El 5 de marzo del 2013 a las 4:25 pm, según la noticia oficial murió Hugo Chávez Frías, luego de luchar con toda sus energías por su vida. Se fue para siempre en el coche del dolor, a toda prisa a las puertas del cielo para abrir los senderos de la luz para encontrar y recibir toda la comprensión y el amor de su pueblo.
Atrás quedaron sus obras en favor de los más necesitados, sus artículos cargados de irreverencia, su esfuerzo supremo por transformar la sociedad venezolana y convertirla en una potencia en beneficio de la democracia y la libertad. Dejó atrás con su soledad a todos los huérfanos que habitan en su patria.
Se fue con Bolívar a descubrir un nuevo firmamento con abundantes estrellas, donde su palabra tenga eco vibrante y comprensión sublime, aceptada como expresión de su solidaridad, sin egoísmo, sin desigualdades ni frustraciones inútiles. Subió a la meta de los dioses cargado de alegría para beneplácito de todos, se abrió paso en las cristalinas aguas del crepúsculo con colores de arcoíris que producían los reflejos del sol en su amada patria llamada Venezuela. Pensó en todo lo que dejaba atrás, en sus hijas, sus padres, hermanos, en sus amigos entrañables que lo acompañaron y fueron bastantes en su lucha por la liberación de su país. Pensó en los amores de aquellos días plenos de sol, en los días de lluvia, en la aurora y tal vez en el retorno a la vida para continuar luchando y afirmarse sobre la tierra.
Desde aquí sumido en la mas profunda tristeza y entre sueños te deseamos que estés bien y con Nicolás Guillen podrás decir ‘…puros amigos venid a ver mi nombre, mi nombre interminable, hecho de interminable nombres, el nombre mío, ajeno, libre y mío, ajeno y vuestro, ajeno y libre como el aire, hijo de un país ardiente, cargado de sueños, puños metales, de dignidad y libertad’.
Duro recuerdo recordar lo que en la realidad no podemos ni debemos olvidar.
CHÁVEZ SIEMPRE Y PARA SIEMPRE PRESENTE.
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