¿Por qué marchan Los Indignados/as de nuestras Universidades Públicas?

El movimiento de indignados/indignadas que ya tiene alcance mundial, no podía dejar fuera de su alcance nuestro territorio patrio, Venezuela. Los indignados/indignadas es un movimiento anticapitalista y antisistema; se equivocan, pues, aquellas/aquellos disociados, tanto oficialistas como oposicionistas, que pretendan adjudicarle el liderazgo de este movimiento al contrario. Ya quisieran ambos factores políticos tener el liderazgo de un movimiento con características similares al de los indignados/indignadas del planeta.

  En nuestra Patria, uno de los movimientos que tiene muchas similitudes con el de los indignados/indignadas es el que han generado los trabajadores y trabajadoras universitarias en defensa de sus reivindicaciones laborales. Año y pico en las calles, ya llevan estos/estas compatriotas luchando por su dignidad, exigiendo respeto a su contratación colectiva, rechazando las políticas neoliberales emanadas desde opsu y el Mppeu. Y, mientras los burócratas del oficialismo los acusan de guarimberos; la contrapatria le recrimina su lucha acusándolos/las de chavistas, valga decir, oficialistas y oposicionistas actúan a un solo tono, sí de rechazar a los/las indignados/indignadas de nuestras universidades se trata, en ese punto tienen plena coincidencia. Como no van a coincidir, si en definitiva se trata de una misma casta social la que dirige al Mppeu, la opsu y las universidades, la oligarquía profesoral. Uña y mugre, eso son.

  “El viceministro de Políticas Estudiantiles del Ministerio de Educación Universitaria (MEU) Jehyson Guzmán, informó que ese despacho ha cumplido con el pago del aumento salarial de 40% para el sector universitario aprobado por el Ejecutivo Nacional el pasado 27 de abril de 2011…” (AVN, 15-10-11). Desconoce la tecnoburocracia del Mppeu que los indignados/indignadas de nuestras universidades, no están luchando solo por la reivindicación de sus condiciones de sobrevivencia como especie, derecho por demás, garantizado por nuestra Constitución Bolivariana: “Todo trabajador o trabajadora tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales…” (CRBV, Art. 91) y como tal, constituye una obligación su cumplimiento para esa tecnoburocracia que acusa a los trabajadores/trabajadoras como locheros: "especialmente en el elemento salarial en donde especial énfasis se ha hecho para la puntualidad de la entrega y transferencia de los recursos, porque sucede que comienzan a manejar discursos ambigüos en los que tratan de manipular y confundir a la opinión pública", así habla ese aspirante a ministro del Mppeu, como si la “opinión pública”, valga decir, nuestro pueblo fuera tan fácil de manipular, habida cuenta, además, que desde los medios de comunicación públicos invisibilizan las protestas de nuestro pueblo, pese al llamado del camarada Presidente Chávez a abrirles canales de expresión.

  Pero, ¿quién manipula?, quien anda expresando sus verdades en las calles o quien miente descaradamente al Presidente de la República, no comunicándole toda la verdad sobre la forma brutal en que aplicaron su decisión de reivindicar las condiciones de sobrevivencia de los trabajadores y trabajadoras de la Patria.

  Cuando el Presidente Chávez anunció el ajuste salarial del 40%, “A los profesionales universitarios, obreros, trabajadores y profesores no se les incrementaba el sueldo desde hace tres años. Bueno, vamos a aumentar el sueldo, a partir del 1 de mayo, a un 40%, es una cifra bastante importante”, dijo (…) El Mandatario Nacional destacó que el aumento salarial redunda en otros beneficios contractuales, que mejorarán aún más la calidad de vida de estos trabajadores…” (Correo del Orinoco, 27 abril 2011). Efectivamente, el camarada Presidente Chávez nunca habló en su alocución, de “homologación de beneficios”, ni aprobó recursos por ese concepto; ¿qué hizo la ministra y su equipo burocratizado con los recursos aprobados por el Presidente Chávez?, los destinó para satisfacer, en primera instancia, las aspiraciones salariales y reivindicativas de la casta profesoral, homologándoles los beneficios de la Prima Hogar y el Bono Salud que ya disfrutaban empleados/empleadas y obreros/obreras por vía contractual, solo que, para satisfacer tales beneficios, tuvieron que “meterle mano al bolsillo” de los trabajadores y trabajadoras universitarias, valga decir, quitarles dinero a lo que menos ganan para aumentarles a los que más ganan, en resumidas cuentas, eso fue lo que hizo la tecnoburocracia de opsu y el mppeu.

  Al rebajar las interescalas de los tabuladores salariales de obreros/obreras y empleados/empleadas, entre un 3 y  4,5%, reducían los porcentajes de ajuste salarial y producían ahorros con los cuales, homologaban beneficios al sector profesoral. Y eso, lo han comprendido los trabajadores y trabajadoras universitarias, de allí proviene su indignación. Les violentaban expresas disposiciones de sus Contratos Colectivos que regulan el porcentaje de salario que debe haber entre un grado y otro del Tabulador Salarial, 7% en el de los obreros/obreras y 7,5% en el de empleados/empleadas. Esta actuación, emanada desde opsu y el mppeu, refleja el desprecio que la tecnoburocracia profesoral tiene  hacia otro derecho que garantiza nuestra Constitución Bolivariana: “Todos los trabajadores y las trabajadoras del sector público y del privado tienen derecho a la negociación colectiva voluntaria y a celebrar convenciones colectivas de trabajo, sin más requisitos que los que establezca la ley…” (CRBV, Art. 96).

  A esta medida indigna de la opsu y el mppeu, debemos añadir el incumplimiento del mandato presidencial que el ajuste anunciado redundaría en otros beneficios contractuales; la Prima Hogar no se ajustó, permaneció invariable. Una cosa dice el Jefe del Estado y otra hace su ministra de educación universitaria. La palabra no es honrada.

  Pero, los indignados e indignadas de nuestras universidades, no solo reclaman por los activos, también lo hacen en reivindicación de sus jubilados y jubiladas, a quienes exigen les den, un trato digno e igualitario. En especial, los camaradas de los IUT y Colegios Universitarios, a quienes el Mppeu y la Procuraduría General de la República, PGR, les dan  un trato excluyente, negándoles su derecho contractual y legal a la jubilación. Estos camaradas empleados/empleadas de los IUT y CU, a pesar de tener un Contrato Colectivo (2004-2005), aún vigente, mientras no se apruebe uno nuevo, que les reconoce su derecho a jubilación a los 25 años y de estar amparados/as por la Normativa Laboral, que les hace extensivo sus  beneficios; en el mppeu, prevalece la opinión de la tecnoburocracia de su asesoría jurídica y de recursos humanos quienes consideran a estos camaradas trabajadores/trabajadoras, como funcionarios públicos, y de darse procedencia a su jubilación se haría sobre la base del 70% de su salario, mandando su Contrato Colectivo y la Normativa Laboral palca, evidenciando, una vez más, su desprecio por esa conquista histórica de la clase trabajadora que son los Contratos Colectivos, ahora con rango constitucional.

  Las razones para estar indignados/indignadas en nuestras universidades con las autoridades universitarias, el mppeu y la opsu, son muchas; éstas, apenas, son las más resaltantes, quedan: la falta de respuestas ante la cancelación de los Pasivos Laborales, cancelación de deudas como las generadas por la mala aplicación de la fórmula de cálculo de los Bonos vacacional y de aguinaldos (2002-2011), vestuarios, beca escolar, prima de antigüedad, la discusión de la nueva contratación colectiva años 2010-2011 que, al firmarse, ya estaría vencida.

  La indignación se incrementa, además, por el desprecio que siente esa tecnoburocracia ministerial y universitaria, hacia el trabajador y trabajadora universitaria, negándoles su derecho a ser considerados/consideradas ciudadanos/ciudadanas universitarias, su derecho a elegir sus autoridades y a ser electos/electas. Lo que explicaría, el poco interés mostrado por la ministra y su equipo a impulsar la discusión en el seno de la Asamblea Nacional de la nueva Ley de Educación Universitaria que transforme, definitivamente, a nuestras instituciones universitarias. Muchas razones hay para estar indignados/indignadas. Muchas razones hay, para expresar en las calles de Caracas nuestro descontento contra las políticas regresivas y neoliberales que propulsa el  mppeu, en conjunción, con la derecha universitaria… 

Caracas, 20-10-11

henryesc@yahoo.es



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Henry Escalante


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