La República Bolivariana de Venezuela, es objeto de estudio por los pueblos del mundo debido a su capacidad de resistencia contra las diferentes modalidades de guerra que ha implementado el imperialismo de los EEUU, en sus intentos por derrocar su Gobierno Constitucional, y apoderarse de los recursos energéticos y mineros que le pertenecen –Constitucionalmente- a dicho pueblo. La Unidad Cívico-Militar, obra primigenia del Comandante Hugo Chávez, se ha constituido en un muro infranqueable contra las diversas modalidades de guerras: psicológica-mediática-económica-cibernética-diplomática-cultural-militar, que han implementado las Administraciones de Bush-Obama-Trump, cuya única victoria apenas se reduce al derrocamiento del Presidente Chávez, hace 18 años atrás y por apenas 47 horas, que duraría en el poder el dictadorzuelo colocado por EEUU, según, para regir los destinos de esta pequeña pero poderosa nación, llamada Venezuela. La Revolución de Abril de 2002, trajo de nuevo al Presidente Chávez al Palacio de Gobierno, con un pueblo movilizado y con su única arma: un librito azul, contentivo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Aunque Usted no lo crea, esa fue el arma que empleó el pueblo venezolano para derrotar a los fascistas dirigidos desde Washington.
Hoy, al pueblo venezolano, su Gobierno, instituciones y Fuerza Armada Nacional Bolivariana, les ha tocado combatir no solo contra el imperialismo -que no ha cesado sus agresiones y bloqueo financiero contra el pueblo que vence las dificultades- sino que, un enemigo –microscópico- pero más poderoso que el imperialismo, le ha plantado combate a la Unión Cívico-Militar-Policial, se trata de Covid-19. Una vez, que la pandemia por coronavirus sometía la región de Wuhan, en China, y amenazaba con extenderse al resto del planeta, desde la propia sede imperial, en Washington, se frotaban las manos y pensaban que lo que no habían logrado por las diferentes modalidades de guerra híbrida, ahora sería posible gracias a Covid-19. «El país suramericano no cuenta con insumos, los hospitales se encuentran en «terapia intensiva» y el sistema de prevención es prácticamente nulo. La llegada de un caso de coronavirus en Venezuela sería un verdadero desastre.»(Panam Post, enero 2020), repetían al unísono, los medios de comunicación y ong´s financiados por el imperialismo, mal llamados: «libres», que solo repiten -una y mil veces- las mentiras que le ordenan difundir desde Washington. Incluso, esta misma semana de abril, el propio Departamento de Estado o Cancillería imperial, por intermedio del Secretario Pompeo, aún –cínicamente- manifestaba preocupación por Venezuela pese a que los venezolanos y venezolanas y el mundo en general, sí estamos preocupados por el pueblo de los EEUU, por la mala gestión que ha hecho Donald Trump de la pandemia por coronavirus y que ha colocado ese país, en la pirámide de todas y todos los enfermos por Covid-19, con un total de 622.380 (el 30 por ciento de la totalidad del planeta) y 47.707 muertes por causa de la pandemia, y todavía sigue en crecimiento exponencial a causa del privilegio que ha otorgado Donald Trump a la economía, y su negativa a decretar la cuarentena, único mecanismo posible –demostrado- para controlar la epidemia por coronavirus. Para el infortunio de Mr. Pompeo, hoy, EEUU vive una verdadera Catástrofe Humanitaria y así lo han entendido China y Rusia, países que hoy destinan importantes recursos médicos para ayudar –humanitariamente- a esa potencia, hoy vuelta añicos por Covid-19. Con solo contrastar la data de EEUU versus Venezuela, la dirigencia imperialista queda vuelta nada, ridiculizada. Apenas, 197 enfermos y 09 muertes, con una tasa de recuperación del 56 por ciento, cifras que hablan de la buena salud del sistema venezolano, integrado por Hospitales Centinelas y Centros de Diagnóstico Integral, todos de naturaleza pública y gratuita, a los cuales se han integrado un sistema privado de clínicas, para garantizar a la población venezolana un mínimo de 23 mil camas, acondicionadas –especialmente- para la atención del pueblo venezolano, que es atendido –gratuitamente- por médicas y médicos venezolanos y cubanos. Y, al igual que la atención al paciente enfermo, las pruebas de descarte de la enfermedad son igualmente gratuitas, y, a la fecha, 181.330 pruebas se han realizado, hasta el día de ayer 15 de abril. Eso, hace que hablemos bien de un sistema de salud que ha contenido la pandemia por coronavirus. Recordemos, que –desafortunadamente- los EEUU no cuentan con sistema alguno de salud, ya que lo público es inexistente, es contrario al mercado.
Esta batalla contra Covid-19, ha permitido al Gobierno Bolivariano construir con la ayuda de las directrices de la OMS, el apoyo logístico en insumos, medicinas y personal especializado de Cuba, China y Rusia, un Modelo de combate asimétrico contra Covid-19. Recuérdese, que Venezuela en los actuales momentos es objeto de un inclemente bloqueo financiero por parte de la Administración Trump, que impide el ingreso al país de alimentos, medicinas y demás insumos médicos. Bloqueo, que solo ha sido posible baipasear gracias al apoyo de China y Rusia. Pero, hablemos del Modelo Bolivariano de guerra contra Covid-19, sustentado en la Unión Cívico-Militar-Policial, éste último factor ha resultado una novedad positiva en esta nueva etapa de la Revolución Bolivariana, integrar a la Policía Nacional Bolivariana. El Modelo Bolivariano, ha contado con las fortalezas de poder contar con un equipo comunicacional de primera línea. Sin duda, el Ministro de Comunicación e Información, Médico Jorge Rodríguez, la Vicepresidenta Ejecutiva, Abog. Delcy Rodríguez, y el propio Presidente Constitucional, Nicolás Maduro, quienes se han dado a la tarea de informar –diariamente- sobre el curso de la guerra sanitaria contra Covid-19. Bien decía, el Comandante Chávez, que «el diablo estaba en los detalles», y es a ese nivel de detalle comunicacional que han llegado los voceros comunicacionales del Gobierno Bolivariano, con la verdad por delante. Se informa, no solo el número de enfermos sino de qué región del país son y dónde se contagiaron, los enfermos dónde se encuentran, se explica el tipo de tratamiento y hasta el Presidente se permite regañar, en público, cuando una actuación ha sido equivocada y propone una solución más adecuada. Quizás, el hecho más resaltante de esta novedosa política comunicacional sea, que el Presidente Maduro se ha destacado como un importante comunicador, que si bien no llega aún a los puntos adquiridos por el Comandante Chávez, poco a poco, y con trabajo pudiera alcanzarle en el futuro mediato. Esa nueva estructura comunicacional, es importante destacarla como componente esencial del Modelo de Guerra Asimétrica de Venezuela contra Covid-19, pues, ha permitido no solo captar la atención de los venezolanos y venezolanas, sino hacerlos copartícipes de las políticas emanadas desde el Gobierno Bolivariano.
Como decíamos –anteriormente- la Unión Cívico-Militar-Policial, se ha constituido en un componente esencial del modelo Venezuela contra Covid-19, ya que permite no solo garantizar la paz social, sino motorizar recursos importantes –complementarios- a la labor del personal sanitario. El cumplimiento de la Cuarentena Social, aunque es voluntario, requiere de actores (policías y militares) pendientes de que el pueblo utilice sus tapabocas y se auto proteja, minimizándose así toda posibilidad de nuevos contagios. Otro factor fundamental, es la protección social que requieren quienes cumplen –rigurosamente- dicha cuarentena voluntaria. En ello, es importante destacar que el Gobierno Bolivariano implementó tiempo atrás, la Plataforma Tecnológica Patria, en la que se han incorporado cerca de 19 millones de venezolanas y venezolanos, todas y todos carnetizados, incluidos ciudadanos y ciudadanas que se han integrado al país, provenientes de países hermanos (colombianos y colombianas, peruanos y peruanas, ecuatorianos y ecuatorianas, italianos e italianas, españoles y españolas, chinos y chinas, árabes, entre otros y otras). Pues bien, sirve esta Plataforma Tecnológica no solo como mecanismo para facilitar la protección social, remitirle recursos a la familia venezolana protegida por el Estado Bolivariano, sino que debido a la pandemia se ha convertido Patria en una herramienta de comunicación directa, de Democracia Directa, entre Gobierno y Pueblo carnetizado. A través de Patria, quienes sienten algunos de los síntomas característicos de Covid-19, lo indican en una encuesta específica y posteriormente, a los días, médicos venezolanos y cubanos se trasladan al hogar del carnetizado o carnetizada y realizan una evaluación médica, ya sea para descartar un nuevo enfermo por Covid-19 u otra patología. No es casualidad, que la misión de expertos, venidos de China, manifestaran su asombro por esta iniciativa única en el mundo. Sin dudas, un tremendo instrumento tecnológico de apoyo contra Covid-19. La protección social del hogar en Cuarentena Social, abarca –incluso- la alimentación, llevada al hogar a través de los CLAP o Comités Locales de Alimentación y Producción, instrumentos de organización popular, que han permitido derrotar la agresión imperialista en su pretensión de dejar sin alimentos al pueblo venezolano, derrotarlo por hambruna. En lo laboral, la estabilidad, ha quedado garantizada por un Decreto Presidencial de Inamovilidad Laboral por todo el año 2020. Lo que le garantiza al trabajador o trabajadora, recibir su paga completa de la empresa en la que presta sus servicios.
Apoyo internacional de los países aliados y de la ONU, política comunicacional, política de protección social, unidad cívico-militar-policial, representan componentes integrales de un Modelo de Guerra Asimétrica contra Covid-19, que ha resultado exitoso y que es producto de la elección de un pueblo por optar al Socialismo, como modelo alternativo de convivencia societaria. Muy distinta, fuera la situación hoy en Venezuela, si estuviera regida por el Neoliberalismo, el capitalismo. Veámonos, en el espejo de EEUU, Italia, España, Colombia, Brasil o Ecuador, sus muertos quemados en las vías públicas, echados al mar o sepultados en fosas comunes, ante la negativa de sus presidentes en decretar cuarentenas para la protección de las vidas de sus pueblos, privilegiando, el funcionamiento normal de la economía a costillas de vidas humanas. ¡Eso es, el neoliberalismo y su darwinismo social! En palabras de quien fuera directora del FMI, hasta no hace mucho, Christine Lagarde: «Los ancianos viven demasiado y eso es un riesgo para la economía global. Tenemos que hacer algo, y ya!» Evidentemente, la burguesía transnacional, hizo algo –tal cual lo solicitaba Christine- pero se le escapó de las manos el virus reductor de ancianos y ancianas, y ellos terminaron siendo víctimas de su propia medicina…
Post Scriptum: Una reflexión final: «Mientras más perfecta es la crisis que padece el capitalismo, más segura y despejada será la vía del socialismo venezolano hacia la independencia y grandeza patria…» Hugo Chávez Frías, 22 de marzo 2009