon la rochelita cuando sacaron cuentas y vieron que el exministro de Defensa en la calle era un precandidato seguro, con bastante chance de sumar a los chavistas disgustados con Chávez y a los escuálidos cansados de desgastados líderes. Así que mejor le echaron tierrita y lo olvidaron.
En esta conducta no se salvan ni los acusados, juzgados y condenados como un excomisario a quien apodan “Mazuco”, convertido en una especie de héroe por la prensa escuálida. También en héroe quisieron convertir a un personaje acusado de narcotráfico, que fue atrapado en Colombia y es acusado desde los Estados Unidos.
A raíz de la publicación de una lista donde aparecen cuatro venezolanos que los gringos vinculan a la guerrilla y el narcotráfico, a los escuálidos les ha dado por declarar que los cinco funcionarios policiales atrapados en el estado Falcón con un cargamento de droga son inocentes y que los culpables son otros. Así de fácil, sin presentar pruebas, sin esgrimir argumentos.
El colmo está en lo que finalmente inspiró mi pregunta-propuesta y esta nota. Acabo de ver a un ciudadano anunciar que en Coro van a protestar porque en ese asunto de la avioneta llena de droga hay más de cinco implicados, por lo tanto ellos quieren otros presos.
No dicen ni quienes serían esos implicados, ni qué pruebas los señalan. Sólo que a ellos les da la gana que sean más de cinco.
Bueno, dignas autoridades, cuando se cometa un delito llamen a los escuálidos y pregúnteles: ¿a quién encanamos? Así nos evitamos rollos.