Escribo estas líneas, obligado por las terribles circunstancias de enterarme que la camarada Lídice Navas ha tomado la revolucionaria e indeclinable decisión de ir a la huelga de hambre contra la decisión burocrática de eliminar uno de los legados más hermosos que nos dejara nuestro Comandante Infinito, Hugo Chávez Frías, el Banco de Desarrollo de la Mujer. Nuestra ingenuidad, nos llevó a pensar que ello sería posible solo si la derecha fascista asumiera un gobierno de facto; hoy, los hechos nos hablan de una contrarrevolución que se ha instaurado en propias filas, y está allí, infiltrado en nuestro propio Gobierno, ese que nos solicitara nuestro Comandante Infinito apoyar un diciembre de 2012.
Imposible olvidar, aquel 8 de marzo de 2001, en que nuestro Comandante Infinito se dirigiera a los diputados y diputadas del pueblo, en aquella sesión especial en homenaje a a las mujeres de la patria a quienes les expresó: "Me siento comprometido de verdad con la mujer venezolana. Uno desde que abrió los ojos vio mujeres luchando contra la adversidad y a la Elena luchando contra la pobreza para levantar los hijos, para abrir caminos, la vimos llorando, riendo, amando, creando un mundo", así era nuestro Comandante, un feminista convencido y por ello, en aquel memorable discurso nos llamaba a nosotros los hombres, a asumir nuestras responsabilidades: "Hablarle a los hombres de mi país y llamarlos a todos a los que tenemos responsabilidades de Estado, de gobierno, de instituciones, a todos en general. No se justifica, por ejemplo, el alto nivel de mujeres con hijos y al preguntárseles sobre el esposo y el padre del niño, no tiene padre, no existe el padre. Hago un llamado a la responsabilidad de los hombres de Venezuela, que asumamos verdaderamente la responsabilidad que debemos asumir para que seamos hombres en toda la extensión de la palabras". Fue ese día, un 8 de marzo de 2001, en que nuestro Comandante Infinito anunció al país la creación de esa hermosa obra con rostro de mujer: "Hemos decidido crear, ya lo saben, el Banco de la Mujer y aquí tengo el decreto que hoy, en la cadena de esta noche voy a anunciar y a firmar, esta misma noche como homenaje a las mujeres de Venezuela y especialmente a las que más dificultades han enfrentado, a las que cayeron combatiendo, luchando; a las que lloran, a las que paren, a las que sufren, especialmente en honor a ellas que son la inmensa mayoría pero, por supuesto, para todas, pero siempre hay consideraciones especiales cuando se trata de una revolución. Esto va dirigido, especialmente, a las mujeres del pueblo pobre, a las mujeres de las clases populares, a las mujeres de la clase media, a las más necesitadas, a las que fueron marginadas, excluidas". Con una visión y misión de alto contenido social, así era nuestro Comandante Infinito, Hugo Chávez.
Fue con Chávez que en nuestro país, a la mujer se le dio reconocimiento social, se le sacó de las penumbras de la machista cuartarrepública. Además del Banco de Desarrollo de la Mujer, se fueron creando instituciones y leyes que le dieron preponderancia y protagonismo en la vida política de nuestra Nación. A tal punto, que en los gabinetes ministeriales siempre representaron un número importante las mujeres revolucionarias. El Banco de Desarrollo de la Mujer, como se le conoce en palabras de su primera presidenta, como olvidarla, la camarada Nora Castañeda, en su concepción del Banco: "Nuestras mujeres no van al Banco, el Banco va a las comunidades, en las comunidades organiza a las mujeres y a algunos hombres, porque también hay unidades económicas familiares, las organiza y desde allí trabaja para construir una Patria bonita, una Patria solidaria, una Patria fundamentalmente en la cooperación en la ayuda mutua, para nosotras, señor Presidente, ciudadano Presidente, esa sociedad es la sociedad socialista y entonces estamos trabajando por esa sociedad socialista, por la sociedad socialista". No se equivocaba la camarada Nora, porque hablar del Banco de Desarrollo de la Mujer es hablar de Socialismo. Nunca olvidemos que fue a partir de la experiencia del BANMUJER, que nuestro Comandante Infinito desarrolló la idea del Banco Comunal; los microbancos, a quienes concebía como "un poderoso impulso a la democracia revolucionaria, a la democracia participativa rumbo al socialismo", de allí su conclusión determinista: "Sin feminismo no hay Socialismo".
Unimos nuestra voz de rechazo al cierre del Banco de Desarrollo de la Mujer, al quiebre del legado de nuestro Comandante Infinito, Hugo Chávez, ese que construyó junto a mujeres como Lídice Navas, María León, Nora Castañeda y muchos otras más, que allí están, dando su batalla por reivindicar la sociedad de los iguales, el Socialismo Bolivariano. En todo caso, refundarlo como Bando de Desarrollo de la Mujer "Nora Castañeda".
En la misma perspectiva, nos unimos al coro de rechazo a la medida brutal de ajuste al pasaje del transporte público terrestre, decidido unilateralmente por el ministro Luis Sauce y algunas mafias organizadas en el sector transporte. Arranca dicho ajuste, con un excesivo incremento del 108 por ciento en este primer trimestre del año, y entre las novedades que presenta dicha decisión ministerial, está la referida al cobro del pasaje a nuestros adultos y adultas mayores quienes hasta la fecha, gozaban del beneficio de la exoneración. Pues, ahora deberán cancelar el 50 por ciento del pasaje. Esa medida, refleja cuán alejado está el Gobierno del Presidente Maduro de la sensibilidad social que caracterizó la gestión de gobierno de nuestro Comandante Infinito, Hugo Chávez Frías. Significa un punto de inflexión con las políticas de inclusión que hasta la fecha caracterizaron la gestión de gobierno de la Revolución Bolivariana. Muy en particular, ya que fue con la Revolución Bolivariana que se dio la ruptura con aquellas políticas discriminatorias que caracterizaron los gobiernos de AD y Copei, de considerar a las personas mayores como "viejos y viejas inútiles", de 35 años en adelante. Del modelo capitalista, característico de los gobiernos de la cuartarrepública, los llamados adultos mayores como grupo etario, fueron excluidos de los procesos socioproductivos, negándoseles sus derechos humanos al trabajo y a una vida útil. Hoy pareciera reproducirse ese viejo y nefasto modelo, con ese incremento brutal del pasaje, condenando a nuestros adultos y adultas mayores a cancelar el 50 por ciento o quedarse en sus hogares debido a no poder cancelar el brutal pasaje. Se les condena a abstenerse de ser actores activos no solo del proceso socioproductivo, sino de los procesos culturales, de sana relación y convivencia con el resto de la sociedad, al restringírseles las posibilidades de traslado libre y gratuitamente.
Se le atribuye a Fernando Birri, artista polifacético, cubano por demás, fundador de la Escuela Internacional de Cine y Televisión en San Antonio de los Baños, la frase que nos diera motivo a esta nota: "Una revolución que no revoluciona (permanentemente) sus lenguajes, alfabetos, gestos y miradas, involuciona o muere…"