¡Estudiantes revolucionarios, uníos!

Con la voz ardiente y las pasiones inflamadas por los signos de exclamación, quiero iniciar mi artículo de hoy  para dedicárselo a todas y todos los estudiantes revolucionarios del Táchira y  de Venezuela, pues hoy lunes 21 de septiembre celebramos el Día del Estudiante Universitario, siendo propicia la ocasión para dedicarles estas palabras e invitarlos a que afilen la mirada en la realidad lacerante, donde todos los escenarios y desenlaces son posibles. Siempre apostamos a la paz.

         Digo esto porque, precisamente, los estudiantes de la derecha terminaron abrazando el tizón prendido del fascismo y ahora andan atrapados en sus pensamientos chamuscados y de empalizadas ideológicas que los arrastran hacia los lodazales  de la irracionalidad delirante. Mientras eso sucede en esas hordas malincheras, caprilescas y leopoldinas, observamos a los estudiantes revolucionarios que alzan su voz  -junto al bravo pueblo de Bolívar y de Chávez- para tonificarse con el desafío y los retos del momento presente. Tremenda tarea que le ha tocado vivir a esta juventud universitaria y revolucionaria, donde la lucha es de triple tanda: por un lado enfrentar a los estudiantes de la derecha, que se  han aliado con el ala más reaccionaria y criminal de la oposición; por el otro, defender la patria y construir un discurso de esperanza para consolidar el proyecto revolucionario. Además, la tercera tarea fundamental, proyectar y mantener vivo el legado y el ideario de Hugo Chávez, conductor material y espiritual de este proyecto que se aviva como la llama cuando mas sopla el viento de la verdad y la razón. Llama viva.

          Tarea clave y fundamental en la defensa de la revolución han sido, precisamente, los estudiantes. Desde aquel debate en la Asamblea Nacional, cuando los opositores universitarios abandonaron el debate, se vislumbró en el firmamento político el ocaso de una juventud derechista manipulada y de corta visión y de razón secuestrada por los códigos de la maldad. En tanto, en las filas revolucionarias vimos el verbo fresco y contundente de un Héctor Rodríguez y de un Robert Serra, quienes constituyen una referencia para toda esa juventud universitaria guerrera  combativa y Chavista. A Robert –lamentablemente- le apagaron las palabras certeras, pero por allí anda, sembrado en el corazón y el alma de este pueblo y esa juventud venezolana. Héctor Rodríguez, asumió los estandartes de la lucha y hoy lo vemos al frente de la bancada en el parlamento nacional.  Estudiamos para construir  y defender la patria.

         Así como ellos se pusieron al frente de la voz de la juventud universitaria, hoy en día el estudiante revolucionario es un eco que se escucha en todos los espacios y en los diferentes escenarios con sabor de heroísmo, de juventud llena de patria y con los símbolos de la verdad expresada en sus rostros de rebeldía. Así es la juventud chavista, consciente del momento que vivimos, que demanda claridad y temple para defender la patria.  El estudiante revolucionario es  sujeto liberador.

       Precisamente, en la Universidad Bolivariana de Venezuela, nuestra querida UBV, como máxima expresión del pensamiento de Hugo Chávez y heredera directa de su legado, hemos asumido ese compromiso, donde se prepara el estudiante como sujeto y motor para defender el proyecto y el legado de ese gigante que fue, es y seguirá siendo Hugo Chávez.  Por eso los felicito y digo ¡Estudiantes revolucionarios, uníos!  



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Eduardo Marapacuto


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