Debo confesar que no me siento nada bien al enterarme del asesinato del cacique Sabino Romero; pues el camarada se cansó de pedir auxilio y no se le protegió, y las causas de este “mea culpa” son muchas; pues si debemos reconocer que en este asunto ha habido quienes lucharon y lucharán a futuro y estos son los protagonistas y victimas a la vez, es decir los mismos Yucpas; mejor ejemplo que el del mismo Sabino y su gente no hay; al igual que han luchado a brazo partido el profesor Lusbi Portillo y su gente de homo et natura así como muchos colectivos sociales, quienes seguramente han sentido el helado frío de la muerte cerca; ya que los enemigos y asesinos no son únicamente los sicarios y ganaderos de la zona; son de igual manera responsables de estas muertes y despojos; el famoso general Izquierdo, vagabundo que impidió más de una vez el libre tránsito de los Yucpas y de los colectivos solidarios por la vía a Machiques hacia Perijá, o es de igual forma responsable algún alto jerarca quien ordenó a la guardia nacional impedir el movimiento de los Yucpas hacia Caracas; de igual manera son responsables de estas muertes y violencia los (as) ex ministros (as) y los actuales titulares de asuntos indígenas y demás Ministerios vinculados al caso.
Es también responsable Arias Cárdenas; es responsable la actual Fiscal General de la República, quien salió mintiendo en rueda de prensa sobre la supuesta seguridad que “y que la Fiscalía daba a Sabino y este la rehuía”; son responsables tanto la anterior como la actual defensora de los derechos humanos – que no sabemos quién la colocó en el puesto, pues no defiende a nadie y hasta bien entrado el gobierno de Chávez estaba en la oposición; es responsable la Asamblea Nacional, es responsable.
El Tribunal Supremo de Justicia con su peligrosa y rimbombante Presidenta, quien jamás debió pisar la sede de dicho Tribunal; son responsables las transnacionales de los minerales como el coltan, el carbón y las compradoras de aguas y manantiales; son responsables los medios de comunicación social para quienes Sabino y los Yucpas no existen; somos responsables hasta nosotros mismos por inercia, por solo leer y quejarnos sin actuar, sin tomar la calle; somos
muchos los responsables incluidos muchos zulianos y gente de otros estados que vemos con desprecio al aborigen de estas tierras y así sucesivamente. Es un problema cultural; un problema político, un asunto económico, y hasta de seguridad ciudadana y porque no de seguridad de estado.
Entonces qué hacemos?...nos contestamos con solo pedir justicia; sólo lloramos, sólo nos lamentamos, sólo echamos dedo?
La salida es una sola; es única, sea lo que sea, la única salida es la lucha por varias vías; primero Que sean juzgados y castigados los culpables materiales e intelectuales de esta muerte y de esa angustiante e inacabable situación de inseguridad y hamponato en la frontera con Colombia, específicamente la zona de Perijá, cuya oligarquía gobernante disfruta y hasta colabora para perjudicar a Venezuela. Segundo; luego aplicar todo el peso de la Ley, demarcar las tierras de una buena vez por todas, indemnizar a los parceleros sus bienhechurías, con sus créditos y con la asunción por parte de los Yucpas de sus responsabilidades. Entendido que este es sólo el comienzo; pues es harto conocido que el estado venezolano ha venido paulatinamente perdiendo la autoridad en la zona, por obra y gracia de los planes imperiales, que pasan por crear fronteras peligrosas y más aún si existen fuentes de riqueza y energía, y por obra y gracia de la corrupción de los funcionarios fronterizos y no fronterizos; porque hasta la leche la harina pre cocida, pasta dental, cemento, cabilla, etc, etc se va hacia Colombia por que los militares y demás funcionarios enmafiados nuestros se lucran traicionando su país, su presidente y todo nuestro futuro; porque por allí se expone nuestra sobrevivencia como nación y el futuro de nuestros hijos y nietos, quienes pudieran no tener suelo, es decir, no tener patria.
Concluimos diciendo que la muerte de Sabino, va más allá de su gente, de sus tierras, de su entorno; de su cultura, nos viene siguiendo a todos desde la frontera con nuestro pérfido gobierno hermano de Colombia, que no cesa de ser la punta de lanza de los gringos, el “Caín de América latina”; que la muerte de Sabino tiene que ver con el tráfico de drogas, la pérdida de las tierras por parte de los nacionales venezolanos, la huida del estado y la desaparición de todo rastro de autoridad legítima en la
zona, la aparición de ejércitos particulares (paramilitares- secuestro, vacuna, blanqueo de capitales, muertes, contrabando a gran escala, y pare Ud. de contar); la muerte de Sabino es un golpe a la revolución, es un golpe al hombre que se enfrenta a la adversidad a los molinos de muerte (que no de viento), es una victoria de aquellos que estando coleados en la revolución han contribuido a que nuestro comandante Presidente enferme y que están a su vez al servicio de las transnacionales y en contra de quienes estamos por ahora quietos y lejos de la frontera.
Así que sin que nos duela, hay que destituir y así lo exigimos, ciudadano Vicepresidente Nicolás Maduro, destituir y enjuiciar por ineptos, por insensibles, por deshonestos, por antipatriotas, por flojos, por embusteros, por cabrones de algunos boliburgueses bien posicionados en el gobierno y aliados con empresas de corte privado, y “botar” y enjuiciar a quienes no hicieron nada por impedir esta masacre de los Yucpa de la zona de Perijá en el Zulia que está aún en proceso; y es que nos preguntamos, que va a pasar, peor de los que ya nos está sucediendo; porque con otro gobierno no tengo nada de dudas no tenemos vida, lo que hay es que salir de los traidores y negociantes, corruptos, cuarta republicanos, que son muchos, repetimos involucrados en este grave caso del asedio, persecución y casi exterminio de los Yucpas.
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