¡Qué tal, camaradas!
Siempre con la esperanza de que deslastrándonos de los vicios de la
IV –y miren que cuesta- podamos alcanzar una escala superior, superior
en casi todo.
El presidente Chávez,
gran estratega, insistió en la necesidad de tener un partido unido,
pero no un partido cuartarrepublicano, no, un partido con formación
integral para adelantar el socialismo.
¿Lo estamos logrando?
No creo. Falta mucha sinceridad. No hay cohesión interna. Tengo entendido,
por lo menos en Anzoátegui, que las amplias directivas no se reúnen.
¿Será que no se avecina
un proceso electoral? Porque pareciese que ese es el único de los
fines. ¡Ahí somos buenos!
Nos preguntamos:
¿Cuándo podremos tener
un partido donde los militantes vayamos a buscar información política?
O que vayan los voceros.
¿Cuándo participaremos
en la formación de nuestra formación ideológica y en la de nuestros
dirigentes? Y de ahí, en cadena, a las comunidades. ¿Alguna vez nos
podremos fortalecer?
¿Cuándo podremos recibir
apoyo ante alguna injusticia, a veces frecuente, que provocan nuestros
“directivos de los partidos” en funciones de gobierno? ¿A quién
le reclamaremos y que no se nos revierta en más retaliación? Si usted,
compatriota, no votó por mí como candidat@ a…, bien lejos. Mejor
ayudo a un escuálido que me jale. Y, en muchos casos, que me tire algodón.
Si cuando designan a
un nuevo funcionario de nivel y por caprichos, por poner a tu gente
de confianza y sin explicación de la medida, sin justificación presupuestaria,
¿cómo te desprendes de gente chavista, valiosa las más, de un organismo
de una gobernación y lo dejas en la calle, pelando bolas, y afectando
a toda su familia chavista y luego mencionas que vas a efectuar una
reinscripción de militantes en el partido?
Y, peor aún, ¿a cuál
instancia del partido reclamas? Y que te escuchen, y que sea justo,
y que investiguen.
¿Cómo podemos evaluar
una gestión de gobierno –con muchas lagunas o deficiencias- si nuestros
gobernantes son los principales en las directivas del PSUV.
Y ¿dónde queda la posibilidad,
perdón, la posibilidad no, la obligación que hasta establece la constitución
de que nuestro sistema debe ser participativo y protagónico en todas
las instancias y niveles sociales e intelectuales?
Lo más triste, digo
yo, es que estas reflexiones, como otras muchas interesantes que a diario
leemos en estos espacios revolucionarios, los leen muy pocos, especialmente
a quienes les atañen. Salvo que los menciones directamente y los insulten
y por oídos de otros le digan que te sacaron en “aporrea” o en
“abrebrecha”
Y me refiero a reflexiones,
proposiciones, reclamos, simples sugerencias, etc.
Ocurre como con las denuncias
y peticiones de ayuda, alertas de corrupción, y tantas vainas, que
ahora leemos en los cintillos que los revolucionarios, humildes los
más, pagan y aparecen en las pantallas de nuestra revolucionaria programación
en VTV.
Insisto, debe haber un
mecanismo expedito y eficiente –como debe ser todo en nuestra revolución-,
que dé respuesta a todas estas manifestaciones de participación. Si
no, será como otra arada en el mar, pero colectiva.
¡Patria… y hoy me quedo por aquí!
edopasev@hotmail.com