He seguido muy de cerca el debate sobre el PSUV. Parece un debate porque las opiniones son variadas pero, apartando la vasta mayoría de los y las camaradas que están claros y concientes de lo que DEBE SER y de lo que Dios Mediante SERÁ el PSUV, hay tres grandes corrientes a mi manera de ver
En primer lugar, está el grupo que se metió en el PSUV a ver qué saca. Este grupo, según veo, lo integra cierto diputado que gastó bastante dinero en llamar a cada delegado y delegada para marearlos, como un rosales cualquiera, que el grupo de candidatos que él promueve, su nombre encabezando, son la más genuinérrima Izquierda, los auténticos toñecos del Comandante zurdo y expresamente afirma que “los demás, son la derecha”. ¿No es así, Carlitos Escarrá Malavé?
Y yo pregunto, por un ejemplo ¿Vanessa Davies de la derecha? No me hagan reír. Debe recordarse que ella tuvo el dudoso placer de ser huésped en el edificio Las Brisas de Los Chaguaramos, cuando ser de Izquierda ni estaba de moda ni era tan rentable como lo es hoy.
Muy por el contrario, sería muy bueno que el diputado de marras nos comentara sobre sus actividades en La Candelaria de Maracay, radio manantial, el financista de su campaña parlamentaria y todo eso. Ese es el problema con Aragua: Que somos pocos y nos conocemos mucho.
En segundo lugar, está el grupo de compatriotas que concientemente o no, se prestan al juego de la derechona cuando, simulando la necesaria autocrítica, fomentan la división y la decepción pidiendo lo que saben que no es posible y criticando lo que es inevitable que sea así, al menos ¡por ahora!
Incluso hay quienes aprovechan de mandarle su pedrada artera al Comandante que no es que sea perfecto ni intocable pero, si se analiza con honestidad, él hizo lo que se debía hacerse dentro de lo que es posible y muy por el contrario, hemos sido buena parte de los batallones, de la base, los que aún estamos en mora en algunas cosas.
Cierra este triste trío el grupo de compatriotas que está molesto porque la Directiva del partido no quedó conformada como ellos y ellas lo imaginaron; un abanico que va desde el que quería que mágicamente ganara las elecciones un grupo intachable, inobjetable, místico, ajeno a este mundo y más ajeno aún al mundo político, pasando por el que anda piedra porque “ganó fulano, que me cae mal” hasta llegar el que anda arrecho porque “no ganó MI fulano, el que me convenía”. Resienten que el PSUV perfecto no venga envasado en sobrecitos: agregue agua y listo.
Para todos, tengo noticias. La primera es que el Comandante ha demostrado con suficiencia que este proceso tiene la curiosa virtud de excretar todo desecho que le sea ajeno, como bien les consta a los miquelenas, los badueles, los delimas, los ismaeles de siempre. Y los que faltan por ser evacuados…
El PSUV ES el partido de la Revolución. No es del Comandante, ni es mío ni es tuyo. Nació con debilidades y es NUESTRO DEBER el corregirlas. NO HAY ni puede haber quien lo haga por nosotros. Lo importante ahora es centrarnos colectivamente en los objetivos fundamentales y avanzar como el pueblo en marcha que somos, por encima del ruido, especialmente del ruido electorero de fin de año, porque ese es el meollo del asunto. Toda esta puja de hoy es por el dominio electoral de fin de año.
Pareciera que nuestra frágil memoria no retuvo que el ideal de un Partido Unido para la Revolución es tan poderoso que su solo anunció tuvo el efecto de una purga intensiva, por decirlo escatológicamente. ¿No fue así, ramoncito martínez?
Si bien hubo individualidades y hasta colectivos han perdido -y perderán, no hay duda- la brújula y han desviado el camino por mil razones distintas: el poder por el poder, la riqueza mal habida, la vanidad, es un hecho incontestable que el Pueblo, tan abstracto y etéreo como pueda ser el concepto, el Pueblo no se corrompe. En Él yo creo con Fe ciega. Tanto, que hace bastante que até a Él mi suerte entera.
Esta tarea nos convoca con urgente e indispensable afán, tanto por la lucha en el ideal como al hecho práctico que la alternativa será la persecución y el suplicio. Sólo cuestión de preguntarle a Salvador Allende Gossens cuánta sangre cuesta la terminación de estos movimientos de izquierda, cuando no logran articularse y prevalecer.
Paso raya y resumo: Este partido será lo que estemos dispuestos a hacer y dije a hacer por él. No será más, no será menos. De nuestra habilidad para consolidarlo, dependerá la capacidad para enfrentar y derrotar al enemigo histórico: Los amos del valle, permanente correa de transmisión de los afanes imperiales; para enfrentar y derrotar al enemigo reciente que es la quinta columna; y al final, TAMBIEN dependerá que mañana tengamos Patria; Patria que dejarle a los hijos y las hijas, a los nietos y las nietas. Patria, como la entendió Bolívar Libertador.
CON HUMO NO SE ASA JOJOTOS
Patria Socialista o Muerte, no joda
cooperativas.arrechas@gmail.com