Tal piropo no es gratuito. Algo se está moviendo sospechosamente debajo del nivel de flotación de las aguas políticas, es que Washington hace un trabajo silencioso y paga “bien-mal” pero paga, por lo que no dudo que los tres mequetrefes de PODEMOS, Ismael García, Didalco Bolivar y ramón Martínez traten de abortar un gran partido de la revolución bolivariana, es que ellos provienen de ese prostíbulo de hombres que fue el MAS y donde es costumbre tratar de pasar agachados -¿qué puede esperarse
Tratar de abortar el partido de la revolución es como darle patadas a una piedra. No hay mal que no venga por bien, el mal es parte del bien y si el nuevo partido empieza por sacudir las jerarquías constituidas, entonces es que va bien orientado y no debe haber misericordia con quienes traten de atravesarse, como en este caso, los referidos mequetrefes.
Si el objetivo primordial del nuevo partido socialista unido, consiste en reivindicar el inmenso potencial revolucionario del pueblo venezolano, no tengo dudas que estos mercachifles tendrán que ir a soplarse los mocos, al igual que algunos jefes del PPT y del PCV. El que esta gente esquive los esfuerzos unitarios del comandante Chávez, no puede ser un tropiezo para la tarea que tenemos por delante, sabemos que la unidad política siempre ha sido esquiva pero vamos a lograrla y avanzaremos a pasos de siete leguas. ¿Acaso el ideario de Bolivar no es suficiente acicate para alcanzar la unidad?-pero ellos arguyen, con su cara bien lavada, que no hay nada en torno a lo cual unirnos pero sabemos que más allá de esos dirigentuchos hay un pueblo resuelto.
El Partido Comunista ha perdido la gran oportunidad de disolverse con gallardía y prefiere extinguirse sin pena ni gloria, aferrado a una tradición a la que ha tenido la magnífica oportunidad de desafiar, para evolucionar. Le queda a lo bruto, la alternativa de jugar a la candelita con la tradición o a lo inteligente, echando las deliberaciones del XIII Congreso –calientito por lo recién salido del horno-en la papelera y sentarse a rediscutir las deliberaciones del IV Congreso realizado a finales de los años setenta- ahí podrían ellos encontrar la clave de sus burradas políticas y en consecuencia enmendar el rumbo.
Y en cuanto al PPT, bueno, que se miren en el espejo del perrito rabioso de Causa R.