En Atenas, (Grecia), corría el año 2000 cuando se efectuó una reunión de los movimientos sociales junto a delegados austriacos con el fin de elaborar y sintetizar un proyecto o carta al mundo latino y europeo con el propósito de camuflar ideas socialistas con un gran sentido neoliberal. Este manifiesto, conlleva un criterio que es el fruto de discusiones entabladas desde hace varios años en distintos países de Europa que apuntan a crear las condiciones intelectuales e institucionales de una convergencia de todas las fuerzas críticas y progresivas.
Esto, constituyó un verdadero trabajo colectivo, interdisciplinario e internacional de las fuerzas productivas, como una alternativa política al neoliberalismo que se impone en todos los países, a veces bajo la égida de la socialdemocracia.
Lo que sucede, es que este temario se desvió y surgieron nuevas propuestas, donde los monopolios controlaron al Estado y su estructura como tal, lo que dio lugar que sus protagonistas aplican en estos últimos años consignas neoliberales que quebrantan a los pueblos y, precisamente arroparon a Bolivia, (Evo), Brasil, (Dilma), Argentina, (Cristina), y Venezuela, (Nicolás),. Por lo tanto, las aspiraciones de los ciudadanos quedaron rotas.
Hoy, el mundo comercial se abate en un ataque aterrador a la economía mundial por parte de los monopolios que incluye una guerra bacteriológica a mínima escala.
Hoy, vivimos un terrorismo residual de lo peor. Donde la democracia juega un corto papel ante la fuerza surgida de los países islámicos que decidieron mover sus fuerzas hacia occidente, así sus embarcaciones pasen días o meses en alta mar, la respuesta es muy simple, las grandes riquezas que encierra nuestro continente no supimos aprovecharla.
Mientras, hay una estela de desaparecidos o detenidos por querer opinar o emitir fundamentaciones que determinan una postura política e ideológica.
Con urgencia, todos los americanos del Sur y el Norte, incluida Cuba deben reunirse y controlar un punto común de acuerdos con un aliado natural en Europa. De verdad, necesitamos una formación organizativa para la historia, de carácter permanente y olvidarnos de los islámicos, cuya violencia la trae en sus rostros y manejan una fuerza económica y de los poderes simbólicos que se ponen a sus servicios en la prensa, televisión y radio.
Estamos ante una fuerza económica camuflada con una retórica neoliberal, pero, manejada por el narcotráfico y ejércitos privados por Estados que hoy, poco ponen en riesgo sus fuerzas bélicas y constituyen una amenaza para la democracia y el mundo cultural en general.
En consecuencia, nos encontramos en un falso realismo que predican los celadores socialdemocrás y quienes se dicen socialistas que están incrustados en el Psuv. Ellos, predican con los empresarios una economía neo colonizadora y neoliberal. Ya el Estado que reformo el comandante Hugo Chávez Frías y estructuro fue echado por la borda, rompieron su esquema y, simplemente nos encontramos a la deriva bajo el mando de un poder militarista que aplica sus simbolismos ante la ignorancia de los ciudadanos y donde el presidente Maduro es solo un portavoz de esa nueva plataforma política.
Lo peor de todo es que Adam Smith motivó el nuevo orden económico atesorado por muchos socialistas, quienes buscan una nueva propuesta económica en este siglo XXI