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Pobres muchachos que se encapuchan y con botellas y piedras en las manos tratando de atraer la atención para que las policías o el ejército los enfrente.
Pobres muchachos aspirantes a Ghandi que hacen huelgas de “hambre” para tumbar el gobierno y tienen que suspenderlas porque viene la navidad y no pueden perderse las hallacas que hace mamá.
Pobres muchachos que aspiran a ser terroristas profesionales bien pagados y solo llegan a malandros tarifados y con horarios reglamentados.
Pobres muchachos que tienen que salir corriendo como ratas cuando las comunidades organizadas y cansadas de sus desmanes deciden enfrentarlos como sucedió en Mérida con los vecinos del Barrio La Milagrosa.
Pobres muchachos en huelgas de hambre que son corridos de las iglesias antes de Navidad, pues su presencia les daña el negocio del niño Jesús. Caso de la Iglesia de la parroquia El Llano.
Pobres muchachos que necesitan ser aupados y mantenidos por los canales de TV para poder expresarse y rebelarse contra “El Tirano”.
Pobres muchachos que son manipulados por unos políticos corruptos que son los causantes de las desgracias que dicen padecer.
Pobres muchachos que ni siquiera pueden aspirar a mártires pues si alguien los mata será de ellos mismos de donde saldrán las balas asesinas.
Pobres muchachos sin patria,
sin ideales, sin sueños… llenos de odio, racismo y fascistas en potencia
que se preparan para dar muerte a los que luchan por una sociedad
mas justa y solidaria.
Pobres muchachos que les aterra la idea de irse a las montañas para desde allí ganarse a las masas campesinas que les ayuden a tumbar a “El Tirano” o fundirse en las fábricas con los obreros para formar el gran ejercito proletario que de al traste con el régimen…
Pobres muchachos de mentes tan cortas y obtusas que creen que con unas piedras, botellas y capuchas van a tumbar a un gobierno nacido de las entrañas del pueblo que esta dispuesto a construir una sociedad socialista.
Juanveroes64@hotmail.com