La Huelga de hambre que llevan a cabo los chicos de la ultraderecha venezolana agrupados en la organización (JAVU), siglas de “Juventud Activa de Venezuela Unida”, responde a una estrategia similar a la del “goteo militar” de la plaza Francia de Altamira, dicha estrategia se inscribe en el plan desestabilizador propiciado desde el imperio norteño contra todos aquellos gobiernos no alineados con sus intereses neocolonizadores.
El plan desestabilizador posee un “Manual de Procedimientos” elaborado por el Departamento de Estado, dicho plan presenta un menú de opciones según el caso, que van desde la “Guerra preventiva”, pasando por la “Guerra de baja intensidad” hasta el “Golpe suave”, el mencionado Manual de Procedimientos ha sido puesto en práctica en muchas oportunidades, y tiene más de una década de vigencia, en el caso particular de América latina ha sido utilizado en las Repúblicas de Nicaragua, Cuba, Bolivia, Ecuador y Venezuela, amén de su aplicación en las regiones del Oriente medio y África.
En el caso específico de la Huelga de hambre como táctica del plan desestabilizador es lamentable que se expongan a jóvenes a esta acción, a veces se producen daños orgánicos irreversibles en los más incautos, y otras veces se les inculca valores como las trampas y el engaño, ingieren alimentos a escondidas y aparentan estados de agotamiento y sufrimientos. La Huelga de hambre vista como instrumento de lucha “per se” tiene perfecta validez si se efectúa para la consecución de objetivos nobles, absolutamente consciente para sus ejecutores y de acuerdo a los parámetros contemplados en la “Declaración de Malta sobre las personas en Huelga de Hambre” de la Asamblea Médica Mundial efectuada en esa ciudad en el año 1996, había que preguntarles a los jóvenes de JAVU si conocen estas Declaración y si consideran noble luchar por la liberación de personas que han cometido delitos de violación a los derechos humanos y por peculado, malversación y apropiación de la cosa pública.
Por otra parte habría que decir que los familiares directos de estos jóvenes conjuntamente con los políticos lacayos del imperio que los están estimulando a la acción huelguista temeraria son corresponsables de los que les ocurra a estos jóvenes y como tal deben responder ante las leyes y la conciencia ciudadana.
Muchos de estos políticos, pertenecientes a la Mesa de la Unidad Democrática, (MUD), “tiran la piedra y esconden la mano”, si tuviesen un comportamiento integro y coherente en su función de acólitos del Imperio apartarían es estos jóvenes de las colchonetas y se incorporarían ellos a la Huelga de hambre y no se reducirían a simples opinadores y declarante a ante los medios de comunicación, en particular ante los medios que promueven el golpismo.
Está visto que para el imperialismo y sus representantes criollos, cuando se trata de interponer estrategias políticas, la salud y la vida les importa un pito, lo importante es aplicar el “Manual desestabilizador” que tiene como fin último la instauración de gobiernos títeres y complacientes ante la voracidad sin límites de del Imperio yanqui.
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