Para el momento en que escribimos estas líneas, estamos a pocas horas de la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente. Con la diferencia de un día de la conmemoración, hace 18 años y en las instalaciones del Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela (UCV), se instalase una Asamblea Nacional Constituyente también. A veces pareciera que los ciclos históricos tendieran a repetirse.
Asimismo, ya los resultados de los pasados comicios a esta Asamblea Nacional Constituyente han venido siendo publicados en el portal del Consejo Nacional Electoral (CNE). Vaya desde acá nuestro reconocimiento al Poder Electoral, que ante el asedio y el ataque del fascismo, da garantía de credibilidad y transparencia de nuestros resultados electorales.
Ahora, una de las reflexiones, luego de cinco (5) días de la celebración de estos comicios, hay que hacer otras consideraciones, necesarias, no con el ánimo de auto flagelarnos, pero sí para mejorar cosas dentro de nuestra Revolución.
Sin duda que la maquinaria es todo un tema. En la mayoría de los casos, y por la forma como este proceso se dio, la mayoría se alineo con el número 1, o en su defecto con números bajos. Sin duda nuestro pueblo salió a cumplir, y para no enredarse, en la mayoría de los casos votó por esos números.
Si bien, este tipo de mecanismos a mi criterio, no son ilegales y políticamente pueden ser utilizables, éticamente debe implicar una Revolución. Además que refleja que aún falta mucho para poder de verdad tener en puestos y cargos de elección popular a una mayoría verdaderamente revolucionaria y patriota.
Ojo, eso no desmerita ni el altísimo porcentaje de participación que se dio el pasado domingo, ni de la calidad y el compromiso de muchos revolucionarios y muchas revolucionarias que fueron electos y electas como constituyentistas. Ahí está, por ejemplo, María Alejandra Díaz Marín, camarada y amiga personal, colega al cubo, a quien le sobran méritos para ser constituyentista, y su elección está más que merecida y se la gano en base a esfuerzo, compromiso y trabajo por esta revolución.
Incluso me permití felicitarla, y así como ella, muchos y muchas de los y las constituyentistas que llegaron.
Pero si creo, que dentro de nuestro proceso revolucionario, debemos desterrar de una vez por todas el sectarismo y el grupismo que nos carcome. En un artículo anterior, señalaba y reconocía que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) como partido creado por Hugo Chávez, es un partido- maquinaria diseñado para ganar elecciones. Eso lo comprendo y hasta lo acepto, puesto que decidimos hacer la Revolución por la vía pacífica y bajo la legalidad burguesa aún imperante, con todos los riesgos de desviación y reformismo que esto pudiera implicar. Pero también señalé que ahora debe el PSUV convertirse verdaderamente en lo que el Presidente Chávez esperaba de esa poderosa organización: Convertirse en el partido que haga la Revolución Socialista en Venezuela.
Pero tampoco es menos cierto que hay otros que habrá que aceptarlos “bajo el beneficio de inventario” como se diría en el argot jurídico. De todas maneras, esperemos que se instale la Asamblea Nacional Constituyente, para poder evaluar su desempeño.
También es importante destacar que a diferencia de 1999, vamos a una Asamblea Nacional Constituyente en un escenario de guerra. En 1999, estuvimos en una Asamblea Nacional Constituyente con una oposición férrea, más no tan violenta como la que tenemos hoy en día. Esto, porque sin duda en esos momentos, la derecha no conocía bien a Hugo Chávez y cuál era el proyecto político que enarbolaría. Chávez, en 1999 era toda una incógnita para la derecha, y por eso, dejaron que propusiera el referendo consultivo y se eligiese a los constituyentistas. Después que el proyecto de Constitución de la República Bolivariana de Venezuela fue sancionado por la Asamblea Nacional Constituyente y se iba al referendo aprobatorio de la misma, fue que ellos se activaron y opusieron a esta Carta Magna, la cual aprobamos hace 18 años.
Además de ello, la revolución es mucho más que el PSUV. Nadie en su sano juicio puede negar el importantísimo aporte que Chávez y cuadros del PSUV han hecho en pro de la Revolución Bolivariana. Pero, no es menos cierto también, que la Revolución es mucho más que el PSUV y no es solamente el PSUV. Hay otras organizaciones políticas como Patria Para Todos (PPT), Partido Comunista de Venezuela (PCV), Nuevo Camino Revolucionario (NCR), Unidad Popular de Venezuela (UPV), PODEMOS, IPCN, ORA, PSOEV, Movimiento Electoral del Pueblo (MEP), Movimiento Revolucionario Tupamaro, REDES, CRV, entre otras, más movimientos sociales no partidistas, que si bien pudieran no aportar tanta “cantidad” como algunos piensan, aportan calidad y cualidad, que son elementos también muy necesarios en la construcción de un proceso genuinamente revolucionario
Será que hago este comentario, porque conozco a muchos dirigentes de esas organizaciones aliadas, me une una relación de afecto, de afinidad ideológica y hasta familiar en algunos casos, pese a mi pertenencia al PSUV.
Recordemos que luego de que el triunfo electoral del Comandante Hugo Chávez se hizo inevitable, la derecha trató de cooptarlo, de “domar al bicho”, como el mismo gigante en alguna oportunidad nos dijo. Y después, cuando la derecha se dio cuenta de que el “bicho” salió “bien bicho”, es que activan el golpe del 11 de abril de 2002, el paro- sabotaje petrolero de ese mismo año y comienzos de 2003, y todas las intentonas violentas y fascistas para tratar de derrocarlo. Hasta que, a través de la irradiación o inoculación biológica de un cáncer, nos lo asesinaron.
Todo lo vivido hasta ahora con el Presidente Nicolás Maduro, ha sido producto de toda una conspiración de los poderes hegemónicos imperiales, que a través del dominio del espectro global, pretenden recolonizar a nuestra Patria. De ahí, la activación de este desencadenante histórico que llamamos Asamblea Nacional Constituyente.
Y como la guerra que se vive en nuestra Patria ha sido tildada de no convencional, porque nuestros enemigos están adoptando medidas no convencionales, pues la respuesta de la Revolución Bolivariana, de su Gobierno y sus bases sociales, no puede ser convencional, si no adaptada a estas circunstancias complejas, duras y difíciles que nos ha correspondido vivir y afrontar.
Y esto porque si los sistemas de dominación del capital son múltiples, pues la forma de emanciparnos debe ser también múltiple.
Y sin duda debemos prepararnos. El fascismo criollo en coordinación con sus pares internacionales pretenden escalar la violencia en nuestro país, activando en esta fase toda una serie de ataques y asesinatos selectivos. Ya algunos eventos de esta semana, como el hallazgo del cadáver del periodista José Daniel Hernández, del semanario de derecha “El Nuevo País”, y el ataque con bomba a la embajada del reino de España en Venezuela, así lo confirman.
Hasta el mismo Presidente de la República, Nicolás Maduro, lo advirtió hace un par de días: Se prepara una agresión económica, política, diplomática y militar en contra de Venezuela. Así que estemos preparados ante estos escenarios, y de ahí la importancia de esta convocatoria a esta Asamblea Nacional Constituyente.
Una vez que tengamos algunas apreciaciones con respecto a los resultados de los comicios de la Asamblea Nacional Constituyente (los cuales evaluó en estos momentos) , los compartiremos con todas y todos ustedes.
Pero, recordemos: “En guerra avisada, no mueren los soldados, y si mueren es por descuidados”.