Tenemos que ir a la transformación radical de la Sociedad a través de una nueva Reforma del Estado y una Constituyente.. El carácter populista que ha tomado la revolución socialista es una tarea a definir por el Capitalismo de Estado que ha tomado bajo la dirección del presidente Nicolás Maduro Moros, que, escuchando a sus asesores se ha desviado del Legado del verdadero autor de los principios democráticos en ésta etapa política de la Venezuela post- modernista, como lo es Hugo Chávez Frías.
El CNE, se esta prestando a la violencia silenciosa, juega con los principios democráticos del país, sabemos, que todos en las colas de mercados vociferan del presidente obrero y piden un revocatorio y más de tres millones de oficialistas apegados al Legado, piensan lo mismo. Por lo tanto negarse es propiciar una lucha de clases entre pueblo y pueblo. Hay un deseo popular, más allá del populismo y ese sentir se presiente en las calles de Venezuela, el pueblo tiene hambre y no soporta los precios del mercado.
Estamos frente a una devastación económica y financiera que quebranta los objetivos de la revolución. Y la impunidad sigue sus correrías por las instancias legales del país.
Estamos, ante una perspectiva histórica de reforma y cambio social y tenemos que ir a una nueva lucha democrática con contendores que reflejen el verdadero ámbito político del comandante Chávez, se debe emplazar los conceptos y convocar a los partidos políticos a un nuevo espectro democrático.
El CNE, debe entregar las planillas y no resistirse a los cambios, siendo un organismo independiente como concepto, pero, bajo la representación de dirigentes adscritos a organizaciones partidistas.
Es el momento de asumir las referencias sociales y afrontar el socialismo en su realidad y apartar a los traidores y portadores del libre mercado que, tanto daño le ha dado a nuestra economía.