Un experto estadígrafo, profesor de la UCV jubilado, consultor de varias encuestadoras, me decía hace poco que la gran fortaleza del oficialismo es que su campaña se basa en lo social (alimentación, salud, educación, etc.), al alcance de los sectores D y E (75% de los venezolanos), mientras la oposición la centra en la política (libertad de prensa, corrupción, AN plural, etc), que en especial llega a la clase media.
En efecto, acaban de conocerse estadísticas de la Unesco sobre la educación universitaria en América Latina y en el mundo. ¿Y saben dónde está Venezuela en el ranking de los países con mayor matrícula de educación superior? En el segundo lugar (83%), debajo de Cuba (109), y por encima de Argentina, Uruguay y Chile (52%), tradicionalmente en los primeros lugares. Los vecinos Colombia (32%) y Brasil (30%), están en los puestos octavo y noveno, respectivamente.
En la clasificación mundial, Venezuela ocupa el quinto lugar, sólo superado por Cuba, Corea, Finlandia y Grecia (91%); con su 83% supera a EEUU, Francia, España, Japón, Inglaterra, China. En esos numeritos, naturalmente, tienen mucho que ver la matrícula de la Unefa y de la Universidad Bolivariana.
Ese salto en la educación superior se observa igualmente en el bachillerato, en la primaria y en la lucha contra el analfabetismo, segundo país de América Latina en erradicarlo. Esta ventaja, bien aprovechada, se expresa en votos.
Esa no es la única debilidad de la MUD. Hay que añadir dos, indisolublemente ligadas: la falta de aparatos organizativos -apenas PJ lo tiene en algunas áreas de Caracas, y UNT en Zulia- y su débil penetración en los barrios, que dificulta su acceso a los sectores D y E. Aunque se trata de una múltiple elección, la falta de un liderazgo debilita su organización, programa, movilizaciones y su campaña.
Al Psuv y aliados los afectan las fallas, omisiones y errores de todo tipo de la Administración Pública, tanto nacional como regionales y municipales, que la oposición ha aprovechado. El incremento de la delincuencia y de la inseguridad han sido tomadas como bandera en los ataques, junto al caso de la pérdida de toneladas de alimentos y las fallas en el suministro de energía eléctrica.
A la campaña nacional, hay que agregar la que se hace desde el exterior contra el Gobierno con amplia repercusión aquí; no son casuales los últimos ataques desde Washington, ni los que vendrán en los próximos días.
En cuanto al aspecto organizativo, el Psuv ha contactado a 5 millones, tiene un déficit de 2 millones, si nos basamos en sus inscritos, oportunamente anunciados, y que no votaron en 2007. ¿Lo harán el próximo domingo?
La conspiración contra la Opep
Los 50 años de la Opep es buena ocasión para reeditar La conspiración contra la Opep, donde Rosalía Villegas demuestra cómo se conjuraron las transnacionales del petróleo con las transnacionales de la noticia para "distorsionar su política y actividades".
Es una investigación hemerográfica para su tesis de grado, aprobada con méritos para ser publicada, lo que hizo la seccional del CNP, que dirigía Gustavo Aguirre, en diciembre de 1979 (80 páginas).
En sus conclusiones, escribe la autora: "Las agencias transnacionales de noticias distorsionaron casi toda la infornación sobre petróleo, especialmente referida a la Opep…", y explica y resume los mecanismos que utilizaron para esa manipulación. Más adelante escribe: "Mientras las agencias asumían esa posición frente a la política de la Opep, los periódicos venezolanos hacían el juego a las transnacionales de la noticia, sirviendo así de instrumentos de difusión de campaña".
Para un mejor conocimiento de lo que ha sido la lucha de la Opep, no sólo contra las grandes potencias y las transnacionales del petróleo, sino frente a la desinformación internacional, es oportuno el momento para su reedición.