EL CONTRASTE DEL MOMENTO
Mientras el líder de la Revolución Bolivariana, Comandante Hugo Chávez, habla y practica la democracia socialista, algunos camaradas de partidos de izquierda, quienes dicen sostener y practicar la democracia socialista, quieren aplicar el viejo procedimiento antidemocrático de distribuir cuotas de poder como condición de unidad, lo cual es errado a todas luces, porque en el marco de la amplia alianza en la Revolución Bolivariana, apoyar y construir la democracia socialista, propuesta y garantizada por el pueblo venezolano con el liderazgo de Hugo Chávez, la cual propugna el debate, el análisis colectivo y aceptar la decisión de las mayorías, es la clave de la unidad y el principio rector de la construcción del socialismo en Venezuela.
La principal enseñanza del 2 de diciembre pasado es que el pueblo desunido puede ser vencido y que esa desunión, fue producida -más que por la fuerza del adversario- por cierta ignorancia masiva alentada por diversas ambiciones personales, sean de naturaleza capitalista o pseudoizquierdista, con diversos matices e intereses de clase y de grupo. Además, nos enseñó también que ante todo ese panorama, nuestro líder y el pueblo bolivariano, con más de 5 millones de votos, consolidaron la opción socialista en la conciencia popular.
UNA PROPUESTA INMEDIATA
Después de seis meses, pueden apreciarse varias evidencias en la praxis social que dan sustento a la anterior afirmación, y también dan sustento a los lineamientos estratégicos con que el líder espera avanzar en esta nueva etapa. Los batallones, las brigadas, los frentes sociales y los líderes intermedios y de base deben hacer suyos y aplicar consecuentemente esos lineamientos. Las susceptibilidades deben dar paso a las posturas patrióticas y socialistas pues este es un proceso revolucionario donde se necesita la participación masiva y oportuna de todos, lo cual implica, sobre todo para el líder del proceso, ventilar (diagnosticar, describir, valorar) a la brevedad posible y públicamente todos los problemas derivados de tendencias divisionistas que pudieran afectar la fortaleza de la Revolución y la unidad de acción, a fin de neutralizarlas y eliminarlas.
Quién es miembro del PSUV o de algún otro partido revolucionario y no comprenda lo anterior respecto a la correlación de fuerzas y a las bases del poder bolivariano, debe hacer un esfuerzo por estudiar estos temas. Incluso, podría decirse que los discursos del Presidente Chávez deben ser objeto de estudio sistemático por parte de los batallones, patrullas y brigadas, y extraer de ellos –basados en baterías de preguntas debidamente preparadas- las propuestas, sus argumentos y sus evidencias pues ello contribuiría a acelerar la formación ideológica. Allí tiene la Dirección Nacional del PSUV y las Comisiones correspondientes un material educativo de insustituible importancia teórica y práctica pues como toda actividad educativa ella tiende a aglutinar, a reconocernos, a detectar los mejores estrategas o a los más estudiosos, a los más capaces, y ello ayudará a la victoria de noviembre porque la superación y la capacitación son procesos inclusivos y atractivos donde no hay perdida de tiempo ni lugar para las controversias superficiales.
UN PROCESO DE CONTRADICCIONES
La formación ideológica socialista del pueblo, de su avanzada política y de sus líderes, se va realizando como todo proceso de lucha de contrarios, con las particularidades del desarrollo espiritual, y va avanzando de grados inferiores o menos complejos a grados superiores o más complejos. En la medida en que este avance cuente con más cantidad de personas y llegue a niveles más altos, todo aquel que ejerza un liderazgo, en cualquiera de sus niveles, deberá profundizar sus vínculos con las mayorías, las cuales también van quemando etapas ideológicas en el intenso proceso revolucionario.
“El que se canse tiene derecho a cansarse pero no tiene derecho a ser hombre de vanguardia” nos decía el Che quien veía en la dialéctica líder-vanguardia-masa o muchedumbre a un mecanismo o instrumento transversal de toda la construcción socialista que es altamente determinante a todos los niveles, desde una comunidad de base hasta la Nación. Esto pudiera explicar -de cierta forma- las particularidades del proceso constructivo de la vanguardia de la Revolución Bolivariana denominada Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y de todas las contradicciones que su desarrollo implican, tanto contra los viejos hábitos de hacer política como contra las ideas capitalistas e imperialistas de la oposición contrarrevolucionaria.
En ese complejo mecanismo transversal -porque está presente en cada uno de los momentos y tareas del proceso revolucionario- la vanguardia es quien ha sido legitimada por ese pueblo bolivariano y organizada por su líder, ya que es el eslabón intermedio o mecanismo mediador entre el líder y esa masa, cada vez más consciente, cada vez más formada ideológicamente para defender su proyecto y para seguir los lineamientos de su líder en quien deposita sus esperanzas y espera de él siempre lo adecuado en el momento oportuno. Creer otra cosa es andar por las nubes sin aterrizar, como andan algunos camaradas que no son capitalistas ni son contrarrevolucionarios, pero tampoco verdaderos líderes del pueblo aunque sean honestos.
LAS EVIDENCIAS INSOSLAYABLES
Hay cinco evidencias claras que todo militante bolivariano debe tener presente en los debates: 1ro) La existencia real del PSUV con casi 5 millones de militantes, lo que significa el partido de mayor masa y fuerza dentro del bloque patriótico; 2do) Más de 2 millones de sus militantes son dinámicos y activos permanentemente, 3ro) La mayoría de los bolivarianos eligen desde la base a los candidatos del PSUV por la vía de la democracia socialista legitimada ante un ente público, 4to) Se presenta a los candidatos ante la opinión pública nacional e internacional con gran tiempo antes de la elección universal, lo que permite darle participación amplia a todo el pueblo, y lo que garantiza que no haya ninguno con antecedentes delictuosos o negligentes que no se pueda conocer; y 5to) Desde el inicios del 2007 el líder de la Revolución Bolivariana, de la cual todos los partidos revolucionarios manifiestan formar parte, llamó a la unidad de todos los militantes y organizaciones, y propuso fundar el PSUV integrándose por los militantes individualmente o por su organización en pleno.
Todos conocemos las posiciones de las dirigencias de cada partido de la izquierda venezolana: algunos creyeron y confiaron pero otros no. Salvo ahora el PSUV, ninguno ha demostrado fehacientemente con cuántos militantes cuenta en las bases como para representar a la mayoría en las decisiones de la Revolución Bolivariana, partiendo del supuesto de que se aceptan los principios de la democracia socialista. Es así de sencillo y real.
Algunos partidos, sus dirigencias y sus bases, se unieron al PSUV con sencillez, humildad y guevarismo. Otros, los que no lo hicieron, deben rectificar y no seguir confundiendo al pueblo a través de los medios de comunicación privados, o permitiendo con la poca fuerza de sus “brazos caídos”, que las grandes masas en proceso de formación ideológica se confundan, como ocurrió el pasado 2 de diciembre, en que el líder de la Revolución Bolivariana fue quien modesta y revolucionariamente asumió la responsabilidad, sin entrar a analizar los detalles débiles de los partidos de la izquierda que debieron entregarse de cuerpo y alma a la promoción de las Reformas Constitucionales socialistas, y no lo hicieron. Tampoco entró a analizar ampliamente las causas reales de la abstención, en aras, ante todo, de la unidad de las filas revolucionarias. Y todo ello el pueblo honesto lo reconoce como un mérito del Comandante Chávez, lo lleva en el corazón y hasta da su vida por ello.
Lo que ha venido transcurriendo después, ha estado caracterizado, por un lado, por la respuesta de la oligarquía y el imperialismo para frenar la revolución socialista ante la manifestación unitaria propuesta y medidas tomadas por el Comandante Chávez, y por otro lado, por la afluencia de bolivarianos desde todos los partidos de izquierda hacia la conformación del PSUV en respuesta y aceptación de la lógica revolucionaria propuesta por Chávez. ¿Por qué las dirigencias de algunos partidos de izquierda omiten o ignoran en su proceder, o no acaban de interiorizar conscientemente, que el líder de la Revolución Bolivariana cuenta con más del 75% de aceptación social? –según empresas privadas- a pesar de las millonarias sumas invertidas por la contrarrevolución en campañas tendenciosas contra el Presidente y en crear matrices de opinión para socavar el apoyo popular al Comandante Chávez, a través de los medios de comunicación capitalistas.
Esa es una realidad que nadie puede negar y sin embargo, hay dirigencias de partidos de izquierda que omiten reconocer o actúan al margen de esa innegable realidad, y ante la decisión de las mayorías bolivarianas en los Estados, anda sonsacando a militantes pesuvistas que no obtuvieron el voto de sus mayorías militantes, para proponerles candidaturas partidistas o independientes en las elecciones de noviembre o quieren proponer a sus candidatos para enfrentar a los del PSUV argumentando que sus minorías también tienen derecho y favoreciendo al adversario de clase. Tanto unos como otros favorecen el abstencionismo pues hacen daño a todo aquel ciudadano o ciudadana que por diversas razones no ha comprendido aún la esencia humana de la revolución socialista.
PREGUNTAS NECESARIAS
Entonces, ¿dónde está la lógica revolucionaria que han legado a nuestras generaciones todos los líderes antimperialistas desde Bolívar hasta el Che? ¿por qué se llaman revolucionarios los que quieren anteponer sus derechos personales a los derechos del colectivo mayor de revolucionarios agrupados en el PSUV? ¿por qué no entraron al PSUV para con sus minorías convencer a las mayorías? ¿es que ahora quieren pedirle al Comandante Chávez que rechace a las mayorías bolivarianas disciplinadas, que son las del PSUV, para que apoye las decisiones de uno u otro partido de izquierda que nunca se quiso sumar al llamado de la unidad en el PSUV y que además son una minoría real? ¿dónde está la ética revolucionaria, compañeros? ¿dónde está la alta moral necesaria para enfrentar al imperialismo y a sus lacayos?. Con sabia nobleza nuestro líder sólo les preguntó, en el transcurso de sus palabras en San Cristóbal: ¿por qué no se dedican a otra cosa?.
Incluso, desde algunas trincheras partidistas de izquierda y de sus medios de comunicación apreciamos muy poca actividad (en comparación con la intensa labor socialista del Ejecutivo Nacional) en promover y apoyar resueltamente las diversas Misiones Sociales que abarcan casi todas las esferas particulares de la vida social y en general, abarcan a la gran obra de la Revolución. Esas leyes revolucionarias, esas medidas del líder que tienden a la unidad y a la lucha antimperialista, en función de la solución de los problemas del pueblo, y por lo cual el pueblo venezolano ha venido entregando su esfuerzo y hasta su vida de forma pacífica, porque reconoce que por ese camino se podrá vencer al imperialismo yanqui, de manera que más nunca ese pueda controlar las riquezas de Venezuela, todo ello es poco atendido por los partidos de izquierda que aún quedan sin integrarse al PSUV.
Y ante toda esa realidad, estos camaradas siguen dedicando sus recursos partidistas a promover sus actos, sus declaraciones, su vida interna, aislándose del pueblo que con sus más de veinte Misiones Sociales anda construyendo la nueva Patria. “Se hace camino al andar” decía el cantor pero hay quienes no lo creen. De seguir así, esas “dirigencias” de izquierda van dejando de ser dirigencia porque van a seguir perdiendo a sus miembros. Sus medios de comunicación, que subsisten gracias a la publicidad de las instituciones públicas, quedarán rezagados del huracán revolucionario hasta su desaparición definitiva. ¡Camaradas: hagan trascender la obra de sus fundadores!, ¡no la traicionen!.
UN DILEMA PERMANENTE: SE ACEPTA LA MAYORIA O SE RENUNCIA A LA REVOLUCIÓN.
Mientras el líder de la Revolución Bolivariana, Comandante Chávez, junto a muchos e sus ministros, andan precisando, chequeando, desvelándose a diario, controlando las tareas revolucionarias -al estilo del Che-, los cumplimientos de los objetivos de la veintena de Misiones Sociales (donde se concentran todos los rubros claves de la garantía de la Revolución) o solidarizándose con los inmigrantes latinoamericanos, africanos o asiáticos amenazados por la Directiva Retorno de los parlamentarios de la oligarquía europea, observamos y escuchamos en estas tierras venezolanas declaraciones confusas de camaradas cuestionando las decisiones de las mayorías bolivarianas del PSUV y los procedimientos públicos de ese pujante partido, a manera de justificar sus posiciones divisionistas en los Estados en aras de creer que pueden alcanzar un cargo o una influencia.¿Por qué estos camaradas continúan pensando como en tiempos pasados y no se acepta las decisiones de las mayorías pesuvistas, las cuales han abierto las puertas a todos los revolucionarios? ¿por qué no se unen estrechamente a la Revolución Bolivariana, la real, la que construyen las comunidades, la que sueñan nuestros padres y abuelos, la que es atacada diariamente por los lacayos del imperio y por sus élites, la que garantizará el futuro de nuestros hijos? ¿por qué andan reuniéndose “para contestar a Chávez” y no convocan para analizar las operaciones mediáticas y conspiradoras de Globovisión, del Alcalde de Chacao en Miami o responden dignamente a Condolezza o al propio Bush cuando agraden a Venezuela?.
El Che insistió en que el socialismo “es un acto consciente” y que debido a ello, en las condiciones de una herencia capitalista, o de la existencia de una parte de la realidad social en condiciones capitalistas, era necesario comprender profundamente -para construir el socialismo- “el papel del líder, de la vanguardia y de la masa” y el elemento movilizador necesario, el trabajo socialmente necesario, que pueda unir -en una poderosa fuerza- a todo el pueblo con sus ejemplares líderes hacia el alcance de los objetivos socialistas.
Entonces, camaradas, preguntémonos diariamente qué hacemos verdaderamente por ser coherente con el legado del inolvidable Guevara y estar en sintonía con ese modelo que es el Che. Debemos reflexionar y comprender qué hacemos por cada una de las Misiones, qué hacemos por contrarrestar la herencia capitalista o neutralizar la acción imperialista, qué hacemos por apoyar al líder y por formar parte de la vanguardia. ¿Comprendemos profundamente los factores claves del éxito de la Revolución Bolivariana, ejemplo para millones de latinoamericanos, africanos y asiáticos? ¿Somos verdaderos ejemplos para los otros en la construcción socialista?.
CONSTANCIA, MODESTIA Y EJEMPLO: CLAVES PARA LA UNIDAD
“El poder del pueblo, ese sí es poder”, nos ha dicho siempre el invencible bolivariano-martiano octogenario. Construyámoslo unidos en la Patria de Bolívar. ¡ Únanse de verdad a esta Revolución Bolivariana dirigida magistralmente por el camarada Chávez, con un estilo creativo, batallador, unitario, valiente, en una palabra: radical, que es aquél que va a las raíces y mantiene un liderazgo de principios, que significa asumir, aplicar y defender –ante todo- los principios que garantizan la estabilidad de la Revolución que es la estabilidad del poder revolucionario del pueblo en un contexto complejo de amenazas imperiales, el mismo que se ha ido construyendo desde diciembre de 1998, por vías pacíficas, junto a Chávez y a toda aquella fuerza política y económica que siempre ha sumado y nunca ha restado, ni fuerzas ni ímpetu, a la Revolución Bolivariana.
Observemos y actuemos en este momento crucial de preparación de la próxima campaña electoral y tomemos ejemplo, con modestia y sencillez, de los candidatos que no fueron favorecidos por la mayoría pesuvista y que andan al lado de los que obtuvieron las candidaturas, y estos les reconocen su papel, con lo cual movilizan y forman al pueblo, dándole respaldo a todos los compatriotas electos, dando el ejemplo, algo verdaderamente alentador. Sigamos muy de cerca junto a ese pueblo bolivariano que rechaza las componendas, las imposiciones y que vota cada vez más conscientemente por los honestos, por los capaces y por los justos, que son los verdaderos revolucionarios. Reflexionemos y estudiemos permanentemente los pasos, las declaraciones y las informaciones que nos ofrece el Comandante Chávez; confiemos fielmente en su capacidad como él confía en las nuestras, lo que ha permitido transformar a Venezuela de manera tal que en cada rinconcito del país ya se debate y se defiende el porvenir luminoso de la Patria.
¡Ahí está la clave, ¡ahí está el futuro!, ¡ahí está, siempre presente, expresándose mayoritariamente, la fuerza invencible del pueblo bolivariano !.
(*) Aportes de un militante del PSUV.
Formación Ideológica y Praxis Revolucionaria XV
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