Binóculo Nº 411

La gasolina como delito, un negocio multimillonario

Voy a contar mis anécdotas. Si me queda tiempo, contaré de amigos que han vivido otras "anedas".

Primero los números que ya investigué. Una gandola de gasolina, por información de los bomberos y los policías, agarra 13 mil litros del combustible. Por alguna razón que todavía nadie me explica, o los bomberos, o los policías, solo despachan 30 litros a cada vehículo, cuando todos, o casi todos los carros, tienen tanques para 40 litros. Quiere decir que 13.000 litros darían para abastecer a 433 carros. Pero por alguna razón que tampoco entiendo, o los bomberos o los policías, decidieron que solo les venderían gasolina a 200 vehículos. De esos 200 vehículos, ahora hablo de la bomba Hipódromo ubicada en Flor Amarillo, en donde llevo dos meses intentando echar gasolina y a cargo de policías municipales de Valencia, 80 carros son para los policías que les venden el tanque lleno, es decir, 40 litros, a 20 dólares. Es decir, ese grupo de policías se gana 1.600 dólares todos los días, 48.000 dólares en un mes.

A los números de nuevo. 80 vehículos a 40 litros cada uno, son 120 litros. Y 120 vehículos que restan para surtir gasolina subsidiada, a 30 litros, son 3.600 litros. Es decir, que de los 13.000 supuestos litros que echaron en los tanques de esa estación de servicio, solo se vendieron 3.720 litros. Faltan 9.280 litros que nadie sabe dónde van a parar, pero que todos sabemos, incluyendo usted, amigo lector, cuál es su destino.

Este viernes 4 me fui de madrugada a hacer mi cola. La gente se organiza, hace listas, incluso ellos mismo marcan los carros con tiza liquida. Me tocó el 114. Pero la gandola llegó el sábado a las 4 de la tarde. A las 5 pm comenzaron a despachar, primero a los clientes de los policías que cobraron 20 dólares por carro. Después continuamos los idiotas, más bien los pobres diablos, pero ya eran las 7 pm, y los policías estaban cansados porque llegaron a las 8 de la mañana, comidos, dormidos, bañados y vestidos. Los pobres diablos que llevábamos ya un día sin comer, mal dormir, sin poder bañarnos ya agotados por el sol, no estábamos cansados. Cuando me faltaban 20 carros para llegar a destino, la policía dijo que se había acabado la gasolina. Así que a las 8:50 de la noche me fui para regresar el jueves entrante cuando me vuelva a tocar surtir, si es que tengo surte.

Una de las características más preocupante en estos policías, es que no tienen ningún tipo de sensibilidad humana. Perdieron el sentido de esos que los cristianos llaman la conmiseración. "Hermano, yo soy diabético, voy a cumplir 73, llevo aquí tres días. Estoy totalmente descompensado", "mandé a otra persona", "Pero somos solo la vieja y yo", "entonces no maneje", fue la conversación que escuchamos entre un señor, pálido y con cara de hambriento, con quien fungía de jefe del grupo policial. Y son todos iguales, municipales, PNB, Carabobo o guardias nacionales.

Cuentos parecidos los he escuchado de todas partes, como el caso de un amigo que fue a hacer cola con dos de sus hijos, cada uno en un carro. Allí estuvieron por cinco días en cola y cuando faltaban diez carros, la policía cerro la bomba en la estación Prebo. Y como ellos protestaron, los metieron presos, los reseñaron y los sacaron en la prensa. Les estaban por aplicar la Ley de Instigación al odio y terrorismo, que es una ley fascista (Lee Tarek Willian Saab). En realidad, es una copia de aquella oprobiosa Ley de Vagos y Maleantes, que a su vez es una copia de una ley del mismo nombre creada en España a principios de siglo pasado y aplicada en Venezuela en los ochenta, a todo aquel que oliera a revolucionario o luchador social. Creo que incluso a Nicolás se la iban a aplicar en una oportunidad, cuando era militante de la Liga Socialista. Este amigo, sintió la vergüenza de ser reseñado, siendo un hombre serio y trabajador, y sus dos hijos abogados, a quienes no se les respetó ni siquiera tal condición.

Cientos de anécdotas he escuchado, si no iguales, muy parecidas. ¡Que arrechera me dio ver salir -a las 8 de la noche- los carros que no hicieron cola, con sus tanques llenos porque habían pagado 20 dólares, y volteé la mirada hacia el viejo diabético con su cara lánguida y triste, despreciado por el policía municipal!

¿Me van a contar los entes del Estado y el Fiscal General que no saben lo que está pasando en las estaciones de servicio? sobretodo si 9.280 litros, POR ESTACIÓN DE SERVICIO, POR DÍA, quedan vagando por allí. Eso es como que digan que tampoco saben que el Estado les regala la gasolina o el gasoil al transporte público y al privado de carga. Pues la gasolina se está vendiendo a dos dólares el litro. Las busetas llenan hasta dos veces en un día. 200 litros de gasolina. Van a su casa, descargan y vuelven a cargar, dar una sola vuelta para los vean "trabajando" y listo, venden la gasolina. 180 litros a dos dólares, son 360 dólares, por cuatro veces a la semana, son 1.440 dólares. Es decir, 5.760 dólares al mes. Eso se gana un busetero, sin contar los 80 mil bolívares que cobra por pasaje.

Pero como el gasoil subió de precio en la calle por la demanda, debido a las nuevas cocinas artesanales que hacen mecánicos y herreros a 25 dólares, los buseteros y camioneros están vendiendo hasta en un dólar un litro de gasoil, el gasoil que les regala el Estado.

Ese submundo es el más multimillonario de los negocios, que pagamos los pobres diablos, los que no podemos protestar porque de inmediato nos aplican una ley que es ABSOLUTAMENTE contrarrevolucionaria. Yo me pregunto, ¿Cuántas manos de altura están en el negocio de la gasolina?

Caminito de hormigas…

Me sorprendí cuando estaba comprando y llegó una persona a pedir bolívares por transferencia. El abastero le dijo que se lo daba al 50% de interés. Él pobre diablo le pidió 250.000 bolívares y el comerciante le transfirió 125.000. Salí horrorizado a comentarle a un amigo y me dijo que en la avenida Aranzázu estaban cobrando el 60%... Mientras los organismos de salud se ocupan del Covid, hay un rebrote de Sida de proporciones preocupante, al menos en Valencia y sus alrededores.



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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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