Después de casi catorce años, debemos dejar
atrás ese modelo burgués de intereses individuales y partidistas, de comisiones
arrastradas por esa vieja y enfermiza corrupción y de servicios públicos –no
todos por supuesto- que deberían ser optimizados en beneficio de los habitantes
de este país.
Si
nos vamos a las calles y aceras, todas sin excepción, deberían tener el ojo
crítico de la contraloría social, para evitar los malos trabajos y los vicios
de ciertos funcionarios y contratistas.
No es extraño ver una acera, alcantarilla,
una calle que, seis meses o antes, después de ser reparada, vuelva a estar en
malas condiciones. Es una realidad inocultable, pero nadie es sancionado, nadie
es acusado ni sancionado.
En el mismo orden urbano, necesitamos que
los nuevos efectivos de la
Policía Nacional Bolivariana, PNB, siendo respetuosos de los
derechos humanos, sean menos permisivos como lo son hoy día, cuando las aceras
siguen abarrotadas de presuntos comerciantes que obligan a las personas a
caminar por las calles, cando el buhonerismo es una escuela de sujetos que
quieren producir sentados en una silla, comiendo en las calles y ensuciándolas.
Como es de esperarse, eso nada tiene que
ver con democracia y menos con revolución.
Necesitamos, como lo he dicho en otras
ocasiones, una educación de la calle, que obligue a las ciudadanas y ciudadanos
a formarse una conciencia de las normas y su debido respeto. ¡Basta ver como
las personas cruzan las calles, sin importarles rayados ni semáforos! La idea
es válida para los llamados chóferes o choferes, tanto de autos como de
camionetas y autobuses.
¡Andan en las calles como vaqueros en
praderas y carecen de respeto por las normas y las personas. Un buen número de
ellos irrespeta la reglamentación establecida por la sociedad. El 3 de octubre,
en horas de la mañana, en la esquina norte de La Previsora, enfrente de
la asociación de jubilados de La
Policía, un auto libre pirata atropella a una dama. Ni con
lupa se consiguió un efectivo. El pirata y otra gente se llevan a la dama
afectada. Nada más se supo.
¿Por qué se permite esto? Sencillo, porque
no hay vigilancia, no hay control.
Ocurren tantas cosas a diario, pero no
hemos podido, en estos años revolucionarios, frenar y hacer desaparecer estos
desatinos que nos afectan a las ciudadanas y ciudadanos, de allí que tenemos la
necesidad imperiosas de que las cosas cambien, que los funcionarios ineptos,
incapaces, se despidan del gobierno de la revolución bolivariana, porque lo que
hacen es desprestigiarla.
Todavía, a pesar de los beneficios que ha
recibido la ciudadanía, no hemos logrado deslastrar a la revolución de ciertas
insanías propias del modelo burgués capitalista, que sólo anida en la búsqueda
del dinero, su acumulación y su tendencia por conocidos vicios que aún continúa
arrastrando el mundo, pero que se hace evidente, cuando vemos que viejas
naciones europeas, exageran en el control de sus nacionales y los conducen de
modo permanente al camino del despojo, a la pobreza, a la exclusión.
¡Claro, ahora la dirigencia europea despoja
a los suyos, cuando comienza a ver que los latinoamericanos y caribeños, así
como de otras latitudes, no están dispuestos a dejarse expoliar, a ser
esclavos.
¡Ciertamente, necesitamos sanear esta
revolución bolivariana para dejarle a las nuevas generaciones el legado de un
futuro honesto, de posibilidades de una vida que de satisfacciones, donde cada uno de los venezolanos y los llegados a
esta tierra de Dios tengan las posibilidades de una vida integral, de
conciencia y muy sana!
Lee el siguiente blog: wwwpertinentes.blogspot.com (Premio Aníbal Nazoa/2010) Mención Opinión)
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