En estos días, el presidente Nicolás Maduro lanzó la criptomoneda, respaldada en reservas de petróleo, oro, diamante y gas, medio de intercambio electrónico que podrá ayudar a vencer el cerco financiero, por las sanciones estadounidenses, contra Venezuela; y a contrarrestar la mafia delincuencial de DolarToday.
Esta moneda permitirá sortear el bloqueo económico por: 1) opera sin que interceda el sistema financiero internacional, pueden usarla personas naturales o jurídicas; y 2) consiente el anonimato: no expondrá a los acreedores a ser sancionados.
Recordemos que en 2016 Citibank cerró las cuentas del Banco Central de Venezuela destinadas para pagos de la deuda y recientemente esta entidad se negó a recibir el depósito de los fondos para importar la insulina. También el Gobierno de Colombia negó la compra del medicamento para la malaria.
Asimismo, existe un rechazo frontal a la moneda digital por parte del Banco de Pagos Internacionales (BIS), que controla casi todas las transacciones a nivel mundial y está vinculado a la poderosa familia Rothschild; de la Reserva Federal de EEUU; y de grandes bancos como JP Morgan o UBS. Esto es una buena señal si apostamos a la soberanía monetaria cuando el poder económico, también el mediático, lo controlan unos pocos: se habla de 13 familias que conforman el Nuevo Orden Mundial.
Por otra parte, la petromoneda permite adelantarnos a la desaparición del efectivo: en China se puede pagar lo que se compra con el teléfono móvil y poco se utiliza el efectivo.
Finalmente, la sustitución progresiva de la moneda física por la digital, contribuirá a la disminución de las operaciones ilegales en zona fronteriza, sobre todo en el Norte de Santander, Cúcuta, Colombia, como la falsificación de nuestros billetes para el lavado de dinero proveniente del narcotráfico y del paramilitarismo que mueve a los delincuentes de DolarToday.