La historia es sabida y resabida amigo Marciano, espero que usted también haya aterrizado en éste planeta y sobre todo en Venezuela. Dice usted en su artículo de fecha 28-02-07 publicado en Aporrea, “Que un diario y un canal de TV hagan llamados abiertos y brutales por el derrocamiento del gobierno legitima y democráticamente constituido...”
Aquí en nuestra querida Venezuela sucede eso y muchas otras cosas más, no hay porque extrañarse, ellos lo hicieron antes y no pasó nada, ni multas ni castigo, por eso lo hacen y lo volverán a hacer. Habrá de nuevo impunidad se pregunta usted, seguro que la habrá mientras el poder judicial sea un bastión de los oposicionistas que sostenido, en estos casos, por la corrupción que es la madre de la impunidad. La realización de juicios limpios y dignificantes para el pueblo venezolano, quien es en definitiva el que carga las mayores decepciones, necesita de una gran voluntad política y un alto grado de honestidad.
Podría ser que la Asamblea Nacional legisle y se le otorgue el poder de de decidir, de acuerdo con sus actuaciones, sobre la permanencia ó no en sus funciones, de los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia ó del poder ciudadano. Sólo así puede existir la probabilidad de que se pueda reducir ó eliminar la corrupción y por ende la impunidad. Hablar, denunciar ó delegar la toma de decisiones sin asumir las debidas responsabilidades, sólo con eso no se resuelve nunca el problema de la injusticia.
Quizás la ley habilitante facilite la implantación de una ley anticorrupción y además la instauración de los tribunales comunitarios, para tratar de evitar al máximo posible la corrupción. Se acuerda usted de las celebres mesas de trabajo que se hicieron con los gobernadores y alcaldes en cada uno de los estados de la República, ¿Cuál fue el resultado final de esas actuaciones? ¿Hay algún balance positivo al respecto? Cuando se desconocen las respuestas con certitud, entonces se crean las dudas y se solventan con la palabra corrupción.
No olvide compatriota que la corrupción es la madre de la impunidad y la impunidad tumba gobiernos. ¿Cuantas revoluciones se han caído en éste mundo por causa de la corrupción? Espero que no nos pase a nosotros lo mismo y se tomen medidas serias en contra de ese flagelo. Ella es el aliado más grande del Imperio y como tal tiene que ser combatida.
Si no hubiese corrupción, los funcionarios públicos, a todos los niveles, tendrían mejor sueldo, los maestros también y las escuelitas no tendrían que pedir contribuciones a los representantes para ser arregladas. Si además se evitan las megacontrataciones con precios alterados y el nocivo manejo de los recursos monetarios del estado, a lo mejor podríamos lograr una mayor entrada de dinero al tesoro nacional que con el aumento del precio de la gasolina.
Bien amigo Marciano, si ya es terráqueo, espero tener el placer de algún día conocerle.
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