El PSUV y el capitalismo

Como militante activo del PSUV sigo ejerciendo el derecho a la crítica… En el artículo anterior, “El Congreso del PSUV”, señalábamos que el mecanismo de elección de los delegados municipales no era socialista, ni revolucionario, sino capitalista. El modelo capitalista basa el proceso democrático solamente en el acto de votación. Esto, por sí sólo, no le da carácter “democrático” a un proceso electoral, aunque es lo que el capitalismo, ideológicamente, nos ha querido vender, desde siempre. 

Nuestro proceso revolucionario ha dado grandes pasos en la construcción socialista. Podemos citar varios ejemplos de ello. La democracia participativa y protagónica como respuesta socialista a la democracia representativa burguesa. Los acuerdos de integración, bajo los conceptos novedosos del ALBA, de solidaridad, de cooperación y de complementación, contrapuestos a los acuerdos capitalistas, exclusivamente comerciales. La idea antagónica del Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP), opuesta al Tratado de Libre Comercio (TLC) yanqui. Las Misiones Sociales, como estructuras administrativas, de dirección y gestión, de menor subordinación al aparato burocrático tradicional del Estado. El concepto socialista de la nueva geometría del poder. Las estructuras organizativas comunitarias como los Comités de Salud o los Consejos Comunales. Los auto – gobiernos comunales. Las Empresas de Producción Social. Las y los estudiantes de Medicina Integral Comunitaria, formados bajo una concepción no mercantilista de la medicina. La nacionalización de empresas estratégicas de servicio público (la electricidad y la telefónica) y el control de nuestras empresas básicas, energéticas y mineras. La mayor participación social en ellas. La transferencia de algunos medios de producción del sector privado a los trabajadores. En fin, en todos estos casos, el gobierno del Estado le ha transferido, gradualmente, poder al pueblo. Se han creado nuevas formas de producción y reproducción de la vida social, al igual que se han desarrollado nuevas ideas en la relación individuo – sociedad – Estado. Nuestros avances en la construcción socialista son significativos. Sin embargo, en el tema de la democracia y los procesos electorales internos, antes en el MVR y ahora en el PSUV, nos quedamos atascados…

No hay apertura, en lo electoral, hacia la participación real y efectiva del pueblo, y se frena el desarrollo de nuevos liderazgos comunitarios. Las viejas estructuras partidistas se atrincheran y simulan cambios para que todo siga igual. No hacen rendición de cuenta. Se alejan del pueblo…La clase “partidista” es también una clase social. Ellos no hacen más, quizás sin percatarse de ello, que defender intereses de clase. La respuesta socialista es la lucha de clases. Desde abajo, desde las bases. Poco a poco vendrán los cambios. Soplan los aires de Revolución. Sigamos adelante con paciencia y perseverancia… 


*Clase Media Revolucionaria

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Reinaldo Quijada


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