¡Cordial saludo, camarada! Esto para mis compatriotas lectores y opinadores. Mientras tengamos salud y un hálito de vida continuaremos acá. Bueno, y un saludo al ministro Tareck, extensivo a todo su dinámico equipo.
Aun cuando esta tribuna de guerra de la opinión, Aporrea, es de máximo interés político, a veces para descargas emocionales, revolucionarias aunque individuales las más, me permito, queridos compatriotas, continuar con algunas propuestas -espero que sean varias en varios artículos- para que las analicen y las corrijan, las enriquezcan o las rechacen, a ver si contribuimos un poco con la acción de nuestro Presidente y máximo líder, Hugo Chávez.
La semana pasada sometí unas a tu consideración y a la del ministro Jesse Chacón. Desconozco si en el ministerio las leyeron.
Insisto en que está fallando la comunicación. No tanto por no hallar eco en mis opiniones, claro, sino por las de tantos compatriotas, ah y sin estar en cargos de gobiernos, también deseosos de contribuir con este hermoso proceso inédito de cambios revolucionarios.
El síndrome de la “no respuesta”, que expuse en un artículo sobre el tema, se extiende a todos los organismos públicos, y muchos privados, que no dan respuesta a ninguna de las cartas o comunicaciones que se les envían.
A mí que me gusta pasar todo por escrito no me han dado ninguna respuesta de las Alcaldías, en alguno que otro ministerio bien en sus oficinas regionales y en Caracas. Ni de Pdvsa. Ni de la Gobernación (ni siquiera cuando estuve en funciones como Presidente del Comité estadal de la Vivienda en Anzoátegui).
Que recuerde, además de una falta de consideración, o de respeto, no dar respuesta en un término de 15 días está penalizado pechando los salarios de los funcionarios. Deberíamos, verdaderamente, ponerla en práctica. Un poquito menos de la IV, pues.
Cuando escribí para ver si algún representante de la Asamblea Nacional leía un artículo donde hacía esa observación, me contestó la diputada Aurora Morales con la cordialidad y la personalidad que la caracterizan. Me informó que muchos diputados leen Aporrea. Sin embargo, salvo ella, no me escribió más ninguno.
Me dio los teléfonos de la Comisión de Seguridad Social de la AN ya que mi propuesta trata de contribuir con ese importante aspecto, bien revolucionario por demás. Luego de pasarla al correo que me indicaron, y haber llamado en par de veces, a estas alturas no sé si la leyeron.
Pedí un correo, o el teléfono del camarada Oscar Figuera, quien la preside, a una de las damas a quien también le expliqué mi motivo, y hasta me tomé la libertad de mencionarle que estaba referido por Aurora Morales, me dijo que no atendía los celulares. ¿Y entonces?
La propuesta de hoy, que estoy repitiendo pero con atención al Ministro para que alguien le diga, la considero como un complemento a la acción revolucionaria contra la delincuencia que emprende el gobierno nacional, en especial Tareck, quién por inteligencia y dedicación está resultando tremendo gerente.
Ha conformado un buen equipo. Un gran abrazo. En especial a un combatiente por la seguridad como es el comisario Flores Trosel –que con flores los “destrosel”– dándole duro a todo lo que suene a delincuencia.
Bien. La salud física y mental de gran parte de la vida marginal (más de 40 años de progresiva mala formación) es intolerable, a veces inhumana en cuanto al poder de daño de la droga. Así como existen familias y grupos honorables, trabajadores, gente solidaria, etc., existen grupúsculos (al igual que en zonas no marginales, pero en menor cuantía) que, por razones que todos conocemos, se desincorporaron de la sociedad en cualquiera de sus niveles. Es más, atentan contra ella.
Pues bien, la propuesta tiene que ver con una evaluación psicológica de todos los detenidos, especialmente de menores por su presunta facilidad de recuperación. Ya que en la mayoría de los casos cuando detienen a uno o a varios menores, o jóvenes, luego de algún regaño son dejados en libertad junto a la expresión: “váyanse, pero si los agarramos nuevamente…” ¡Tremenda solución! ¿No?
Sugerimos cambiar el Fichaje por una Evaluación Psicológica empleo para profesionales de esa extraordinaria y olvidada profesión, la Psicología, que hacen funciones de otro tipo, así como promover que se aumente su número y las especializaciones.
Deberá contratarse la figura de “psicólogos de atención permanente” en oficinas de las diversas policías, etc., para evaluar a los delincuentes (especialmente los iniciados).
Atenderlos, tratarlos antes de que progrese su accionar delictivo (ése si sería el fichaje necesario, pero por computadora y para el rescate) en espacios especiales (granjas, haciendas, etc.) para recibir, en las mejores condiciones ambientales y físicas, y espirituales, a los diferentes jóvenes y niños según su evaluación previa y su clasificación, para que sean recuperados. Incluso, adultos recuperables.
Además, cada comunidad conoce sus antisociales. No son denunciados por esa solidaridad popular con la madre quien generalmente vive sola con ellos; solidaridad con la abuela que cría a varios; o bien por miedo. O por convenios para no ser agredidos –¡que se vaya a robá donde viven los ricos!–. Algunos son protegidos por sus padres, bien por no tener más remedio o por complicidad, etc.
En lo personal, una vez me indicaron una vivienda cercana a mi sector de habitación –como muchas– donde venden drogas, especialmente a menores que se hacen delincuentes de primera, muchos casos prolíficos asesinos. Coadyuvan las luchas entre pandillas por dominio de sectores generan las muertes semanales nocturnas y llenan nuestras lamentables estadísticas. Y de toda Latinoamérica.
¿Y saben qué? Y me disculpan. Estuve a metros de la caseta policial y decidí no denunciarla porque el acto social de buena fe podría revertirse contra mi casa, mi carro, contra mi familia.
También meterle el ojo a la nefanda acción de los paramilitares infiltrados que causan daños mayores para crear angustia colectiva.
Un censo hecho por cada comunidad daría la información precisa, por descarte en el desempleo y por el tono colombiano (disculpas a los decentes compatriotas latinoamericanos).
Esta propuesta se apoya en que ahora, por nuestra acción gubernamental revolucionaria y con la progresiva concientización del pueblo y darle poder están organizados y organizándose, y contamos con los Consejos Comunales.
Al poner en marcha esta solución parcial no aparecerían obstáculos ni por parte de los amigos solidarios, ni de las abnegadas madres que sí entregarían a los hijos o parientes delincuentes conociendo que no serán vejados en los antros carcelarios, y seguros de que no serán becarios en esas universidades del delito, aún cuando estén siendo humanizados.
Por el contrario, serán recuperados con afecto, disciplina, amor, en los espacios especiales antes mencionados y con evaluación psicológica permanente. Esta actividad pudiese ser monitoreada por observadores para analizar y velar por su cumplimiento.
Se podría establecer, pienso yo, en alguna región un área piloto para implantar esos espacios de recuperación. Permitirá, entre tantas actividades, desarrollar cultivos, artesanía en general. Que se integrarán en una o varias cooperativas de producción, etc. Desarrollo cultural. Aplicación de las Misiones, etc. Y luego a la vida normal.
Esta semana me enteré en un local de expendio de verduras y frutas que un vehículo jeep negro le mostró un paquete de droga (¿) hallado al frente del local y le tumbaron a ese pobre hombre Bsf. 300,00. Y cuando escuchaba esto con arrechera un joven del local de al lado, comentó que de esa policía metropolitana (PM) de Anzoátegui le aplicaron la misma dosis y le quitaron Bsf. 200, 00 que cargaba de sus ventas del día.
Se deberá recurrir a una exhaustiva evaluación psicológica de todos los policías. Jefes inclusive. Determinará las diversas tendencias, y podrá detectar las delincuenciales.
Mejorar condiciones de vida, de formación integral, política salarial que evite la corrupción, entre ellas el cotidiano martilleo. Hace unos días en una de las permanentes alcabalas que la PM hace solamente diurnas –de noche los hampones y traficantes pueden hacer lo que les venga en gana-, esta vez en pleno mediodía, un joven policía me indicó que me hiciera a un lado y me detuviera. Ya en la puerta me dijo: “podría contribuir con nosotros para comprar un pollito en brasas, pega el hambre parejo”.
¿Cuánto serán sus salarios? ¿Les llevarán comida al sitio? Etc.
Por otra parte, la vigilancia motorizada, vehículos y motos, por ruidos (motores, sirenas, etc.), luces, ponen en alerta a los delincuentes que se dedican a los atracos, asaltos, robos. Inclusive detectan la silenciosa movilización en bicicletas de policías uniformados.
Los delincuentes se esconden, pasan los policías y luego aparecen. Ni pendejos. Saben muy bien su trabajo.
Consideramos que una forma complementaria a las acciones actuales para controlar y atrapar a los delincuentes es utilizando la llamada Inteligencia Policial (preparar agentes) O sea, activar agentes disfrazados (perrocalienteros, heladeros, quiosqueros, mesoneros, etc. -casi como los empleados por la IV para controlar la subversión- interconectados radialmente, y ubicados en las zonas conocidas como de mayor índice de atracos, de venta y consumo de drogas.
Y no hablamos solamente de las barriadas, hablamos de Avenidas, Centros Comerciales, restaurantes, hoteles, Hospitales, etc.
Sistemas de comunicación satelital de radio y cámaras en circuitos cerrados y controlados en autobuses, busetas, porpuestos, taxis, que de manera automática den alertas inmediatas.
FUERA LA CORRUPCIÓN
No se puede dejar por fuera esa situación tan dañina en todos los niveles, policía inclusive. Entronizada en nuestra sociedad como un “binomio de oro”, algunos privados y algunos funcionarios, se arraigó y se formalizó en la IV tanto que se tuetanizó.
Constituye el peor mal ejemplo que se ha extendido a nuestra joven revolución. Ha sido muy debatida, pero…
Estimo que su solución tiene rango constitucional y no debe ser considerada como lema de acción. O sea, que no sólo es un problema de Estado, sino nacional.
Mi propuesta se basa en: Evaluaciones psicológicas de todos los funcionarios para determinar cualquier viso de anormalidad en la personalidad.
NOTA: La consulta profesional de psicólogos debería hacerse con carácter obligatorio y en casi todo el accionar nacional. Por lo menos en tres etapas de nuestra vida. Considero que permitiría conocernos un poco a nosotros mismos y así definir, entre tantos parámetros, una comprensión aproximada de las tendencias desviadas, tales como tendencia a la corrupción o a cualquier otra inclinación delictiva o anormal (en policías, servicio doméstico, empleados en generales, etc.) Representaría una posible alerta preventiva.
Control permanente de la forma de vida de cada funcionario público o privado (o personas en general) más en aquellos que muestren nivel económico de vida con anormalidad, ya que es un indicio de malversación o enriquecimiento ilícito, o extraño.
En los privados servirá para determinar su participación corruptiva (la otra cara de la moneda) Se deberá investigar cómo viven, cómo obtuvieron sus bienes, tantos viajes, etc.
Esto se puede conseguir con apoyo y participación de los Vecinos: “Explica cómo vives opulentamente”
En líneas generales, debería tener carácter retroactivo y aplicado por simple investigación del SENIAT.
La clásica presentación de Declaración de Bienes del funcionario debe extenderse a familiares hasta 3er. grado de consanguinidad. Y chequear a los amigotes.
O del narco-negocio (de pequeños y “grandes lavadores”) que es un problema mundial y nacional tan grave que también pudiese ser considerado de orden constitucional. Todos los bienes incautados invertirlos para mejorar la antidroga. Perros entrenados para institutos educacionales y en espacios y locales de toda índole.
Por cierto, debo felicitar a la GN en Pto. La Cruz ya que iniciaron un proceso de control de equipajes en Ferrys. Tienen grandes fallas pero es un inicio.
¡Patria, Socialismo o Muerte! Y si actuamos responsablemente, solidariamente, unidos y los funcionarios trabajando con eficiencia… ¡Venceremos!