I.
La primera indisciplina la comete la derecha golpista, lo hace contra la Carta Magna y la inteligencia del pueblo, pretendiendo darle a las elecciones del próximo 8 de diciembre, un significado diferente a lo que establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Andan negando que sean 335 elecciones con impacto municipal y quieren aparentar una elección nacional y sumar los votos como un plebiscito para sacar al Presidente Nicolás Maduro.
Solo del pensamiento atrasado puede salir idea tan absurda.
Ni la legislación, ni la cultura política de Venezuela, contemplan el plebiscito, esa es una categoría dictatorial. La matemática electoral no permite sumar votos que se emitieron para expresar preferencias diferentes, asociadas a territorios y jurisdicciones diferentes.
Siguen anclados en la época más rancia de AD y COPEI cuando elegían Presidentes de la Republica que nombraban Gobernadores y Presidentes de Concejos Municipales. Siguen pensando al revés, derrotar Alcaldes del Chavismo para sacar a Maduro.
II.
Otra indisciplina la cometen los que, llamándose chavistas, acataron disciplinadamente el método que anunció Nicolás Maduro para escoger los candidatos del Gran Polo Patriótico. Nadie se opuso a la cooptación en aquel momento.
Sin embargo, cuando se anunciaron los candidatos a ser inscritos ante el CNE, quienes no resultaron favorecidos se indisciplinaron y corrieron a inscribir su candidatura con la tarjeta de cualquier franquicia electoral de esas que pululan en Venezuela. Ninguna bandera ni eslogan los libera de la irresponsabilidad.
Cada candidato o candidata que salió de las filas del chavismo, al desconocer la orden de Maduro, que es nuestro líder como legado del Comandante Eterno, se convierte en un traidor, al igual de quienes lo financien y apoyen “bajo cuerda”. Aunque vuelvan con el rabo entre las piernas, jamás podrán gozar de la confianza de la revolución.
Su indisciplina es tal, que llegado el momento de una invasión a la Patria, también van a desobedecer las órdenes de Maduro.
La indisciplina política es una estafa al sentir del pueblo y una forma de corrupción ideológica.
III.
Entender esas dos muestras de indisciplina, es vital y básico para asumir posiciones, participar y actuar, tanto en el proceso de elecciones municipales del 8 de diciembre, como prepararse para venideros procesos electorales.
Mantengamos un debate lógico e inteligente sobre lo que significa sumar alcaldías en una u otra corriente política. Sinceramente eso no representa ningún poderío porque las alcaldías no se agrupan en ninguna instancia superior, simplemente son una referencia de la aceptación del nivel de cuadros o lideres medios de una u otra corriente, porque existen unos cuadros o lideres intermedios que se disputan las gobernaciones y unos líderes completos que se disputan la Presidencia y las diputaciones de la Asamblea Nacional.
Saquemos de la ignorancia a quienes hayan sido manipulados con la idea del fulano plebiscito que pregona el doblemente derrotado Capriles, no importa si votan por los candidatos de la oposición, pero que entiendan el verdadero alcance de las elecciones del 8 de diciembre.
Hablemos con los chavistas que son fanáticos y han sido manipulados por los “puros” y hagamos que entiendan que quienes montaron “tienda aparte”, no responden a un programa de Patria, sino que defienden sus intereses personales y por tanto, no garantizan la continuidad de la revolución bolivariana.
IV.
En esta larga pre-campaña hay que darle tratamiento revolucionario a la indisciplina que es tan dañina como la corrupción administrativa:
1. La dirigencia nacional del PSUV debe enfrentar políticamente la figura del plebiscito.
2. El PSUV debe expulsar a los militantes que saltaron la talanquera para inscribir su candidatura, a menos que la retiren.
3. Las bases del PSUV debemos denunciar y castigar el silencio cómplice de la dirigencia ante la indisciplina.
4. El Gran Polo Patriótico debe excluir a las organizaciones que tienen candidatos fuera de la alianza.
¡Muerte a la Corrupción, abajo la indisciplina!