¡Camaradas, un fresco y solidario saludo revolucionario!
Con el debido respeto por ustedes y por nuestro Líder, y por otros compatriotas, voy a refrescar algunas cosas de nuestro proceso.
Acompáñenme y si me equivoco, por favor y sin ofensas, corríjame. Miren que es muy difícil hacer análisis coincidentes.
Cuando Chávez recorre el país conquistando corazones y sembrando esperanzas ciertas, como un fenómeno electoral toma el poder político, y a medias, porque tampoco alcanza los otros tipos de poderes que siguen en manos de…, de los poderosos- Pero no contaba con cuadros políticos propios. De ahí que para gobernar recurra a los que mejor medio conoce: los militares. Muchos resultaron golpistas.
Y para las elecciones municipales y estadales recurrió a algunos partidos políticos que comenzaban a aliársele.
Del MBR200 surge el MVR, una mezcolanza de revolucionarios incipientes y políticos varios. Inclusive, fracasados o medio, de otros partidos del anterior estatus.
Jefes de partidos revolucionarios, PPT, Podemos, fragmentos del MAS, le vendieron a Chávez algunos personajes para cargos públicos nacionales y tomaron Instituciones y Organismos (Pdvsa es PPT, Las Hidros y CADAFE, Podemos, etc. Varios pusieron la cómica, hasta se rompieron los vínculos con Chávez pero, más recientemente, otros se inscribieron en el PSUV.
Así como también políticos que tenían más opciones en sus candidaturas estadales contra los de la cuarta republica y llegaron a gobernadores con la mano alzada por el Líder. Y otros muchos, entre ellos del MVR, se hicieron alcaldes porque, además, no se conocían otros candidatos. También concejales. Y hasta congresistas.
Ah, pero de esos gobernadores provenientes de partidos aliados se creyeron que ganaron por sus carismas, por sus liderazgos (¿) y no por la ansiada levantada de brazo por Chávez en una tarima. ¡Qué bolas! Y algunos de ellos, actuando por su cuenta, rebeldes y reycitos, salieron unos verdaderos patasquebradas. ¡Cosas del poder!
Un buen lote de gobernadores o alcaldes llegaron a 9 años de gobierno, otros menos, porque siempre recibieron el apoyo de Chávez. Sin embargo creen y juran que tienen un sólido liderazgo, aunque no estén con Chávez. Todavía de los chavistas cuando hacen algún discurso, muchas veces elemental, sólo logran elevar la euforia colectiva, ganada con el clientelismo revolucionario, mencionando su condición antiimperialista y cuando hábilmente nombran a Chávez, que es cuando la euforia se desborda. Y al coro: ¡Uh, ah, Chávez no se va!, les surge la sonrisa de satisfacción de sentirse líderes.
Ha ocurrido con ministros, amigos del Presidente, hasta sus compadres.
Algunos sin conciencia revolucionaria. Y me perdonan, siguen pegados a los esquemas cuartarrepublicanos que vieron y aprendieron. Muchos hasta tienen familias totalmente antichavistas que, por supuesto, pesan sobre sus débiles criterios. Y a unos cuantos les permea, con razón y sin justificación, la tuetánica corrupción.
Ahora que el Presidente ha dado al País un rumbo definido y acertado, el Socialismo Bolivariano, muchos ni siquiera se aproximan a entenderlo. Y no por falta de teorías, que por ser a la venezolana no se requieren en profundidad, sino que desconocen, o mejor dicho, no perciben el sentido humanista y eficiente de gobernar. Con lógica y sentido común de solidaridad, con decencia.
Este semiperiplo histórico-político me lleva al caso del Gral. Acosta Carles, que pudiese tener un parangón, no siendo gobernador, con otro general, Baduel. Un poco más alejado, al hombre que dijo que estaba emocionado y agradecido por haber visto lo mejor en el ocaso de su vida: Miquilena. ¡Vaya tipos!
Eso por un parte, con relación a las selecciones y con el debido respeto a nuestro máximo líder, considero que Chávez, aprecia cualidades, analiza curriculas, pero sin conocerlos o informarse en profundidad, “se entusiasma” con algunos (as) y los hace colaboradores (as) sin saber si ellos(as) también entienden que estamos en una Revolución. O, por lo menos, si están de frente en la misma onda. Que no sólo es cumplir por capacidad y responsabilidad, lo que hubiese sido ideal de la cuarta, sino ponerle, demás, corazón y testículos, y ovarios, claro, que es de la Revolución.
Al final, se dan los trancazos afectivos, los desencantos y vienen las arrecheras y todo lo demás.
Por otra parte, cuando hablamos de Alcaldes y Gobernadores, hombres que no son ningunos niñitos, que deberían respetar al pueblo, a los usuarios, al Presidente, a la Revolución, respetarse ellos mismos, pero no lo hacen, es necesario, obligatorio, que los controlen. Que os controlemos.
Uno recuerda las reuniones periódicas de gobernadores con el vicepresidente. No sé si realizan. Llevaban sus puntos de cuenta, creo.
Sin embargo, más que esos aspectos administrativos-financieros, estimo que hay que controlarles –lamentablemente– hasta sus conductas personales y familiares, sus formas de vida. Y, aún cuando suene chocante, “curiosearlos”. Sólo Chávez aplica las tres “R”. Gobernadores y alcaldes nada. Ni Revisan ni Rectifican. Y son muchas las tracciones negativas y las ambiciones que reciben los funcionarios. Tracciones que se unen a la falta de una firme ideología y de condiciones bien probadas de decencia, de moralidad. Todos hablamos de la corrupción de otros mientras no manejamos recursos. Es como ver los toros desde la barrera. “Que el torero no hace esto, no mete el pecho…” Pero hay que probarse.
Recordemos que todos venimos de una entronizada cuarta república atiborrada de todos los vicios y antivalores que gravitan en el comportamiento humano. Mucha perversión. Lastre político y social.
Sabemos –también lamentablemente– que todo el que llega a cualquier forma de poder (desde portero hasta ministro, alcalde y mucho más gobernador) se cree lo máximo. Además, inaccesible. Y lo primero que pierden –muy de la IV- es la humildad. Caen y aceptan, entre tantas aberraciones, la jaladera de bolas y surgen las conchupancias, y… déle.
Por eso he propuesto una medio-utopía política. Como estamos transitando un proceso inédito, revolucionario y ahora socialista, hermoso, se requiere una unidad ideológica y de acciones. Nuestro gobierno, con un Presidente increíblemente incansable, que está súper trabajando y elaborando una interesante planificación nacional que demanda extensiones estadales. Hasta municipales, hasta que lleguen a las comunidades. Fin principal.
Dentro de este proceso auténtico no podemos tener gobernadores que vayan cada uno por su lado. El país, ahora con un derrotero bien definido, exige coherencia en principios y acciones. Y un si te sales de la línea estás destituido y punto. Cero fracasos.
Por ello me he atrevido, repito, atrevido, a proponer que se eliminen las elecciones a gobernadores. Se justificaban cuando el país no tenía sentido de Patria. No había planes, ni voluntad, ni doctrina, ni liderazgo nacional serio.
Es una situación totalmente diferente al pasado. Casi nadie lo entiende.
Bueno, ahora aterrizando. Se requiere, insisto, ejercer mayores controles totales a todos. La vida es un eterno control. Familiar, amistoso, social. Político.
Ocurrió con Navarro en Nva. Esparta. No es Carabobo, y era Sucre, era Aragua, era Yaracuy, es o era Guárico. Es Bolívar, es Anzoátegui. Mejor dicho, son todas. Sin nombrar a cientos de alcaldes.
No bastan las contralorías municipales, ni estadales, ni la nacional. No. Es imprescindible armar equipos idóneos, más allá de las “contralorías sociales” que todavía no tienen definición ni fuerza, que “controlen a los gobernadores”. A los alcaldes. Con urgencia de cara al 23N.
Hacerlo con apoyo del PSUV, un partido controlador. Sin miedos, sin chantajes. SIN RETALIACIONES.
No se nos puede ir la Revolución.
Sin detentar cargo público y junto a mi familia, sólo por ser chavistas estamos bajo la mirada agresiva, de odio, de los escuálidos vecinos y parientes. Dígame de los ex-gente de petróleo ¿Cómo quedaríamos si fracasamos? ¡Cuánta vergüenza! Primero por el fracaso en sí y luego por las retaliaciones.
Y si perdemos el poder total tendremos que exiliarnos, no por mayameritis, o cubanitis, sino porque se desataría contra nosotros una terrible persecución. La que está represada porque todavía estamos medio mandando.
De Acosta Carles nunca supimos, por lo menos en Oriente, nada tan malo. Sí pudimos suponerlo. Hoy parece que es una crápula e hizo daño a la Revolución. Cuatro (4) años de daños. Presidente, usted dijo que lo había aconsejado 100 veces, y no funcionó. Por ello, Presidente, y disculpe, ordene evaluar y controlar a todos, sin excepción. Investigue. Desenmascare. No espere al final.
Tome acciones. Estamos a tiempo. Faltan unos mesecitos para el 23N.
No será fácil recuperar espacios perdidos en todos los municipios y estados. Como en Carabobo. Es más, si hay tanto descontento estimo que a Mario se le hará sumamente cuesta arriba. Y no es pesimismo, sólo si partimos de que hubo tan mala gestión, que no controlamos a tiempo, debe haber un descontento general, de los independientes inclusive, que es la mayoría votante.
Para esos controles use a algunos del PSUV no comprometidos con los poderes.
Los revolucionarios y los independientes, lo agradeceremos.
¡P, S o M! ……… ¡V!
(*) Ing civil, todavía angustiado pero sumamente esperanzado.
edopasev@hotmail.com