Ya son 2 años de ese tan triste 5 de marzo, recuerdo como si fuese hoy esa mañana que para algunos parecía otra común y rutinaria mañana, pero para otro era de esos días en que teníamos un presentimiento de algo que no sabíamos que, aunque no era secreto para nadie el delicado estado de salud de nuestro comandante supremo Hugo Rafael Chávez Frías, nunca perdimos la esperanza de que esta batalla como al igual que todas saldría victorioso, ya pasada las 10 de la mañana y aumentando ese presentimiento de no sé qué, nos reunimos un grupo de compañeros todos coincidiendo en esa sensación extraña de que algo estaba por pasar y que no estaba bien.
La mañana se desvanecía pero no ese mal presentimiento, aunque quien le escribe no les puede negar que en cada momento le pedía a dios que ese miedo interno inexplicable que no se tratara del comandante y si de ser asi su voluntad por la necesidad de hacer una revolución en el cielo, le permitiera al pueblo estar preparado ante insustituible perdida, pasado el mediodía quizás minutos más o minutos menos veía (no recuerdo si en cadena Nacional) al presidente Obrero y el equipo de ministro trabajando, como Chávez lo ordeno, como Chávez nos enseñó, sin embargo sus rostros reflejaban y ratificaba mi miedo de que algo no estaba bien aunque todavía con la esperanza de que el comandante saldría de esta dificultad como siempre nos acostumbró.
Llegando las 2 de la tarde sin ánimos de nada volví a mi sitio de trabajo con la disyuntiva de si esconderme con mi tristeza o asumir mi responsabilidad en las aulas con la valentía que nos enseñó el Chávez del 4 de febrero asumiendo el por ahora, recuerdo que aunque asumí como si fuese una orden directa de mi comandante Chavez todo el ambiente de clase era de incertidumbre y preocupación ya que los rumores corrían constantemente, solo recuerdo que le alcance a decir a mis estudiantes palabras más palabras menos, “ Muchachos no le voy a negar el mal presentimiento que tengo un mal presentimiento pero pase lo que pase recuerden que hace 14 años, este pueblo que ocupa estas aulas, que está en nuestra universidad, era invisible, hoy es protagonista se su proceso de cambio”
Luego de llegar a mi casa paso lo que nadie pensó que pasaría, lo que nadie quería que pasara, Nuestro Comandante Chávez Cambio de paisaje, tal vez para dios no era suficiente tener a Bolívar, San Martin, Sucre, sino que necesitaba a Chávez para hacer una revolución en el cielo, al escuchar la noticia en cuestiones de segndos pasaron tantos recuerdos tantas órdenes del comandante sin cumplir porque nos acostumbramos que el resolvía todo, sin embargo hoy más que nunca este hijo que en tiempo de la IV república lo sacaban de clase por no tener para pagar la mensualidad del liceo, que formo parte de esa población flotante de bachilleres sin cupo, y que hoy gracias a ti ese muchacho del cual no se esperaba nada, no solo culmino sus estudios sino que hoy tiene la responsabilidad de formar profesionales para la patria, como aquel día 5 de marzo pasada las 4 pm te ratifico, que cada minuto que me quede de vida (aunque tal vez no sean suficientes para agradecerte) rendiré honor a tu legado y a tu sueño de construir una patria bonita, ni Bolívar ni Ali, ni tu araron en el mar, aquí está un pueblo firme, leal, y valiente, que no dará descanso a su brazo, ni reposo a su alma, hasta romper las cadenas del capitalismo que no declina en su sueño de volver a entregar la patria al imperio norteamericano. Hoy más que nunca este pueblo se mantiene en constante Unidad lucha batalla y victoria
Los que mueren por la vida no pueden llamarse Muertos…….
Viva Chavez carajo
*Profesor UNESR Bolivar
marceldoubront@gmail.com
