Para la elección de la ANC… Con sorna y un rictus incalificable en su rostro la anuncia cada noche… Y uno se pregunta: ¿Una cuenta regresiva para qué? ¿Para qué se inicie una danza macabra de sangre y detritus de piel humana? ¿De tejidos destrozados y miembros desencajados? ¿O un treno indetenible de muerte y desolación? ¿O para que el alcohol, el éter fétido, las jeringas y la gasa se agoten en los hospitales? ¿Y las huellas de la inmundicia de los destrozos, la pestilencia de la herrumbre y el hollín cubran nuestras calles?
¿Una cuenta regresiva para qué? ¿Para qué nadie sepa darle respuesta al amortiguado llanto y a los ojos hinchados de las madres? ¿O a los niños huérfanos que ríen y corren, y no entienden lo que sucede? ¿O a los guardias nacionales y las policías que enfrentan automáticamente hermano contra hermano? ¿O a los enfermeros y a los camilleros que fuman un cigarrillo para distraer el agotamiento?
¿Una cuenta regresiva para qué? ¿Para qué la charca inmutable de la violencia recoja los cartuchos de las bombas lacrimógenas, las piedras, los vidrios y los hierros de las confrontaciones? ¿Para qué las ambulancias expandan sus gemidos de dolor y lamento? ¿Para qué las funerarias hagan su agosto y las urnas pasen a ser productos de primera necesidad? ¿Para qué el tiempo se vuelva breve y miserable, y los espacios desolados y turbios?
¿Una cuenta regresiva para qué? ¿Para qué las miserias humanas afloren? ¿Para qué los fanatismos, el odio, la intolerancia, la desconfianza, sean el único plato servido en las mesas de nuestras casas? ¿Para qué los males, las angustias, la zozobra, el hambre sean el único clima y la única vegetación a la cual tengamos derecho? ¿Para qué las vigilias y las colas en las comisarías y en las morgues se vuelvan costumbre?
¿Una cuenta regresiva para qué? ¿Para qué las bandas criminales, que cuentan hasta con 70.000 jóvenes armados, en los barrios, se embriaguen en un festín de drogas, saqueos y anarquía? ¿Para qué los extremistas, de lado y lado, satisfagan sus ansias lúgubres de inmortalidad? ¿Para qué la muerte sea el principal cultivo y el amasijo de los destrozos el principal abono?
¿Para qué la cuenta regresiva? Explícaselo, Diosdado, al país. ¡Explícaselo! O, quizás usted, Presidente Maduro. Ustedes son gobierno… ¿O me equivoco?
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