La creación del PSUV, independientemente de los errores que pudieran estarse cometiendo en el proceso, representa un asunto vital para el progreso de la Revolución Bolivariana. La creación de este partido nos lleva a considerar un problema más general, el cual planteamos en forma de pregunta como título de este artículo, ésta es: ¿Pueden los movimientos revolucionarios operar sin organización política?
En un artículo publicado en 1970, E. J. Hobsbawn hace un análisis de la guerrilla en América Latina. Descompone el tema 12 puntos o asuntos relevantes. El último de estos lo dedica precisamente al problema de la necesidad de la organización política para el éxito de los movimientos revolucionarios. Señala Hobsbawn que líderes guerrilleros como Marulanda,, en Colombia, y Hugo Blanco, en Perú, comprendieron el papel vital de la formación y la organización política para la lucha de liberación. Marulanda afirma que es necesario tener a toda costa instructores políticos en los campamentos guerrilleros y que el entrenamiento militar tiene que estar acompañado del entrenamiento político. Por su parte, Hugo Blanco reconocía que el mayor obstáculo para la transformación de la unión de campesinos en un movimiento armado era su incapacidad para crear una estructura organizativa de partido a partir de una serie de acciones de masa y manifestaciones. Por otro lado, estaría la experiencia del Che Guevara en Bolivia, con el lamentable desenlace que todos conocemos. Guevara intentó poner en marcha un movimiento revolucionario sin soporte político local significativo. El análisis político adquiere un papel preponderante antes de poner en riesgo la vida de los militantes por falta de una organización política adecuada y de un conocimiento completo de la situación. En fin, el trinomio organización, discusión y educación son esenciales para el éxito de los movimientos revolucionarios.
La compleja situación política actual de nuestro país y de todo el continente exige que los militantes tengan una sólida formación política. La cual sólo se logra en la práctica revolucionaria organizada, con la organización política.
Una opción política sin organización puede llegar a derrocar un régimen o a debilitarlo considerablemente, e incluso a tomar el poder por la vía violenta o electoral. En este último caso se encuentra Chávez, quien llegó al poder y logró ganar varias elecciones sin organización política. Ésta última no debe confundirse con alianzas de partidos con fines electorales o maquinarias electorales, recordemos los casos de Convergencia y el MVR. Sin embargo, esa opción no podrá sobrevivir mucho tiempo en el poder y llevar su programa adelante, incluso a tener un programa, sin organización política. De allí lo crucial que resulta la creación del PSUV para la sobrevivencia de la Revolución Bolivariana. La tarea de los revolucionarios comprometidos con el proceso revolucionario liderado por el Comandante Chávez es colaborar en el proceso de formación del PSUV y minimizar la crítica inútil e improductiva.
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