Los acontecimientos de estos últimos días evidencian una vez más la calaña de los cabecillas de oposición que pretenden tomar por asalto la Asamblea Nacional (AN) para detener la transición hacia el socialismo, en democracia y en paz.
Evidencian también que hoy más que nunca tenemos que impedir que aprendices de terroristas, fantasmas de la IV República, sifrinos pitiyanquis, burgueses improductivos y lambuceos lleguen a la Asamblea a intentar un golpe parlamentario y a “deslegislar” lo legislado por el chavismo
La Asamblea Nacional es elemento clave de nuestra Revolución Bolivariana democrática, humanista y pacífica. Es la instancia que genera las normas, aprueba y controla el uso de los recursos que los venezolanos invertimos en la transformación profunda de nuestro país.
La Asamblea Nacional es la instancia que le da soporte y respiro al Presidente Maduro quien - acompañado de una institucionalidad viciada destinada a auto pulverizarse, de una Fuerza armada en proceso de transformación y de un Poder Popular aún embrionario - hace lo imposible por dar continuidad al legado del Comandante Hugo Chávez. Defiende a Venezuela de los ataques del capital sionismo internacional, lucha por satisfacer las necesidades de la mayoría, fomenta la participación y empoderamiento del pueblo. Enfrenta la delincuencia organizada y el paramilitarismo y trata de transformar a la Venezuela rentista en un país productivo. Trabaja duro, hace su tarea, acierta y se equivoca, como todos.
¿Y nosotros? ¿Nos vamos a quedar viendo los toros desde la barrera? o le bajamos dos a la comodidad, las quejas, las críticas y nos dedicamos a hacer lo que nos corresponde en pro de un triunfo aplastante el 6-D.
En particular creo que los comunicadores, además de cumplir con las obligaciones de nuestra militancia, tenemos que divulgar, de manera concisa, entretenida y hasta cantada, información que ayude a los más jóvenes a comprender las circunstancias por las que atraviesa nuestro país así como a entender su importancia y responsabilidad en la construcción del futuro de Venezuela y los venezolanos.
Tenemos que estimularlos a votar para lograr la mayoría en la Asamblea Nacional, indispensable para la continuidad pacífica del proceso y la erradicación del terrorismo y la cultura de violencia que el imperio y sus cipayos pretenden imponernos.