En estos días de proceso constituyente, en el cual soy candidato con el número 7 dentro del sector Pensionadas y Pensionados en el estado Nueva Esparta, retumban las palabras de José Félix Ribas tras la Batalla de La Victoria, aquel 12 de febrero, en la que venció las tropas realistas comandadas por el General José Tomás Boves, obteniendo el título de Vencedor de los Tiranos, "No podemos optar entre vencer o morir, necesario es vencer", ya que una derrota podría significar el fin de la opción patriótica. La historia nos coloca de nuevo en una encrucijada: no podemos perder.
La postura violenta de la parte más visible de la oposición obliga a una votación masiva el próximo 30 de julio. No lograr una masiva asistencia a los centros electorales es dar paso a una mayor escalada de muertes inútiles, pues la fracción de la oposición que se impone mediáticamente, esa que llama a matar hasta la última secretaria de una oficina del gobierno chavista. Sobran los llenos de odio que cumplirán con este llamado hecha desde un programa de televisión.
Es cierto que el proceso bolivariano se ha llenado de errores los últimos años, es cierta la soberbia y la prepotencia de nuestra dirección, es imposible ocultar la intolerancia de importantes voceros del chavismo, la corrupción, el matrqueo, el cuánto hay pa´eso; pero los rechazos a estos oscuros lunares en el proceso no nos pueden llevar a bajar la guardia para que el fascismo en su expresión más criminal haga de las suyas. No habrá tiempo ni posibilidad para arrepentirse de no haber ido a votar por la Constituyente el 30 de julio.
No podemos dejar nosotros, militantes de la vida y de los sueños, que por los errores, la indolencia y las debilidades de una parte de la dirigencia el pueblo sufra las consecuencias negativas. Los habitantes de nuestros barrios, lo que vivieron ocultos por años, no pueden pagar por la demostrada incapacidad de un General como Carlos Osorio o los desastres administrativos dejados por un Merentes.
Hay que apaciguar la incomodidad que nos causa la libertad a medias de Leopoldo López, asumiendo que los líderes más importantes del mundo, empezando por Bolívar, debieron negociar en alguna oportunidad para tomar un respiro y avanzar. Hay que tragar duroi y hacerse el loco ante algunos candidatos a la Constituyente que celebraron el Golpe de Estado del 2002 y hoy quieren colocarse a la cabeza con sus franelas rojas.
Volvemos a José Félix Ribas: "No podemos optar entre vencer o morir necesario es vencer ", para recordar que la Constituyente a lo interno puede ser un instrumento para que el Poder Comunal como poder originario, como poder popular, desplace a los reformistas que retardan el avance hacia el socialismo. Puede ser la oportunidad para que el poder popular empiece a desmontar el burocratismo, desenmascarar a los oportunistas y abrirse paso con nuevos aires a cumplir con el legado del Comandante Chávez.
Entre los aspirantes a ir a la Constituyente hay muchos camaradas con el propósito de transformar, construir, sembrar socialismo. "Inventar o errar", nos dice Simón Rodríguez, y se trata de inventar para construir lo nuestro o seguir errando en copias de otros modelos o, lo peor, en copiar lo más degenerado de la democracia burguesa: la corrupción, el maltrato a la gente y el uso del pueblo para canalladas.
La Constituyente debe tener apoyo del pueblo, pero eso no se logar con anuncios y más anuncios.