A fin de apreciar los elementos de complejidad de las condiciones personales de este estadista, presento cinco características mostradas en el lapso de su ejercicio presidencial.
La primera de ellas está referida a su condición de negociador tanto en el ámbito nacional como en el escenario internacional, Chávez ha manejado una estrategia de negociación altamente utilizada no solamente en lo político sino también en lo económico: la de mostrar todas las cartas sobre la mesa, lo que a su vez significa la presentación del límite extremo. Me refiero a la “estrategia del bolsillo vaciado” que no busca otra cosa que comunicar lo siguiente: “esto es lo que hay, lo toman o lo dejan”. Es bien sabido que esta estrategia da una delantera al negociador proponente y pone a los demás actores de la negociación como seguidores que solicitan ajustes y reajustes o que critican y enfrentan; pero siempre detrás de él. Entonces, sería a partir de ese Límite Extremo Propuesto que se empieza la negociación. Esta estrategia ha dado grandes resultados, y unida a la de Ampliación del Pastel y a la del Correr de los Límites, ha hecho de la negociación una herramienta importante para dirimir conflictos.
La segunda característica observada en el ejercicio presidencial de Chávez viene dada por una estrategia que es a la vez un mecanismo de acción, utilizado en los conflictos bélicos, proveniente de la teoría de los juegos: Amenaza acompañada de la Sorpresa.
La amenaza por sí sola promueve el alerta, pero cuando ha sido materializada en una acción concreta que se ha cumplido de manera inesperada, se logra que el enemigo viva esperando una nueva acción del contrario que, por la experiencia previa, se asume que va llegar o que puede llegar en cualquier momento pero no se sabe cuándo, cómo ni dónde. Así aún cuando sea muy débil el grupo social y sus acciones muy escasas, cuando este grupo asume una lucha utilizando una amenaza como arma política, hace que el enemigo aún siendo más poderoso, centre sus esfuerzos y energía en enfrentar al contrario y permanecer a la expectativa ante la Amenaza convertida en posible ejecución de la sorpresa.
La tercera característica es la Voluntad. Hace cierto tiempo cuando se identificaba a un individuo como “un ser testarudo”, “un ser voluntarioso”, se concebía a la persona con rasgos tales como tozuda o carente de de inteligencia formal. Hoy ha sido demostrado históricamente, que la voluntad es una herramienta política reivindicativa de gran utilidad, puesto que ha sido usada por reconocidos luchadores sociales con positivos resultados.
La voluntad, en el caso del Presidente Chávez, viene dada por la convicción de sus creencias y la constancia en el manejo de sus ideas, lo que ha hecho que se le imprima un sello personal a su gestión y su accionar político se reconozca como un ejercicio de constancia.
La cuarta característica viene dada por el manejo que hace Chávez del Tiempo. El Presidente ha asumido que el tiempo no es solamente cronología, secuencia, presencia de etapas o cumplimiento de éstas como prerrequisitos para el alcance de metas, tal como fue asumido por la modernidad. El tiempo, en el caso que nos ocupa, es manejado por la Intensidad y más aún esta intensidad es acompañada de simultaneidad, pues la Intensidad del Tiempo es simultaneidad de acciones y decisiones. Esta característica del manejo del tiempo unida “a la voluntad”, a la amenaza-sorpresa, así como también a la propuesta de negociación, nos coloca frente a una complejidad que amerita no solamente ser tratada de manera opinática o por simple conflictualidad insulsa, sino analizarla, explicarla, y tratar de comprenderla en el contexto histórico-social donde se está dando.
Finalmente, debemos aludir a una quinta característica que concluye los cinco motores del conductor del proceso.
Esta Quinta característica es el Emocionar de los Sentimientos. Esto significa la identificación discursiva entre una voluntad y unos sentimientos de Etnia, cuya emotividad se expresa en momentos y coyunturas adecuadas, enmarcada en la intensidad del tiempo. El Emocionar de los Sentimientos es una versión de la inteligencia emocional.
Estamos, pues, ante la complejidad de un liderazgo que es necesario analizar desde un punto de vista interdisciplinario. Así, Venezuela vive un proceso dirigido por un Negociado que Amenaza y Sorprende, con una gran voluntad que se expresa en Sentimientos, en un Tiempo intenso de acciones simultáneas.
Profesror Universidad de Carabobo
Bello.freddy@gmail.com