De porqué la Universidad Campesina de Venezuela asume el legendario nombre de Argimiro Gabaldón

El propio pueblo campesino, en asambleas populares, cuando se gestaba la idea de la Universidad Campesina decidió asumir como epónimo de esta Universidad de gestión popular, al revolucionario y extraordinario defensor de las más loables causas de la humanidad representado en Argimiro Gabaldón

La presencia del nombre, el espíritu, la lucha y hasta la leyenda de Argimiro Gabaldón está latente entre los campesinos venezolanos. El magnetismo del personaje tiene que ver con la manera como ese ser humano asumió el compromiso de su tiempo, un tiempo de desafío y de riesgos. Corría la década de los años 60 y el oprobioso sistema engendrado del dominio imperialista, a través del servilismo de una clase dominante en Venezuela y la traición a los ideales libertarios, arrojó a miles de jóvenes a la lucha armada. Argimiro fue uno de ellos y su resplandeciente presencia en esa gesta obedece a la nitidez con la que su pensamiento interpretó la realidad, para impregnar cada momento de su vida con una acción consecuente y decidida a favor del pueblo.

Valentía y arrojo, claridad y entrega le hicieron ganar el respeto dentro del Frente Guerrillero Simón Bolívar, que fue creciendo en la identidad que los campesinos y campesinas oprimidos veían en su prédica y accionar.

El régimen represivo del momento, convencido del torbellino que se estaba gestando, apresuró y amplío sus métodos de exterminio, golpeando a la retaguardia de aquel embrión libertario. Muchos campesinos y campesinas fueros torturados, asesinados, perseguidos, y aun así el Comandante “Carache” mantuvo su liderazgo hasta hacerse el símbolo de resistencia que hoy en plena Revolución Bolivariana cobra fuerza y florece en luz de heroísmo y patria.

Argimiro Gabaldón nació en Biscucuy, estado Portuguesa, el 13 de diciembre de 1919, hijo de María Teresa Márquez y del Genera José Rafael Gabaldón. Hay que destacar que el General Gabaldón, quien fue Presidente del estado Lara, se alzó junto a un grupo de campesinos contra la dictadura de Juan Vicente Gómez en 1929, precisamente en las serranías entre Lara y Portuguesa, donde luego su hijo, Argimiro Gabaldón, se haría leyenda.

El nombre completo del Comandante “Carache”, como le conocían sus compañeros de lucha y campesinos del lugar, era Argimiro Enrique de la Santísima Trinidad Gabaldón Márquez, también llamado “Chimiro” como expresión de cariño entre el pueblo campesino.
Su crianza transcurrió en la Hacienda Santo Cristo, propiedad de su familia, y al terminar la educación secundaria viaja a Argentina para estudiar arquitectura, y en aquel ambiente se fue relacionando con las ideas revolucionarias, que luego cultivaría con gran pasión. Su inquieta intelectualidad le lleva a estudiar pintura y literatura, destacándose como un lector de importantes obras y autores, entre ellos Martí, Carlos Marx, Trotsky, Gandhi, Neruda, Tolstoi y estudioso del pensamiento bolivariano.

Doña Luisa Martí fue su esposa desde 1948, con quien procreó cuatro hijos: Dolores, Beatriz, Alejandro y Tatiana.

Siendo militante del Partido Comunista de Venezuela, planteó en el III Congreso de dicho partido, del que fue además secretario General, la necesidad y opción de asumir la lucha armada ante las circunstancias políticas del momento caracterizado por una cruenta represión hacia el pueblo y sus organizaciones políticas, planteamiento que convirtió en hecho y compromiso, al ser miembro fundamental de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN).

Desde su incorporación a la lucha guerrillera mantuvo firme su condición noble y humana, arrojo en la batalla, visión estratégica y su convicción de dignidad que ilumina ese capítulo de la historia emancipadora de nuestro pueblo. Así queda para la memoria imborrable de lucha la toma que con su unidad guerrillera hizo en el pueblo de Humocaro Alto, en las montañas del estado Lara, en el año 1962.

Argimiro Gabaldón, revolucionario ejemplar, muere un 13 de diciembre de 1964, a los 45 años de edad, haciéndose ícono de la lucha revolucionaria venezolana, en virtud de que Argimiro fue un luchador social por los derechos del pueblo, la construcción del socialismo y la emancipación plena del campesinado venezolano. Fue un luchador que creyó, durante todo su tiempo, en la posibilidad de la liberación popular. Mantuvo hasta el final una postura ejemplar de clara ideología y nobles valores cuyos signos había ya exteriorizado desde muy pequeño. Su valentía y arrojo, claridad y entrega le hicieron ganar el respeto dentro de las luchas campesinas que fue creciendo en la identidad que los campesinos y campesinas oprimidos veían en su prédica y accionar.

Por otra parte, la práctica pedagógica desde el trabajo, Argimiro Gabaldón la complementó en su vocación de maestro, dando clases de Historia y Geografía de Venezuela en el Liceo “Lisandro Alvarado” del Estado Lara y fue Director de la Escuela Artesanal del mismo estado, donde dejó claras las huellas de su conducta de intelectual comprometido con nobles causas. En su expediente una larga lista de sus admirables características: un luchador social, defensor de los derechos humanos, agricultor, alfabetizador, poeta, artista plástico, profesor de artes plásticas, matemáticas, historia, dirigente campesino y urbano, predicador de ideas, lo hacen merecedor del epónimo de la Universidad campesina de Venezuela, por eso y porque su estrella de dignidad siempre estará presente entre nosotros expresamos con orgullo patriótico que la UNIVERSIDAD CAMPESINA DE VENEZUELA “ARGIMIRO GABALDÓN” es la continuidad de la obra libertaria de nuestro siempre amado Comandante “Carache”.

Decía Argimiro reflexionando acerca de la lucha revolucionaria en Venezuela: “El camino es duro, muy duro, pero es el camino”.
(Tomado del Libro Rector de la Universidad campesina de Venezuela “Argimiro Gabaldón”).



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Cécil Gerardo Pérez


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