Consideraciones iniciales sobre la propuesta de nueva Ley de Universidades

1. El oposicionismo apátrida y sus factores políticos han quedado al desnudo, una vez más, en su defensa de una Ley autoritaria e intervencionista, más aún, anti autonomía de las universidades, como lo es la Ley de Universidades de 1970 o Ley Caldera. Su aprobación fue precedida por lo que se conoció como la “operación canguro”, el brutal allanamiento de la UCV, el 31 de octubre de 1969, comandada por el General Homero Leal y reunió a cerca de 3 mil efectivos policiales y militares de las Fuerzas Armadas de Cooperación, la Infantería de Marina, el Cuerpo de Cazadores, la Policía Metropolitana, la Disip, la entonces Policía Técnica Judicial (PTJ) y Tránsito Terrestre. “Esta acción comenzó a las 5 de la tarde. Sin embargo, desde horas de la mañana ya se había establecido un cerco policial que impedía el acceso a estudiantes y trabajadores al recinto universitario. Un tanque M-8 fue apostado en la Plaza del Rectorado y otro en las afueras de la antigua Escuela de Periodismo. El Jardín Botánico y el Gimnasio Cubierto también fueron ocupados, mientras eran detenidas e ingresadas salvajemente a la universidad las personas que transitaban por sus alrededores.  Simultáneamente a estos acontecimientos, un contingente del cuerpo de cazadores del Ejército había tomado los alrededores de la Facultad de Medicina e Ingeniería de la Universidad de los Andes y el rectorado de la Universidad del Zulia. Asimismo, en Maracay diversas unidades del Ejército y la policía reprimieron una manifestación de estudiantes que dejó un saldo de más de veinte heridos y setenta detenidos que fueron enviados posteriormente al retén de Puerto Cabello”. Luego del allanamiento, ocurrió el incremento de una campaña de descrédito de la Universidad ante la opinión pública que ya se venía desarrollando. En un discurso pronunciado el 3 de septiembre de 1970, Jesús María Bianco, Rector de la UCV que había acompañado el proceso renovador, señalaba que la violación de la autonomía era “un objetivo irreductible de la estrategia de dominación foránea”. Bianco, quien renunciaría el 23 de octubre de 1970, la Ley de Universidades se aprobaría en septiembre de ese año, por desacuerdo con el recién creado Consejo Nacional de Universidades Provisional contemplado en esa Ley, afirmó en el mismo discurso: “Se trata de un primer paso hacia la neocolonización que ya está en curso y que tiene como objetivo último implantar un orden institucional en el que no haya condiciones para luchar contra la subyugación de nuestro pueblo.” Y las palabras del Rector Bianco  quedaron para la historia, su sentencia se cumplió al pie de la letra, nuestras universidades se fueron alejando de nuestro pueblo, expropiadas por minúsculas élites profesorales que las pervirtieron y convirtieron en trincheras de las peores causas. Con esta propuesta de nueva Ley de Universidades, se procura rescatarlas y colocarlas de nuevo al servicio de nuestro pueblo y nuestra Patria, reivindicando con ello, el pensamiento y la acción en defensa de la Universidad, del Rector Jesús María Bianco.

2. Con la presentación y aprobación en primera discusión en la Asamblea Nacional de esta propuesta de Nueva Ley de Universidades, se cierra un ciclo histórico que se inicia, desde nuestro punto de vista, en 2001. En aquel año, trabajadoras/trabajadores administrativos, obreros y estudiantes, fundamentalmente, arriaron las banderas de la Transformación Universitaria, exigiendo Constituyente Universitaria para refundar la Universidad; esa incipiente batalla conllevaría a la histórica Asamblea Universitaria Constituyente del 28 de  marzo 2001, en el Aula Magna de la UCV, repleta hasta sus balcones; finalizada  la  misma, un pequeño grupo de estudiantes creyó conveniente informar al Consejo Universitario de tan notable acontecimiento y se dirigió al Salón de Sesiones a solicitar un derecho de palabra, allá otros acontecimientos derivarían en lo que  se conocería como la “toma del salón de sesiones del CU”. Este acontecimiento que adquiriría connotación nacional, fraccionó en dos posturas radicalmente opuestas al Gobierno Revolucionario de aquellos primeros años; por un lado los reformistas, encabezados por Luis Fuenmayor, desde Opsu, quienes se plegaron a la defensa de la universidad cuarta republicana, y por el otro, los revolucionarios/revolucionarias, quienes en cabeza de la Vice Presidencia de la República, la camarada Adina Bastidas, quienes propugnaban avanzar en ese entonces por los caminos de la Revolución y la Transformación de la vieja universidad. Trabajadoras/trabajadores administrativos, obreros y estudiantes, inician así un periplo de luchas, que conllevaría a una primera derrota del movimiento pro constituyente universitaria, tras la cual, el Consejo Universitario de la UCV y la dupla Giannetto-Fuenmayor, actúan implacablemente contra los líderes del proceso, a los estudiantes se les expulsa y al dirigente de la Asociación de Empleados Administrativos (AEA-UCV), el camarada Eduardo Sánchez, quien en ese entonces era estudiante y empleado, se le expulsa y despide laboralmente, doble sanción que evidencia el odio que sintió la cúpula profesoral por el hecho de que las trabajadoras/trabajadores administrativos y obreros se sumaran a la causa de los estudiantes que, en el fondo, venía a ser también su causa. Como corolario de estos acontecimientos, en el devenir histórico, surgirían el M-28 y el SinatraUCV, ambos colectivos que se han mantenido en el combate por la Transformación de nuestras universidades, uno en el ámbito estudiantil y el otro, en el de la defensa intransigente de los derechos laborales, tan asediados por las autoridades universitarias que se implantaron desde entonces. Mientras los estudiantes expulsados pudieron reintegrarse a sus estudios, una vez cumplida su pena, el camarada Eduardo Sánchez aún continúa sin poder ser reenganchado a su puesto de trabajo, convirtiéndose en una deuda que tenemos todas/todos los revolucionarios por resarcir, de allí nuestro llamado a los camaradas Elías Jaua y María Cristina Iglesias para que intervengan en la búsqueda de soluciones a este problema, que si bien es individual, adquiere connotación colectiva, ya que el camarada Eduardo Sánchez actuó como conciencia colectiva de las trabajadoras/trabajadores administrativos y obreros, apoyando la causa de la Transformación Universitaria, siguiendo órdenes de la Asamblea General.

3.  La propuesta de nueva Ley es perfectamente Constitucional, en otras palabras ajustada a derecho, y profundamente DEMOCRÁTICA. Es perfectamente Constitucional, ya que se ajusta a lo ordenado en el 6º constitucional: “El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y de las entidades políticas que la componen es y será siempre democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos revocables…”, premisas todas establecidas en las nuevas instituciones de gobierno universitario previstas en la propuesta de nueva Ley de Universidades. Se desmonta el omnímodo y plenipotenciario Consejo Universitario, estructura de poder que concentró en su seno las atribuciones de legislar, ejecutar, sancionar, perdonar, hacer justicia, en fin, toda la vida universitaria dependía de lo que decidiera ese cuerpo colegiado en que el sector profesoral era mayoría plena. La propuesta desmonta esa estructura de dominio autoritario y dictatorial, estableciendo nuevos poderes e instancias de decisión de la vida universitaria, nuevos órganos de Gobierno Universitario se establecen: la Asamblea Universitaria, el órgano ejecutivo, el Consejo Disciplinario, el Consejo de Apelaciones, el Consejo Contralor, el órgano electoral y la Defensoría Universitaria (artículo 82), siete (7) nuevos podres darán a luz con la aprobación de esta propuesta de Ley, diseminando funciones y atribuciones, DEMOCRATIZANDO LA TOMA DE DECISIONES.

  En todos y cada uno de esos nuevos poderes, la participación de la comunidad de estudiantes, trabajadoras/trabajadores docentes, administrativos y obreros, tendrán garantizada su participación en igualdad de condiciones. Asimismo, en la elección de las autoridades de las universidades: “En las universidades, todos los sectores de la comunidad universitaria ejercerán en igualdad de condiciones el derecho político a la participación para elegir a las autoridades, voceros y voceras ante los órganos colegiados. La comunidad universitaria la integran: los y las estudiantes inscritos en la institución, de cualquier nivel y programa de formación; y las trabajadoras y trabajadores académicos, independientemente de su condición y categoría; las trabajadoras y trabajadores administrativos y obreros que conformen la nómina universitaria respectiva. La igualdad de condiciones en la participación electoral de la comunidad universitaria implicará, la cuantificación de un voto por cada votante para la determinación de los resultados electorales…” (Artículo 79). 

  No solo se democratiza la toma de decisiones y la elección de las autoridades universitarias, sino que este proyecto de Ley de Universidades avanza mucho más en la DEMOCRATIZACIÓN de la vida universitaria, garantizando el acceso de los/las estudiantes: “Democratización del ingreso a las instituciones de educación universitaria: todo egresado y egresada del nivel de educación media tiene derecho a ingresar a cualquier institución de educación universitaria, de acuerdo a lo establecido por el Estado Docente. En consecuencia, ninguna institución universitaria podrá imponer otros requisitos o mecanismos que violen este principio…” (Artículo 4, Numeral 5);  se da al traste, con esta nueva Ley, a ese mecanismo de corrupción y brutalmente excluyente que fueron las pruebas de admisión. Se acabó ese negocio. 

  En ese ambiente de profunda DEMOCRACIA, VERDADERA DEMOCRACIA, el SOCIALISMO, se formaran los futuros profesionales de nuestra Patria. ”No esperen de los Colegios lo que no pueden dar... están haciendo Letrados... no esperen Ciudadanos. Persuádanse que, con sus libros y sus compases bajo el brazo, saldrán los estudiantes a recibir, con vivas, a cualquiera que crean dispuesto a darles los empleos en que hayan puesto los ojos…”, decía Simón Rodríguez, el maestro de nuestro Padre Libertador Simón Bolívar, no solo letrados saldrán de nuestras casas de estudios universitarios, serán ciudadanos/ciudadanas formados en un ambiente en que la DEMOCRACIA será la esencia de su formación profesional, la verdadera DEMOCRACIA, la SOCIALISTA. 
 
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Henry Escalante


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