PSUV, un enorme desafío histórico (III)

Bien puede ser que lo de desafío histórico aparezca como un lugar común al que se recurre para explicar una circunstancia o proceso político excepcional.

Sin embargo, en el caso de la constitución del Partido Socialista Unido de Venezuela, no lo es. En verdad, la configuración del PSUV conlleva un tremendo reto histórico para los lideres y militantes de la revolución bolivariana y la construcción de nuestro socialismo endógeno y latinoaméricano.

La dimensión del desafío histórico planteado por el contexto derivado de la reelección del Presidente Chávez, el pasado 3 de diciembre, con la enorme votación a su favor, se perfila claramente con tres hechos de inocultables implicaciones revolucionarias para lo que será el rumbo de nuestra nación, en el mediano y largo plazo.

Tales eventos, protagonizados por el Primer Mandatario de la Nación, dan la media de lo que se viene como gestión transformadora socialista.

Hablo de la inciativa para crear en un término prudencial, sin dilaciones ni maniobras politiqueras, el Partido Socialista Unido de Venezuela - PSUV; de la salida del espectro electromagnético de ese veneno mediatico que se llamaba RCTV, por la no renovación de la concesión, que constiuye una excelente noticias para todos los venezolanos, dada la función contrarevolucionaria y golpista de este siniestro y descomunal aparato ideológico burgues ; y del cambio en la denominación a la Fuerza Armada, para que en adelante se llame Fuerza Armada Bolivariana, con un Ejercito Bolivariano, una Armada Bolivariana, una Fuerza Aerea Bolivariana y una Reserva Bolivariana, ademas de los planes ideológicos y políticos para consolidar el dispositivo de la resistencia y defensa de la República, frente a los archiconocidos planes de la potencia imperialista.

La creación, organización y puesta en marcha del PSUV es la columna vertebral de todo el proceso que se viene. Su existencia y acción unitaria, es crucial para la defensa de lo que se ha hecho en los últimos 8 años de revolución.

Y es aquí, donde, a mi juicio, esta la clave de todo este asunto.


La revolución venezolana bajo el liderazgo del Presidente Chávez y la sostenida participación de inmensas multitudes ha significado un tremendo viraje histórico para los pueblos latinoamericanos y del mundo. Dicha revolución ha ocurrido despues de haberse proclamado el fin de la historia, el triunfo de la democracia liberal y del mercado, como sintesis de la civilización y perfección humana, al decir de K. Popper.

Ha ocurrido en circunstancias en que la idea y la experiencia del socialismo, tras la caida de la Union Sovietica y otros paises socialistas, se presentaban como una aberrante pesadilla que traumatizó el progreso humano. Como una desviación autoritaria y totalitaria, contraria al paradigma de la democracia formal entronizada despues de la revolución francesa. La propaganda burguesa construyó, a partir de la derrota circunstancial del mundo socialista, la más repugnante y distorsionada versión de las conquistas obreras y populares, con el fin de desterrar de la conciencia de los explotados la idea de la liberación social del yugo capitalista e imperialista. Pleno empleo, salarios adecuados, educación, salud, pensiones y previsión social, garantizados por el socialismo, han sido objeto del ataque sostenido desde la contrarevolución ultraconservadora de Regan, Tatcher y Pinochet, que implantó la formula del mercado, de la libre oferta y demanda, como único y exclusivo mecanismo del desarrollo social.

Más importante todavía, la revolución bolivariana emerge como un soporte invaluable de la asediada revolución cubana, como un referente de la movilización continental contra el modelo neoliberal y la hegemonía imperialista.

Lo ocurrido en nuestra nación, en los últimos años, ha sido una luz de esperanza y optimismo para millones de latinoamericanos, que identifican aca una alternativa progresista al desastre de las democracias neoliberales y los régimenes de camarillas putrefactas que gobiernan en beneficio exclusivo de la plutocracia, las mafias, las multinacionales, los banqueros y terratenientes. Suficiente con observar lo que pasa en la vecina Colombia, con el jefe narcoparamilitar Uribe Velez.

La vibrante lucha de las masas populares bolivarianas y el contundente liderazgo del Presidente Chavez, han sido el muro de contención de estrategias imperialistas demoniacas como el Area de Libre Comercio, los Tratados de Libre Comercio, las bases militares del Comando Sur, el saqueo de nuestros recursos naturales, la invasión a Cuba, el Plan Colombia y su Plan Patriota para barrer la resistencia guerrillera colombiana.

Venezuela bolivariana es un aliento y estimulo cierto de millones de latinoamericanos que empujan cambios en Brasil, Argentina, Mexico, Peru, Colombia, Ecuador, Chile, Nicaragua, Republica Dominicana y otras naciones de Sur América.

Venezuela bolivariana es una verdadera pesadilla para las élites oligarquicas del continente que proyectan un dominio perpetuo de sus naciones y sus pueblos, destruyendo cualquier proceso transformador y de cambios socialistas.

Es por esas circunstancias que la responsabilidad de los lideres y militantes revolucionarios de esta nación, es inmensa.

Parte esencial de esa responsabilidad es la atención adecuada que plantea el desafio de crear el Partido o movimiento político que gestione con acierto y contundencia las estrategias planteadas para profundizar la revolución y el socialismo.

Por muy traumático que sea asumir el reto planteado por la creación del PSUV, los revolucionarios y militantes del socialismo no podemos dejarnos paralizar por perplejidades o intrigas del adversario, en la materialización de esta esplendida iniciativa. Hay que conjugar inteligentemente una tradición gloriosa y abnegada de lucha popular con las nuevas realidades que hemos contribuido a crear por nuestro aporte militante. Esta revolución no callo del cielo ni ocurrió por azar de la história.

Justamente, en eso reside la riqueza del marxismo, del leninismo y de la teoria revolucionaria con sus multiples aportes en las últimas décadas, en su capacidad para valorar nuevos fenómenos y proceder en consecuencia, más alla de esteriles especulaciones o de disparates teóricos que empujan la pasividad y le hacen el favorcito a la derecha escualida. La Venezuela de hoy es diferente a la del dominio escuálido y cogollo, y eso exige obrar en consecuencia

Es justamente este patrimonio teorico y práctico el que induce la enorme sensibilidad y apertura de los comunistas venezolanos para asumir con toda seriedad y compromiso el reto de la conformación del Partido Socialista Unido de Venezuela.

La convocatoria a la militancia y la realización de un congreso extraordinario, no tienen una interpretación distinta que la de contribuir en términos racionales y sensatos en la materialización de este hecho político convocado por el liderazgo presidencial.


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Horacio Benítez


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