"Cuando nuestro odio es demasiado vivo nos coloca por debajo de lo que odiamos". François De La Rochefoucauld

Acto deleznable en el día del niño en APUCLA

¡Pateen al ministro¡

Imaginemos que los empleados administrativos de la UCLA, en un acto del día del niño, donde comparten con sus familiares e hijos, molestos con el rector (e) pues éste les ha retenido durante mas de veinte años el 5% de su sueldo  para un fulano fondo de jubilaciones, sin que ellos hayan visto ni un bolívar de todo lo que le han quitado y que no les permita votar en las elecciones de autoridades, aparte de otra serie de  acciones que los mantienen sumamente molestos y para "vengarse" virtualmente del rector, coloquen una cancha de fútbol, con la figura caricaturizada del prof. Francesco Leone de arquero y convoquen en fila a los empleados y a sus hijos a patearle balonazos a la figura, premiando con una caja de cerveza, a quien logre burlar Al rector (e) y meterle un ¡gooooool¡. Todo ello en medio de actos burlescos, cerveza en mano de los árbitros con pitos y toda la parafernalia futbolística. Hasta acá la imaginación. Vamos a lo real.

Como todos los años voy con mi esposa y mi hijo César Joaquín, de nueve años al acto del día del niño en la sede social de los profesores de la UCLA. Allí recogimos el cotillón con el combo respectivo: tickets para refrescos, perros calientes, dulces, comida y las infaltables cervezas (no sé porque en un acto del día del niño se reparten cervezas. Siempre me lo ha reclamado mi hijo). El asunto es que una vez en la sede social y recogido el combo, comenzamos a deambular por la sede en la que juegan niños, niñas, adolescentes, la familia se solaza en un domingo festivo.  Nos encontramos con colegas, amigos y conocidos, hablamos, bromeamos, siempre evitando el tema político que distancia en vez de acercar. Sin embargo, en medio de la francachela, un profesor me dice: ¿ya viste la cancha de fútbol, allá donde está aquella cola de gente? Le respondí que no y él me invitó a que me acercara. Otras profesoras amigas me dijeron que no valía la pena molestarse por eso y me sugirieron que no fuese. Yo, curioso de lo expresado por el amigo me acerco y observé el espectáculo. Allí me quedé un rato. Una pequeña cancha de fútbol, una arquería, un punto de “penalty”, el balón y la cola de gente, profesores, niños, niñas y familiares de espectadores y los pateadores. El arquero, una figura grotesca con la cara del ministro de Educación Universitaria Edgardo Ramírez y los pateadores lanzando el balón para meter gol, pero mas que eso, golpear la figura del ministro.

Un colega que acababa de patear al ministro se me acerca sonriendo y me dice: Cécil, tu no podrías hacer eso, ¿qué te parece?. ¡Deleznable¡ fue mi lacónica respuesta. Pero más que eso, reflexionaba acerca del nivel enfermizo al que llega alguna gente que no razona adecuadamente y que drena de cualquier manera sus malestares. Que los universitarios, esos que se dicen ser la quinta esencia de la academia, los racionales, los intelectuales, los que justifican aún el concepto de “educación superior”, expongan de una manera tan burda su dimensión axiológica, dice mucho de la formación obtenida y la que se da a los estudiantes.

Reflexión mas allá de lo político: ese acto refleja los antivalores que se poseen. Es un  estímulo a la violencia, a la intolerancia disfrazada de comicidad y al odio personal mucho más cuando la retribución al supuesto daño causado es una caja de cerveza. O sea, pagamos la venganza con licor. Tremendo ejemplo de antivalores de estos docentes universitarios.  Y no vengan con el argumento de que es porque el ministro no nos paga y nos maltrata, o que se debe al mensaje de odio del ministro o del presidente, como banalmente intentó justificar alguien pues ese acto, nos rebaja en nuestra condición de universitarios.

La escasa capacidad de convocatoria demostrada por FAPUV y APUCLA, el fracaso de su gestión gremial en lograr reivindicaciones para los profesores universitarios y la obcecación política oposicionista llevan a algunos de los “creativos” de los gremios a realizar estas pantomimas que rayan en el fascismo y en la agresión que comienza por lo virtual, pudiendo llegar a lo físico. Esa es la manera como los gremialistas de la APUCLA esperan lograr las reivindicaciones a los docentes.

Nosotros, desde el “Frente de Integración Universitaria Lisandro Alvarado”, hemos planteado la obligatoriedad que tiene el MPPEU de concretar el incremento salarial al personal universitario y honrar las deudas que se tienen hacia ese sector. Lo hemos denunciado combativamente, pero sin llegar a estos extremos del rencor personal.

Mucha gente se me acercó (incluso oposicionistas la mayoría) expresándome estar en desacuerdo con que en la sede social de APUCLA, sobre todo en un acto del día del niño se llevara a cabo ese acto “bochornoso”. Estas expresiones de solidaridad  demuestran que hay mucha reserva moral  en la UCLA. A los organizadores, “pateadores” y corifeos les digo como el intelectual: 

cecilperez@ucla.edu.ve

"Cuando nuestro odio es demasiado vivo nos coloca por debajo de lo que odiamos".   François De La Rochefoucauld


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Cécil Gerardo Pérez


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