Hay un viejo dicho que reza que el que le pega a su familia se
arruina. Verbo y gracia lo que le ocurre a los camaradas dirigentes de
PODEMOS, ellos a sabiendas que no tienen pueblo y que su partido nació
de una coyuntura política al amparo del poder que les toco en la mal
llamada "alianza perfecta" con el MVR, PPT, entre otros, creyeron que
al rebelarse contra Chávez y la propuesta de la formación del PSUV,
eso no involucraría una reacción del pueblo bolivariano que dicha
organización agrupa en su seno.
Pues sorpresa, ahora las bases del otrora partido aliado, conciente
del importante momento histórico por el cual atraviesa la patria, le
dan la espalda y siguen el camino de la revolución por la construcción
de una propuesta política partidista, donde quienes la dirijan tomen
en cuenta la opinión de las mayorías que la conforman antes de
pronunciarse al boleo en su nombre.
Por ello, hemos visto como de todos los rincones de la patria, se han
escuchado las voces de protesta de un pueblo que aprendió a decir
lo que siente y a defenderse de esas rémoras devenidas de la
democracia representativa, cuando la dirigencia se atribuía el derecho
de interpretar a la mayorías y en su nombre cometer las mas atroces
barbaridades.
El mensaje es claro, a diferencia de los escombros del pasado que
intenta re-editar la historia de los intereses políticos grupales, hoy
las masas son conscientes de su papel histórico y mas allá de
cualquier explicación de sesudos analistas, la realidad grita a los
cuatro vientos que no están tratando con borregos mansos y
domesticados, sino con una fuerza indómita, revolucionaria y
comprometida, que no entrega la lucha y mucho menos va ha seguir tras
los mismo que desde siempre se han solazado en su desgracia.
En ese sentido hay que destacar que en la construcción del PSUV, no
esta planteado condenar la disidencia en la discusión política, ni
imponer una verdad absoluta, por el contrario al hablar de unidad, se
esta invocando el mayor estadio de pensamiento dialéctico, el cual
establece la contradicción crítica para avanzar, en el entendido, que
la unidad es de los iguales, "los socialista" y no de los matizados
"social demócratas, demócratas cristianos, demócratas sociales".
En consecuencia, en términos concretos, la tarea inmediata para la
construcción del partido propuesto, es erradicar el vicio de
representatividad en la naciente democracia participativa. Es más,
creo que lo dicho por Ismael y Didalco es entendible, ellos nunca han
sido socialistas, y si revisamos con justicia sus actuaciones en la
gestión pública, veremos que en todo momento han vivido en el filo
entre el conservadurismos burgués devenido del social cristianismo y
el altruismo populista hacia los sectores desfavorecidos impuesto por
la social democracia, pues, sus convicciones "demócratas sociales",
obvia la contradicción de clases y dispensa las enormes diferencias
socio-económicas que ello a dejado a su paso y se palpan en el 80% de
pobreza que habita al planeta.
El llamado es claro, después de ocho años de revolución ha llegado el
momento de enfilar nuestra disposición para un cambio verdadero y
profundo. Estamos consolidados en las conciencias de millones de seres
que ven a la revolución bolivariana como la alternativa pacífica para
hacer una sociedad justa, democrática y libre. Comienza una nueva
etapa, la construcción de un socialismo real para favorecer a las
mayorías, estamos en medio de un río crecido y no hay tiempo para
recular ni donde guarecerse a esperar que pase la tempestad.
(*) Dr. Profesor de Políticas Públicas y Desarrollo Económico
Decanato de Postgrado UNERG
angeltortolero@gmail.com