Hay algo que no entiendo, y me imagino que no soy el único en esto, no me entra en la cabeza. Estaba escuchando la sesión de la Asamblea Nacional de esta mañana, la cual encontré muy buena, donde se habló de los cientos de mártires Revolucionarios, asesinados, torturados y desaparecidos por los bárbaros psicópatas de la cuarta república, torturadores y asesinos profesionales, por supuesto entrenados y dirigidos por el imperio criminal estadounidense.
Lo que más me gustó es que cada Revolucionario que se expresó sobre esta triste y cruel realidad, se aseguraron de repetir de manera contundente que nosotros los Revolucionarios y Revolucionarias, y el Pueblo NUNCA olvidaremos ni perdonaremos estas barbaridades, y que nunca habrá reconciliación o indulto en esta materia – y que los que todavía andan por allí, esos criminales culpables de estas atrocidades tendrán que pagar sus condenas. No habrá perdón alguno y nunca volverán.
Creo que en esto estamos todos de acuerdo. No es lógico decirle a un torturador, “Vaya en paz, te perdonamos por haber descuartizado a nuestro camarada, o por haberle electrocutado las bolas y el culo, o por haberle quitado las uñas y haberle quebrado los dedos, y por haberle forzado a comer mierda y orine durante 5 días seguidos. También te perdonamos por haber violado a nuestras camaradas, y por haberles metido objetos contundentes dentro de sus vaginas y sus culos. Te perdonamos, porque sabemos que no lo quisiste hacer, y sabemos que no te gustó hacerlo – sabemos que eres una ser humano igual a todos los demás, normal, solo un poco desviado. Te perdonamos, y vaya en paz.”
Tal vez que entendí mal, pero cuando el cura presente habló, dijo algo como, “Y que Dios les tenga misericordia a aquellos que cometieron estas barbaridades,” me pregunté, ¿en qué mundo vive este cura? Me imagino que sus intenciones fueron buenas y dignas, así como cuando Jesucristo dijo, mientras que moría torturado en la cruz, algo como, “Perdónenles porque no saben lo que están haciendo.”
¿Será entonces que San Pedro, en el momento que estos torturadores se presenten frente a las puertas doradas del Cielo, les diga, “Ah, sí, bienvenidos, ya sabemos quienes son, aquí les tenemos unas habitaciones con aire acondicionado que compartirán con los que ustedes torturaron, o con lo que queda de sus cuerpos mutilados. Allí también viven sus familiares con los cuales podrán jugar dominó y bolas criollas- aquí todo se perdona. Bienvenidos al Cielo!”
Si esto es el Cielo, ¿donde está el infierno?
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