La Autopista Regional del Centro, el peligro a diario

Aporrea se ha convertido en uno de los medios más libres de expresión de Venezuela y especialmente de los pensamientos progresistas. Aquí nos encontramos frecuentemente con críticas y denuncias importantes sobre las fallas del proceso revolucionario. Eso forma parte de la madurez política del venezolano y de la inspiración que nos permite un Presidente y una revolución que nos exige criticar y denunciar, de una constitución que nos da las herramientas para ejercer nuestros derechos y sobre todo de la fuerza moral que nos da el sostenido apoyo que durante diez años ha brindado el pueblo a este proceso. Estas notas debo hacerlas como un mezclado de crítica y denuncia, pero más como un alerta ante lo peligroso que se ha convertido circular por la Autopista Regional del Centro.

Cerca de 150 kilómetros de esta vía unen a Caracas y Valencia, dividida en tres tramos Miranda, Aragua y Carabobo, sus riesgos y problemas son muchos. En primer lugar tiene unos cincuenta años de construida y cómo es lógico el volumen de vehículos que hoy la transita es inmensamente mayor a lo previsto en ese entonces. En segundo lugar las velocidades que hoy en día desarrollan los carros, son un rayo con las que desarrollaban los vetustos Chevrolet o Ford que circulaban en los 50 o en los 60. Dos problemas que nada tienen que ver con la autopista.

Pero vamos a la actualidad, circular por la ARC es un viacrucis, en primer lugar el asfaltado está completamente destruido. Huecos, desniveles, fallas, irregularidades, malas reparaciones que derivan en “huecos” al revés. No hay rayado de la vía uniforme que contribuya a la conducción del vehículo. No hay “ojos de gato” que ayude a manejar de noche y los que hay se encuentran en muy mal estado. La Iluminación “brilla” por su ausencia, siendo éste un elemento importantísimo para la conducción.

Carece igualmente la ARC, de un excelente sistema de seguridad, mejor dicho el que existe, aunque creo que es eficiente, es insuficiente para la cantidad de vehículos que la recorren y para la cantidad de problemas que en la autopista se presentan. Una de las primeras cosas que debe hacerse para mejorar el servicio público a los usuarios de la ARC es incrementar las patrullas. Hemos visto a las pocas que hay brindar ayuda a los accidentados y aplicar la llamada “operación nodriza” para regular la velocidad de los carros y para contribuir al descongestionamiento al momento de interrupciones del tráfico. Aunque la seguridad en algunos puntos ha mejorado, es indudable que como se han constituido nuevas comunidades en las cercanías de la ARC la cantidad de peatones que circulan por su hombrillo o cruzan la autopista ha aumentado muchísimo y por ende los arrollamientos también, por lo que al respecto hay que tomar medidas para construir pasarelas o paradas de buses, pues estos se paran en el hombrillo pudiendo causar (como lo han hecho) graves accidentes y las colas que se forman son kilométricas.

El túnel y el puente de La Cabrera son otra calamidad, el primero tan oscuro que nada se ve, y el puente con huecos gigantescos que han causado varios accidentes, incluso algunos carros y camiones han caído del puente. Este tramo de la autopista es vital, una interrupción del mismo debe tomarse como un problema de seguridad nacional por todo lo que sobre él circula. Los peajes de Maracay y de Guacara deben ser eliminados, ¿para que están ahí, si ya no funcionan? O solo funcionan para camiones y gandolas.

Pero lo que creo que es lo peor de la ARC no tiene nada que ver con la infraestructura o los detalles para mejorar la misma, sino con los conductores imprudentes que circulan allí a diario, especialmente los gandoleros y los camioneteros. Estos conductores a diario exponen la vida de miles de usuarios de la ARC. Gandolas a más de 120 kph, camioneticas y autobuses a igual o mayor velocidad, gandolas y camiones circulando por el canal izquierdo, pasando a otros vehículos por el hombrillo, circulando por el hombrillo y otros pasándolas por el canal derecho. Camiones que se le montan a los carros por el canal derecho solo porque van a 80. He visto como muchos camiones atosigan a carros con familias solo porque ellos van poco a poco, es una acción intimidatoria y de peligro. También los conductores súper imprudentes que van sobre los 160 kph pasando por la derecha, el hombrillo, zigzagueando, sin tener que ver con la vida de nadie, ni la de ellos mismos por supuesto. Me imagino que las autoridades están al tanto de todo esto, pero hay que ser más fuertes a la hora de detener las imprudencias. Castigar a los infractores, especialmente de carga pesada y de colectivos pues de ellos es la mayor responsabilidad y a los de carros voladores también. Mayor control sobre ellos es mejorar en mucho la seguridad por la ARC.

También hay que reconocer la radio vial, 103.9 fm que presta un excelente servicio a los conductores, de verdad felicitaciones. A pesar de algunos presentadores de la emisora que se la pasan atacando a la revolución, incluso uno medio payaso en ese aspecto.

Realmente la ARC, merece ser tomada más en cuenta por las autoridades, es la principal vía del país, y como lo dije antes mantenerla en perfecto estado es asunto de seguridad nacional.

guevarafernando99@gmail.com


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Fernando Guevara Herrera


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