Viendo por televisión, las marchas estudiantiles y sus consignas, pasé un par de semanas sintiendo una gran tristeza porque veía con preocupación, como nuestra juventud (en especial, quienes tienen acceso a la educación superior), permitía que los intereses monopólicos de una empresa mediática, enajenase la mente de los estudiantes venezolanos, logrando pensamientos, valores y comportamientos totalmente reñidos con todas las enseñanzas inculcadas a nuestra generación, las cuales tratamos de traspasar a nuestros descendientes; aunque siempre mantuve la fe en la juventud que se levanta hoy en día, entre tanta polémica por ideas políticas encontradas, llegué a pensar que gran parte de nuestros jóvenes habían perdido la capacidad de analizar los acontecimientos del día a día, confiscados mentalmente por los medios de comunicación, el imperio y la vieja manera de hacer política, pensé que habían logrado llegar a nuestros jóvenes; peor aún, parecía que los privilegiados, aquellos quienes tuvieron acceso a la educación superior, eran también, quienes más irracionalmente agresivos se mostraban, en consecuencia, fácilmente podríamos pensar que tenemos pacientes esquizofrénicos como futuros dirigentes del país.
Pero entonces vi por cadena nacional, aquella pléyade de jóvenes estudiantes venezolanos, expresándole libremente al mundo en vivo y directo, sus proyectos, sus pensamientos, sus sinsabores y las contradicciones que existen en cualquier conglomerado humano. Arrancaron lágrimas de alegría sin discursos preelaborados, trasmitiendo el entusiasmo de quien se siente identificado con lo que está expresando, y mostrando la fuerza de su juventud… Aunque no dejé de sentir pena ajena, por la actuación de los llamados estudiantes de la oposición, en ese momento supe con seguridad, que la retórica del ciudadano Presidente incentivando la conciencia política de nuestra ciudadanía no ha sido en vano; pienso también que es tan palpable el crecimiento de esa conciencia política, como para no dudar que más temprano que tarde veremos los frutos de tanto esfuerzo. Con esta generación de relevo emergerá un nuevo país donde la sociedad sea tratada por igual, sin diferenciar a nadie por raza, creencia, religión o nivel de instrucción, basándose en la democracia participativa y como dijo Mario Silva… Carajo que tenemos líderes para rato… .
Quiero por lo tanto, hacerles llegar a ese grupo de jóvenes representativos de todo nuestro estudiantado, mis más sinceras congratulaciones, para ellos y también para nosotros, porque queda demostrado que tenemos una generación de relevo con líderes para rato, evidenciado por las palabras de la bachiller Osly Hernández, cuando dijo que fue difícil elegir los diez representantes, debido a la gran cantidad de estudiantes que pretendían participar.
También queda evidenciado que los llamados estudiantes opositores, solo son actores de un libreto dramático televisivo, que nunca tuvieron argumentos válidos para presentar, que son dirigidos por quienes manejan la vieja manera de hacer política y que no respetan a sus propios seguidores, porque los decepcionaron cuando no se atrevieron a exponer sus planteamientos ante el mundo, como si lo hicieron los estudiantes afectos al proceso, Bolivarianos haciendo patria. . . No volverán quienes se creen representantes directos de Dios Todo Poderoso, y en consecuencia creen ser los únicos con privilegios y derechos para esclavizarnos a los demás.