Las críticas y denuncias son un deber procesarlas y tomar decisiones en esta Revolución, de lo contrario se está contribuyendo con la impunidad

Las críticas y denuncias que se hacen alrededor de un “dirigente” o de un “gobernante”, sea este nacional, regional o local, que dice estar con esta Revolución, deben procesarse de manera objetiva con ética, moral y principios, sobre la base del proceso Revolucionario, Bolivariano y Socialista que se vive en Venezuela, para la instauración definitiva de una sociedad igualitaria y justa. El propio Presidente de la República Bolivariana de Venezuela ha insistido muchas veces en la crítica necesaria y en la autocrítica, pero son muchos los que se hacen de la vista gorda, porque no hay nada ni nadie que ponga orden donde existen actuaciones y desviaciones contrarias al proceso, entonces se impone con urgencia que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en el 1er. Congreso Extraordinario a realizarse en Diciembre próximo, apruebe un mecanismo que incluya el nombramiento de un Comité correspondiente con base moral y ética que tenga por objetivo fundamental la defensa del proceso Revolucionario, Bolivariano y Socialista y no la de personas, grupos o tendencias. Las críticas y denuncias no tienen sentido, cuando no se hacen las observaciones y se producen los correctivos pertinentes, para evitar que se continúen cometiendo los mismos errores.

En este proceso revolucionario, quienes ocupan cargos de gobernantes a nivel local, regional o nacional, deben estar expuestos a recibir con humildad las observaciones o críticas que se le hagan a su gestión, corregir lo que sea necesario  en el plano de los intereses de la revolución y no atendiendo los intereses personales o grupales, ya que de no ser así se cae en la ineficacia e ineficiencia del gobierno. Por supuesto que para evitar esto último y contribuir con el fortalecimiento de una gestión revolucionaria, se impone la necesidad de contar con verdaderos representantes y dirigentes revolucionarios del PSUV, dispuestos a contribuir con su actitud revolucionaria, ética y moral a corregir lo que haya que corregir, sin importar la persona o gobernantes como tales. Esto tiene que ser permanente, para que no ocurra lo que ha pasado con la directriz del Cmdte. Chávez y las “3 R”, ya casi nadie se acuerda de ello y al respecto cabe preguntarse: ¿Cuál ha sido, el % de instituciones y gobernantes que hayan aplicado esta línea de acción?, la respuesta está en nuestra base política o del pueblo. Gente del pueblo o de la base del partido dice: Yo critico a “X” gobernante porque se han hecho denuncias respecto a “Y” situaciones y no se toman decisiones, el problema o los problemas continúan y la impunidad aumenta. En este punto, quiero relacionar la crítica con la denuncia, porque muchas veces se han hecho planteamientos sobre denuncias a funcionarios o dirigentes, que no se concretan en investigaciones objetivas y que mucho menos se obtiene resultados cualesquiera que sea.

Con mucha frecuencia, cuando algún Ministro o Dirigente Nacional visita la provincia, más de uno se ha esmerado por presentarle algún escrito relacionado con un hecho negativo de algún funcionario local o gobernante, a veces hasta planteamientos verbales sobre problemas de corrupción que se comentan a vox populi, sin embargo “el denunciante” observa a posterior que las cosas continúan igual o peor, entonces se produce como consecuencia en muchos decepción y frustración. Otras veces al denunciante de algo, se le insta a que presente pruebas. La contraloría social o contraloría política, o la contraloría social y política no funcionan como debería funcionar y esto tiene que ver con supuestos hechos que ocurren, pero que carecen de pruebas, como el caso del gobernante que a través de un funcionario y/o testaferro cobra el 10% a comerciantes o prestadores de servicio, todo el mundo lo sabe y que como consecuencia alguien con nombre y apellido se está enriqueciendo.

Entonces, ¿Dónde está el problema?, la respuesta es muy sencilla: la falta de interés por investigar lo que se denuncia sin pruebas, porque estas son difíciles de obtener por parte del pueblo o del ciudadano común, pero todo el mundo conoce que hay un nuevo rico de la noche a la mañana, con casas y apartamentos por doquier, inversiones en fincas y pare usted de contar. A ese funcionario o ese Ministro se le ha olvidado un dicho del pueblo:”Cuando el río suena, piedras trae”, esto debe despertar el interés por parte del Estado de hacer una averiguación, a través de la banca, notarías, registros públicos, el entorno familiar y de amistades, etc., para eso se cuenta con una serie de mecanismos,  leyes y organismos detectivescos capacitados que bien pueden hacer una investigación seria y responsable, sin importar los nombres, rango o responsabilidad que tengan los señalados y en consecuencia tomar las decisiones a que hubiere lugar. Un funcionario o gobernante no debe seguir haciendo lo que le venga en gana, sino que su actuación debe estar identificada con los intereses del pueblo, que la propia comunidad tenga conocimiento del manejo del presupuesto y de las inversiones reales.

A parte de eso también se tienen los casos de de gobernantes locales o regionales que actúan equivocadamente a favor del enemigo, otras veces por más que se visten de rojo rojito y hasta hablan de revolución, su actuación va de espaldas al pueblo, no afrontan los problemas como debería ser la de un revolucionario verdadero, muchas veces se manejan con grupos y deciden lo de su conveniencia, sin embargo dicen estar con Chávez y hasta lo pregonan a los cuatro vientos, ´o que a su vez genera que la propia base del CHAVISMO continúe confundida y desmotivada por el comportamiento de esos “compatriotas” que se manejan muy distinto a lo que dice nuestro Cmdte. Chávez. Por todo lo señalado y muchísimos casos más que pudieran servir de mejor ejemplo, es que se propone la idea de un Comité o mecanismo político que se encargue  específicamente de la evacuación y procesamiento de las críticas y denuncias, para que las mismas sirvan de base al establecimiento de la disciplina revolucionaria y a la reorientación de actuaciones de sus dirigentes para un mejor accionar revolucionario, mayor y mejor credibilidad hacia esos líderes, y mayor garantía de movilización y consolidación de un partido revolucionario. Si esto se logra se estaría contribuyendo con el combate a la impunidad.

Finalmente, en ese 1er.Congreso Extraordinario del PSUV, debe aprobarse algo parecido a lo antes planteado, de tal forma que se puedan corregir las aberraciones políticas y las desviaciones que atentan contra este Proceso Revolucionario, Bolivariano y Socialista.

romel_ali@hotmail.com



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Romel Alí Rodríguez


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