El presidente Chávez insistió en un domingo, en su programa Aló Presidente, en la significación de las elecciones regionales de noviembre próximo, calificándolas como las más importantes de la historia de Venezuela, al alertar que al igual que las pretensiones separatistas en Bolivia, la oposición en nuestro país desea consolidar zonas estratégicas de poder para renovar en el 2009 sus planes de violencia y desestabilización.
Desde el Palacio de Miraflores, en su “Aló, Presidente” el mandatario nacional alertó que algunas informaciones de inteligencia que maneja su gobierno revelan que ciertas figuras de la oposición pretenden, después de las elecciones y de acuerdo a los resultados que obtengan, crear movimientos separatistas. “Ellos van a tratar de levantar un movimiento secesionista, golpista y desestabilizador”. Advirtió que entre los planes y deseos de la oposición, están también la Alcaldía Mayor de Caracas y las gobernaciones de Vargas, Aragua y Miranda. “Sería un plan de doble acción”, dijo, para ejercer intensidad en ambos polos. “Serían dos llaves del mismo plan. Esto forma parte del plan central de operaciones que tiene EEUU, la CIA… junto a los lacayos venezolanos”.
“Por eso yo he dicho al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y al pueblo que estas elecciones regionales son las más importantes de la historia venezolana”.
No podemos negar que esta teoría conspirativa de Chávez es bien original, la media luna Venezolana. El Presidente lanza una posible derrota en las Gobernaciones de Zulia, Táchira, Mérida -estados andinos- y están empeñados en Barinas, donde dicen que sería un “golpe” en mi contra, así como Apure”-explicó Chávez, mientras graficaba en el mapa. “Esta figura es justamente la Media Luna venezolana”. Primera vez que veo a un grupo político, el PSUV, en voz de su jefe máximo, que va a una contienda por el poder de las Gobernaciones y alcaldías, lanzar la posibilidad cierta de una derrota por la cara a sus seguidores. Esto está en contra de todas las teorías sobre campañas electorales, sobre todo aquella que dice: “no se pueden mostrar las debilidades frente al enemigo”. El gobierno de Bush también es acusado de conspirativo, ¿qué mayor prueba que la “caída de las Torres Gemelas”?. De esta manera se está contagiando la revolución Bolivariana de estas crisis conspirativas. El PSUV no es culpable si en lugar de la media luna se convierte en luna llena, ¿por qué lo digo?, una de las normas más elementales sobre campañas electorales, y que se han aplicado en Venezuela durante años, en gobiernos tanto de la Cuarta República como de la quinta, es no nombrar la palabra derrota. La media luna y estos conceptos conspirativos demuelen todo entusiasmo por la lucha en estas elecciones regionales, mandan mensajes de pesimismo, la gente del Chavismo dice calladamente: “si lo dice él Presidente, lo más seguro es que no sea solo la media luna sino la luna llena”, repito, no se puede planificar una estrategia electoral basado en una posibilidad cierta de derrota. Existen otras técnicas electorales, que complementan esta teoría básica de “no nombrar la palabra derrota”, que es: esperar el momento oportuno y agrandar los errores del contrario, en este caso, el único que se ve que comete errores es el gobierno, y son los peores errores: de estrategia. La oposición no se siente en estos momentos, está opacada, asombrada de un éxito que no ha construido, no ha hecho nada para llegar ahí, todo lo ha hecho Chávez, parece mas bien el jefe de estrategia de la posición. El PSUV debe consultar a expertos en propaganda, construir una nueva visión llena de frenesí, entusiasmar, llenar la campaña de alegría, de juventud, de magia. Gente nueva a gobernaciones y alcaldías, que se vea un cambio verdadero, que debatan con los candidatos de oposición, que convenzan con ideas, con un liderazgo fresco. Renovación es el grito de Venezuela pero realizado con frenesí, sino se hiciera así tendríamos un eclipse total de luna en la revolución.
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