¿Se sienten igual?

Antes de empezar, quiero clarificar que aquí no quiero insultar a nadie, ni denigrar a nadie, no es mi intención, solo quiero expresar cómo me siento, y decirlo de la manera que lo siento.

Posiblemente otros venezolanos y venezolanas se sientan así también.

(Nota: Aunque nací en Canadá, soy venezolano.)

Bueno, varios lectores me han escrito con mucha preocupación sobre lo que está ocurriendo hoy en Venezuela, y sobre el hecho de que no he escrito mucho recientemente, les responderé cuando pueda, disculpen el retraso, y gracias.

Las razones por las cuales no he escrito mucho últimamente son varias, incluso el hecho de que aquí donde he estado trabajando/viajando, en los estados de Táchira y Mérida, están ocurriendo muchísimos actos de saboteo a los sistemas de la fibra óptica, lo cual ha cortado las comunicaciones, el internet, y también ha cerrado muchos bancos.

Sin internet se me hace muy difícil escribir y responder a los lectores.

Otra razón es porque debo ahora pasar mucho más tiempo ganándome la vida --- aunque sea muy sencilla --- porque nada funciona como debe funcionar, y la oposición antichavista no nos deja trabajar, lo cual requiere más tiempo, y muchos más gastos (debería mandarles la factura a la oposición venezolana por bloquear las calles), lo cual implica más trabajo para cubrir las pérdidas.

Bueno, la otra razón es la siguiente.

Solo voté dos veces en mi vida:

1) una vez en el referéndum para la separación de Canadá de la provincia francesa de Québec bajo el liderazgo del Revolucionario Rene Levesque, una persona básicamente no política al estilo de Chávez, y

2) una vez por Chávez en el 2012.

La razón que no voto en elecciones donde los candidatos son políticos al estilo occidental --- no voté tampoco en las elecciones del 2013 y 2015 aquí en Venezuela, y tampoco votaré para la constituyente --- es porque no creo en el sistema político occidental.

Por nada.

Mucha gente cree, muy equivocadamente, que el sistema político que conocemos en nuestros países occidentales (eurodescendientes), es el único tipo de sistema político que existe, o el mejor, pero esto es falso.

Existen otros sistemas que son mucho más humanos y funcionales, y que son más enfocados en el bienestar comunal de la población que estar al servicio de las elites capitalistas, religiosas, o políticas, y sus mafias.

Existen y han existido durante la historia de la humanidad diferentes tipos de sistemas políticos, y por suerte he podido participar/compartir en [tres] sistemas que no son de tipo occidental:

1- uno siendo los sistemas políticos comunales de las comunidades Cree de Eeyou-Istchee (en el norte de Canadá) y de los Mohawk de Kahnawake, cerca de Montreal, otro,

Ver: https://en.m.wikipedia.org/wiki/Grand_Council_of_the_Crees

2- un sistema de jefes tribales en una comunidad apartada y remota de afrodescendientes, y

3- otro fue en Arabia Saudita, donde el sistema político tenia tres componentes de poderes públicos simultáneos, el componente real (el rey, los príncipes, etc.), el civil, y el religioso.

Empecé a participar en los procesos políticos tribales en Canadá cuando tenia 13 años de edad con los Mohawk de Kahnawake, y a partir de ese momento perdí todo respeto para los [podridos] procesos políticos occidentales, así como los que existen en todas las Américas hoy (incluso Venezuela) y en casi toda Europa y sus colonias.

Pero, cuando Chávez estaba en el poder (igual a Levesque), aunque él tuvo que obrar dentro del podrido sistema político venezolano --- podrido como en cualquier lugar donde se practica este tipo de sistema --- él siempre hacia todo lo posible para alejarse de él, y de enseñar la importancia de no caer en las trampas e influencias de la política tradicional y de la enfermiza politiquería sucia y sus mafias e intereses.

Por eso admiraba a Chávez, y a Rene Levesque, pero no a Maduro.

Ahora, eso dicho, una de las principales razones por haber decidido de mudarme de manera permanente a Venezuela era porque aquí, bajo Chávez, existía la posibilidad única a nivel mundial de que una sociedad profundamente capitalista como la venezolana se trasformara, poco a poco, sobre un periodo de tal vez 3 o 4 o 5 generaciones, en un país soberano y autoproductivo no basado en la podredumbre de la política occidental nacional e internacional y sus mafias, pero más bien basado en nuevos y creativos sistemas políticos y económicos internos más radicales, naturales, y humanistas con repercusiones internacionales, siendo posiblemente [eventualmente] un ejemplo mundial para el mejoramiento del bienestar general de las poblaciones más desposeídas del mundo infectadas por el capitalismo.

(Desafortunadamente esa posibilidad parece haberse evaporado.)

Bueno, en Canadá, donde la política casi siempre ha sido representada por lo peor del ser humano, la codicia, la corrupción, la mafiosidad, la envidia, la mentira, el engaño, la hipocresía, la maldad, la violencia, etc., siempre fui totalmente antipolítico (no apolítico, pero antipolítico), y excepto por el movimiento Revolucionario separatista de Rene Levesque, siempre me negué a hablar, discutir, o participar en la política tradicional.

En Canadá, aunque tenia mucho que decir (escribir) sobre, principalmente, los abusos del "hombre blanco" contra los Indígenas, y el ocultamiento estructural de esos hechos, me negué a seguir escribiendo abiertamente porque:

1) podría haber puesto en más grave peligro a mi familia (eso ocurrió en el comienzo, y tuve que parar) ya que en Canadá no existe la libertad de expresión a menos de subyugarse a la voluntad política/económica/mafiosa del país, y

2) porque la sociedad en general está mentalmente y espiritualmente secuestrada por el poder político-económico del país, y a raíz de este hecho casi no existe el interés por parte de la población de abrirse a otras posibilidades, viven básicamente en miedo.

Bueno, ahora me encuentro otra vez en lo mismo, pero aquí en Venezuela, y eso afecta mucho mi escritura y mi voluntada de escribir porque yo no soy nada diplomático y no soy "políticamente correcto," lo cual me puede meter en graves problemas hoy, por ejemplo:

1- no puedo decir lo que quisiera sin poner en grave riesgo a mi familia, a Aporrea, y a otras personas que me conocen, y

2- una parte importante del país (posiblemente un 33% en mi estimación) está tan secuestrada mentalmente y espiritualmente por la irracional, racista, xenofóbica, violenta, y pervertida oposición antichavista, y otra parte (posiblemente un 33% también) por los ciegos y sordos aduladores de Maduro y sus compinches de la politiquería y de la "constituyente," que ya casi no importa lo que uno diga --- aunque sea perfectamente lógico --- porque de cualquier manera uno será atacado por ambos lados simultáneamente, siendo acusado de ser:

1- un "chavista comunista de mierda que merece la muerta," o

2- un "traidor a la Revolución."

Es tan grave el asunto ahora, que, en mi estimación, Venezuela bajo Maduro ha alcanzado el nivel de decadencia humana de la sucia política occidental que tanto se identifica con la política sucia de los países como por ejemplo Canadá, EEUU, el Reino Unido, Francia, España, Portugal, e Italia, donde la población está básicamente secuestrada por la infantilez, porfiadez, y mafiosidad de los grupos y personajes más rancios del país.

Maduro y algunos de sus ministros y compinches han estado gritándoles insultos y acusaciones a un montón de personajes y organizaciones opuestas al chavsimo, y a ex chavistas, y a "traidores," mientras que ex chavistas y "traidores" han estado gritándole a Maduro, y a otros chavistas, y maduristas han estado insultando y acusando a otros chavistas y a otros "traidores," etc., y ahora …

… AL PARECER, las mafias del gobierno están utilizando las más bajas tácticas de la sucia y enfermiza politiquería occidental para "exponer" a sus detractores, como por ejemplo en el caso de la fiscal general del país, Luisa Ortega Días.

¿Por qué no se expusieron sus "pecados" antes?

¿Por qué ahora?

¿Ah?

Eso es bajo. Muy bajo. Es Sucio. Muy sucio. En mi estimación.

(Nota: No apoyo, ni me opongo, a Ortega Días, no la conozco, no me interesa lo que ella tenga que decir, y no tengo ningún interés en su situación o condición porque ella obviamente forma parte de la politiquería. Ella es solo un ejemplo.)

Para mí --- y así me siento ---, esto aquí en Venezuela se ha vuelto, como en Canadá, en un total circo de payasos y alienígenas de todos tipos, como bebés en pañales con cuernos y colas, niños de dos años de edad con lentes mafiosos oscuros y lenguas de culebras, y diplomas universitarios, en piñatas, pero con bates de béisbol, cuchillos, y pistolas.

Así me siento.

Hay inflados chupasangres, disfrazados con flux de abogados, o vestidos de analistas, académicos, eruditos, y expertos, cumpliendo papeles en narconovelas y reportajes noticieros y documentales sobre cavernícolas, y comiquitas para embobecernos, y reality shows de sifrinos (momios) tratando de sobrevivir desnudos en las selvas de la politiquería, esperando ganar el premio del mayor malvado, sin más principios de vida que el propio egoísmo.

O algo así.

Así me siento.

Infantes, adolescentes, y malcriados, hijos de vagos, y vagos, y oportunistas, todos, o casi todos, recibiendo doble o triple salarios para hablar paja hasta que reciban sus jubilaciones, o hasta que terminen de invertir sus ingresos ganados a costilla del sufrimiento de la población más vulnerable, honesta, y trabajadora, a costilla de aquellos y aquellas inocentes que se paran --- para el bienestar comunal de nuestra sociedad --- a las 4 AM cada día para ir a trabajar, y que deben viajar en busetas sin guardaespaldas para salir a producir mientras que los políticos hablan pendejadas, escupen, lanzan piedras, mienten, y engañan.

No todos son así, pero la inmensa mayoría sí los son, hoy, sin Chávez.

Desafortunadamente eso es lo que siento y veo aquí en nuestra Venezuela de hoy sin Chávez, igualito a Canadá (Québec) sin Levesque, no hay seriedad.


Como venezolano, esa es mi opinión personal, y así me siento.

¿Se sienten igual?



Esta nota ha sido leída aproximadamente 3650 veces.



Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

Visite el perfil de Oscar Heck para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:


Notas relacionadas