Ya despedimos el 2024, un año plagado de una profunda crisis política interna y de ciertas presiones de países foráneos a raíz de los cuestionados resultados del proceso electoral del pasado 28 de julio. A lo que se le suma, los densos problemas económicos y financieros del país, que colapsaron, en el segundo semestre del año, la estabilidad cambiaria y con esto al rebrote de la inflación. Dos hechos que han golpeado duramente los menguados ingresos de los consumidores venezolanos más vulnerables, muy especialmente los millones de jubilados y pensionados del país.
La inestabilidad cambiaria la dibuja muy bien la brecha cambiaria que cierra el año 2024 en 27,34% (Bs.14,22 por dólar) cuando al final del año 2023, la misma había culminado en 8,82% (Bs.3,20 por dólar). Esto se explica por la escasez de dólares en las arcas del BCV, por el incremento notable del precio del dólar oficial, a lo largo del 2do semestre del año, que culminó el día 30/12/24 en Bs.52,0271 por unidad. A esto se adiciona, la pérdida del valor del bolívar en el mes de diciembre de 8,28% y en todo el año 2024 de 30,88%.
Esto último, como es lógico de esperar, se ha traducido en más inflación. Aunado a lo anterior, el precio del dólar libre o paralelo jugó un papel determinante en este escenario político y económico turbulento y confuso, ya que el mismo por su fuerte escalada culminó el año 2024 en Bs.66,25 por unidad y arrastró consigo una mayor depreciación para el bolívar que se cifró en el mes de diciembre en 15,17% y a lo largo de todo el año en 40,94%. Ahora bien, hay que entender que en el tablero cambiario, lo que pierde uno lo gana el otro, por lo que la moneda estadounidense, en detrimento del bolívar, se revalorizó en el año 2024 en 44,68% en el mercado oficial y en 69,31% en el mercado libre o paralelo.
El banco central no pudo detener la fuerte escalada del dólar paralelo a pesar de haber vendido 5.609 millones de dólares en el año, y de este monto destino en el 2do semestre de 2024 la cantidad 3.904 millones de dólares. Las perspectivas para el año 2025, que comienza mañana 01 de enero, no son muy halagadoras para el país, fundamentalmente por el tema político y su impacto en el área económica y financiera. ¿Por qué lo decimos?
En algunos medios digitales factores políticos de la oposición que adversan o mejor dicho que son enemigos frontales del actual gobierno, han solicitado públicamente al Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica intervenir en el país a fin de echar por tierra la toma de posesión presidencial del actual mandatario nacional el próximo 10 de enero de 2025.
Algo sumamente peligroso por las consecuencias que trae consigo este tipo de evento bélico en cualquier país del planeta. Sin embargo, surge una gran incógnita por despejar aún, es que si EEUU estaría dispuesto hacer ese cometido a la par de los densos conflictos bélicos en los cuales interviene indirectamente o casi directamente, como los son: la guerra entre Rusia y Ucrania, la espeluznante tragedia armada que vive la población palestina en
la franja de Gaza de la mano del ejército israeli y el reciente conflicto que se escenifica actualmente en Siria, que provocó la salida de Bashar Hafez all Asad, donde participan los EEUU, una rama de Al Qaeda, Turquía e Israel. Todo es posible cuando desde la óptica de los EEUU se ven afectados sus supuestos intereses globales, cuando los mismos son las vías interoceánicas (como el Canal de Panamá), el petróleo, el gas, el agua y elementos de carácter estratégico de diferente índole como los chips que se producen en Taiwán. Un territorio insular que es reclamado por el gigante asiatico, China.