La idea, en el pensamiento de un género es fusionar nuestras verdades y reflexionar sobre los razonamientos de nuestros vecinos. Los mensajes como escritos deben llegar con mucha fuerza al lector y de una forma muy alegre. Los libros siempre me acompañan y ayudan a pronunciar la palabra y así contribuir en la gesta histórica para formar a la patria, dándonos un aporte voluntario para trabajar por el país. El lenguaje debe ser urbano como representativo. Ella nos llama a una libertad como soberanía, la palabra es el espíritu que nos inspira a cada cita e indaga los procesos que le han dado historia a nuestro país.
Lo importante, es que el nuevo lenguaje urbano ya se encuentra en la calle y nos habla de revolución, haciéndonos caminar por nuevas veredas, donde, la ideología es fundamental, dándonos una cohesión entre el género como pueblo y la voz del presidente. Este nuevo lenguaje nos ha dado libertad como espacio para expresarnos y ser interpretes de nuestros propios sueños.
Existen muchos jóvenes, como personas mayores que siempre están en movimiento transformando la realidad del país, derrotando el pesimismo de la contrarrevolución, llegando el momento de una nueva planificación del país con sus respectivos consejeros.
Andamos, los venezolanos tras el papel más activo de una economía diligente y aquellos dirigentes más inteligentes deben buscar mezclar el capital público con el privado para trabajar conjuntamente, donde el pueblo salga favorecido. Esta idea sale del corazón, porque, abarca ideas y tecnologías que pueden ayudar a ser más eficientes al Estado en los nuevos mercados que se avecinan.
Se debe llegar a soluciones viables. El trabajo es muy intenso por las estructuras mercantilistas que se deben trabajar. Por supuesto, constituye un esfuerzo geopolítico para darle un carácter internacional a diferentes temas de orden internacional, donde se debe rebasar toda función diplomática. Donde son muchos los asuntos a tratar, pero, se debe trabajar de una manera coordinada, intensa y cotidianamente, es un termómetro que debe agarrar todos los ámbitos. El asunto mercantil no solo es local, sino palpable en todos los ámbitos y se debe medir con mucha eficacia.
El abuso es grande hacia Latinoamérica. Un grupo de reyes, empresarios, políticos t bancarios intentan influir en los gobiernos latinos y en la economía de cada uno de ellos. Como también desean vigilar más de cerca el salario de cada trabajador.
Algunos, guardan un hermetismo y es posible que no se llegue a los espionajes, pero, el Cono Sur, debe prepararse contra las bolsas de valores golondrinas, invasiones de paramilitares, distorsión del dólar y ambientes extraños por la proliferación de nuevos virus. Es asunto de crear ambientes y originar disturbios desde el eje andino y el casco central de la gran Caracas.
Hay un club, netamente conspirativo formado por venezolanos del Opus Dei y anclados en la media luna venezolana para destabilizar y crear varios entresijos para controlar el poder en gobiernos de carácter bolivariano.
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