Finaliza el 2013 con un conjunto de variables que han producido cambios drásticos en el país, en principio por la desaparición física del Comandante Chávez, líder indiscutible de la Revolución Bolivariana y sus repercusiones no solo en América Latina y el Caribe sino en el mundo entero, que dan signos vitales del carácter ya internacionalista del proyecto político emancipador. Además por haber iniciado un proceso de transición con unas elecciones presidenciales muy ajustadas que propiciaron intentos de desestabilización, por parte de los sectores más radicales de la derecha nacional, más identificados con las prácticas del fascismo que con las vías democráticas. Apareció también una guerra económica que ya se vislumbraba a finales de 2012, y que puso en situaciones de peligro al Gobierno Nacional, que en primeras instancias terminó cediendo ante algunas peticiones de la Burguesía, pero cuyos resultados terminaron siendo una inflación anualizada que superó los cincuenta puntos porcentuales, finalmente el Presidente Maduro avanzó de forma importante en una ofensiva sin precedentes contra la especulación y el acaparamiento que terminó por levantar el ánimo caído de la militancia Chavista, y le concedió una victoria importante en las elecciones municipales, que rompieron con la tesis del plebiscito planteado por la oposición y consolidó el Chavismo como una fuerza política en Venezuela, así como del liderazgo del Presidente Maduro.
No bajar la guardia
Aunque las últimas medidas adoptadas por el Gobierno Nacional dan muestras de una avanzada en el marco de la confrontación de clases, es importante no disminuir la intensidad de las mismas, garantizando un proceso de estabilidad de los precios, que no permitan volver a la espiral especulativa e inflacionaria, ampliando el espectro a otros sectores, en un combate frontal contra los altos índices de escasez registrados durante el último año.
Los peligros latentes
Si bien es cierto las últimas decisiones políticas en materia económica parecen ir más en la vía de Chávez que de una contra-reforma como se vislumbraba inicialmente, aun permanecen vigentes ciertos peligros que deben ser abordados en proceso de discusión colectiva, tales como: el incremento de la recaudación de impuestos sin definir el cómo, el aumento del precio de la gasolina, que aunque necesario debe realizarse sin prisa, de la forma racional y social más precisa posible como lo ha venido planteando el Presidente Maduro, el posible aumento de las tarifas eléctricas, la posibilidad del manejo correcto de divisas ahora expandido a aeropuertos y banca pública para el canje de turistas, la necesidad que se ha creado a los venezolanos de abrir cuentas en dólares para diversos trámites en el exterior, o los acuerdos del Estado con Trasnacionales como Nestlé, Samsung o LG. Todo esto se aparta de la posibilidad de construir un Estado Socialista.
Medidas Económicas en la Dirección Correcta
Lo que pretenden las escuelas del neoliberalismo es que la economía sea una actividad solo para los economistas, el respaldo que demostró la sociedad a las medidas económicas adoptadas por el Gobierno, bajo una lógica racional, demuestran la capacidad de tomar decisiones de carácter vital para la vida pública nacional con el apoyo del pueblo. Esto se concretó más adelante con los resultados electorales del 8-D.
El Modelo Económico Productivo
Más que definir el modelo de economía, resulta necesaria la definición del Productivo, ya que la alternativa al Capitalismo planteada por la Revolución en las Fábricas Socialistas, aún se encuentran lejos de aportar al socialismo, o de tener control obrero, y aunque no se puede generalizar no se podría hablar de eficiencia, mucho menos revolucionaria. Llegó el momento de dar el salto cualitativo, confiando en el Poder Popular y en sus distintas formas de expresión organizativa, fortaleciendo verdaderamente la economía social y propiciando nuevas formas de producción, en un gran proyecto nacional.
Socialismo o Socialdemocracia
Avanzar hacia el socialismo era lo que planteaba Chávez en el Golpe de Timón. No es una cuestión de radicalismos sino de justicia social, y garantía de independencia, que se comprende también en lo internacional, lejos de pactos políticos o económicos cuestionando el sistema capitalista. He aquí la gran tarea de las fuerzas revolucionaria en las tareas de crítica y autocrítica para virar siempre a la izquierda.
Un Partido realmente revolucionario
El Partido como un gran movimiento que se reconoce en diversidad de corrientes, es una tarea pendiente de la Revolución Bolivariana, que sustituya el viejo liderazgo por uno nuevo, no solo en nombres, sino en los métodos de hacer política así como en la formación que esta lleva consigo, de forma mucho más participativa y protagónica como rasgo que lo distinga de la vieja partidocracia, y que con ello termine de morir la expresión fehaciente de la democracia burguesa de la Cuarta República.
La definición del Chavismo
El Chavismo nadie podrá negar se ha consolidado, a pesar de la pérdida física del Comandante Chávez, ahora nos queda definir qué es, y solo de forma dialéctica, sin prepotencias ni populistas tampoco de élites puede imponerse tal definición. Solo debemos luchar para que esta fuerza política se encuentre lejos de un pacto de políticos o de clases, para evitar que siempre esté presente el peligro de la contrarrevolución al lado de los revolucionarios.
"¡Esta Revolución no tiene derecho a fracasar!”. Hugo Chávez