Ni Maduro, ni Diosdado, fue mi culpa

Quienes simpatizamos con el chavismo, creo que no hemos asimilado la andanada de golpes que recibimos por parte de la oposición en las pasadas elecciones legislativas. Como “Canuto” estamos mal. Las piernas están débiles, porque la andanada de golpes, la recibimos en la cuerda y nos lanzaron de todo tipo. Pero, esa no es razón para decirle, ni Adiós, ni Bye, Bye al chavismo, por si acaso.

Vendrán otras peleas y eso requerirá de ciertos cambios en cuanto a mejorar y renovar las estrategias comunicacionales; así como del trabajo particular y preocupado de cada gobernador y alcalde por la satisfacción de las necesidades de sus gobernados, que podría redundar en mejores resultados electorales para el futuro; igualmente, debe generarse una renovación ministerial, entendiéndose por caras nuevas, comprometidas con la revolución. Nuestras universidades, aun deben egresar profesionales con esas características. Sospecho, que ya debe haber un cansancio de estos ministros, que parece habérseles agotados las ideas, aun cuando tengan como guía el Plan de la patria. Además, quien mucho abarca poco aprieta. Debe acabarse el acaparamiento de ministerios y otras instituciones públicas. Debe buscarse la especialización como requisito para dirigir un ministerio o cualquier ente público. “Zapatero a sus zapatos”

Hay que buscar la forma de reconquistar a quien le está dando la espalda al chavismo, pero de una forma concreta, comprometida que le genere confianza nuevamente en los objetivos de la revolución y, donde las prebendas no sean la recompensa para que permanezca dentro del chavismo. Hay que mantener un seguimiento en vivo y directo del chavista a través de las redes comunales, satisfaciéndole sus necesidades básicas, para que no esté pensando en otras alternativas.

Además, para época de elecciones, hay que evitar los inventos matemáticos mentirosos del 1x 10, que es el equivalente a las planas que una vez utilizó la oposición para exigir el revocatorio al Comandante Chávez. Es muy fácil mostrar el 1x10 como una tarea que se desprende de las datas de universidades. Es decir, se toman 10 personas al azar y cuando pidan la tarea, se muestra, y como se sabe que no revisarán ni constatarán esa información, esto le da al líder la idea de que están sumando supuestos votantes, cuando la verdad es otra. Ese 1x10 debe erradicarse porque nadie está exento a cometer desde un pequeño a un gran fraude. Se deben sincerar los registros de chavistas, pero no solo eso, sino comprometerlos, ideológicamente, con la causa.

Me extendí demasiado, pero lo que quería decir, ante lo sucedido el 6D, es que ni Maduro, ni Diosdado tuvieron la culpa de esos resultados. Todo fue mi culpa, porque dos veces, coloqué una talanquera para que la saltaran los que quisieran de la oposición, pero fracasé rotundamente, porque la saltaron al contrario, es decir, del chavismo a la oposición, pero claro, no me había percatado que a un lado de la talanquera, alguien, en un descuido que tuve, puso un paquete de harina pan y un rollo de papel higiénico y, en efecto, todos saltaron hacia allá. Por eso digo, que fue mi culpa.

 



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Jesús Rafael Barreto


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