La mayoría
de los partidos políticos venezolanos a través de nuestra historia
han surgido como agrupaciones de personas con intereses comunes
que lejos de responder a las necesidades de las mayorías lo han hecho
para satisfacer las aspiraciones de grupos privilegiados o líderes
ávidos de poder. Fue así que se consolidaron en nuestra etapa
de democracia representativa los partidos AD y COPEI en la alternancia
del poder.
En este orden
de ideas es bueno destacar que el cambio entre Democracia Representativa
y Democracia Participativa es de tal magnitud, que significa no
un cambio de palabras sino de conceptos que sustituyen la representación
de toda una colectividad por una persona que actúa de acuerdo a su
capricho e interés personal, por la de una comunidad que discutiendo
y votando sus deseos y necesidades las transmite a las instancias correspondiente
a través de un vocero electo por la asamblea, sustituyendo así el
egoísmo de los representantes de diversos grupos sociales por el sentimiento
colectivo de aquellos, en pocas palabras, al sistema capitalista por
el sistema socialista.
En este momento
histórico de Democracia Participativa es necesaria la creación de
un partido que respalde al Presidente Chávez y a la Constitución en
el desarrollo de su proyecto bolivariano, revolucionario y socialista
y que a diferencia del MVR y los demás partidos que conformaron el
polo patriótico, se ciña a los requerimientos del proceso revolucionario;
ya que pudimos ver como las misiones nunca fueron asumidas por lo menos
en Carabobo por estos partidos, pese a los reiterados llamados hechos
por el Presidente de la República; si bien los seguidores de Chávez
que trabajamos por el éxito de estos proyectos y pertenecíamos a estas
organizaciones, lo hicimos a motus proprio y no por directrices
de estos partidos.
Es necesaria
la creación de un partido que asuma el papel histórico de ser conductor
de las masas que respaldan el proceso revolucionario y cuya estructuración
se haga de abajo hacia arriba tal como lo propone nuestro Comandante-Presidente,
para que pueda con el concurso de los Consejos Comunales hacer posible
la transferencia del poder político a las bases populares. Pero aquí
surge una gran preocupación cual es: ¿podrá diferenciarse este partido
de aquellos que hasta ayer se han formado en nuestra nación? La respuesta
afirmativa a esta interrogante dependerá de la intención y la
conciencia de las personas que aspiramos a ser militantes de esta organización.
Si queremos
crear un partido diferente tendremos que tener una conducta diferente;
ser socialista no es fácil, para quienes hemos nacido y nos hemos desarrollado
en una sociedad capitalista, tendremos que empezar por erradicar dentro
de nosotros el egoísmo que nos ha caracterizado culturalmente y hacer
que nazca al mismo tiempo la solidaridad que nos hermane con cualquier
semejante, tendremos que hacer que la humildad sin llegar a la sumisión
sustituya a esa altivez que mostramos en procura de buscar admiración
en los otros en fin debemos trabajar sin esperar más recompensa que
la satisfacción de ser útiles. En esta sencilla definición creo que
estamos detallando al hombre nuevo del que nos habló la Iglesia y nos
habla el Ché.
Para lograr
el desarrollo del Socialismo es necesaria la creación del PSUV y esto
será posible sólo si los que hoy pretendemos constituirlo estamos
dispuestos a dejar de lado el egoísmo, la individualidad, la altivez,
la falta de solidaridad y otras tantas veleidades capitalistas que promueven
al hombre individualmente por sobre otros hombres, disgregando al conjunto
social al cual pertenecen; tenemos en cambio que cultivar la solidaridad,
la hermandad, en una palabra el amor entre nosotros como predijo Jesús,para
empezar a considerarnos revolucionarios socialistas y será entonces
cuando definitivamente lo que está por morir, fenezca y lo que está
por nacer aflore dentro de nosotros como individuos, para poder transferir
este acontecimiento a toda la sociedad haciendo realidad la definición
de Antonio Gramsci.
Tenemos la obligación moral como aspirantes y futuros militantes del PSUV de ser:
- Humanistas, centrando nuestra preocupación y tomando como objetivo de nuestros proyectos el ser humano y su desarrollo integral
- Revolucionarios, teniendo como meta la transformación integral y profunda de todas las estructuras de la sociedad en función del proceso constituyente
- Bolivarianos, inspirándonos en el patriotismo real y sincero que defiende la soberanía nacional y su independencia, dentro de una concepción geopolítica de unidad de los países hermanos de Latinoamérica y buscando nuestros orígenes en el estudio de nuestra historia patria, inspirándonos en los escritos y acciones de Bolívar, las enseñanzas de su maestro Simón Rodríguez y las luchas de Ezequiel Zamora, uno de los más insignes seguidores del Libertador.
Necesario es,
que seamos capaces de autoevaluarnos de manera crítica y permanente
en cuanto a la manera de planificar, chequear y hacer diagnósticos
de las situaciones existentes, para precisar las fallas y los errores
que cometemos en nuestras actividades, determinando las causas de esos
errores en cuanto si son objetivas es decir independientes de nuestra
voluntad y conciencia o si son subjetivas y por lo tanto dependen de
nosotros mismos siendo por ello fácilmente superables.
Es el
momento de citar al Ché en su discurso El socialismo y el hombre
en Cuba, cuando dice: “En nuestro caso hemos mantenido que
nuestros hijos deben tener y carecer de lo que tienen y de lo
que carecen los hijos del hombre común; y nuestra familia debe comprenderlo
y luchar por ello. La revolución se hace a través del hombre, pero
el hombre tiene que forjar día a día su espíritu revolucionario”,
Con estas palabras el revolucionario del amor nos llama a luchar por
la inclusión de los hasta ayer marginados y excluidos y lograr de esta
manera para ellos y nosotros la mayor suma de felicidad posible como
herederos de las luchas del padre Libertador.
El PSUV no
podía concebirse como resultado de una discusión entre los partidos
existentes que apoyaban al Presidente Chávez , porque las discusiones
iban a ser tomadas por los dirigentes de estos partidos y en consecuencia
íbamos a formar un nuevo partido con los vicios de aquellos y entrabados
en una lucha por dominarse entre sí.
Inteligentemente el Presidente encuentra que la única forma de hacer
realidad una nueva organización, es sólo si se eliminan todos los
cuadros dirigentes de los partidos que admitan adherirse al proyecto
del PSUV y que sean las bases conformadas por los batallones, pelotones
y escuadras del Comando Miranda, que son en esencia las bases de estos
partidos, quienes conformen la fase inicial del PSUV.
Ya las dirigencias
de los partidos se habían encargado de hacer fracasar los intentos
del Presidente de organizar al pueblo cuando estructuró, primero los
Círculos Bolivarianos, luego las Unidades de Batalla Electoral y entonces
no podía permitir que el Comando Miranda sufriera la misma suerte.
Si analizamos la conducta de estos partidos, podemos preguntarnos: ¿Cuándo
siguieron los lineamientos presidenciales en la formación de las Misiones?
¿Cuándo acogieron como suya cualquier estrategia que organizara al
pueblo y lo preparara para la participación y el protagonismo? En su
mayoría, ni las autoridades de los partidos, ni los alcaldes, lo mismo
que los gobernadores, diputados y funcionarios públicos, hicieron
caso a las exigencias del Presidente, quizá porque consideraban que
de esta manera perdían el poder transmitido al pueblo.
En otras palabras consideraban que al trasladar el poder al pueblo,
ellos perdían su liderazgo y que a la usanza de los partidos
tradicionales de la IV República la comunicación entre el Presidente
y el pueblo debía hacerse a través de ellos; así ejercían el poder
partidista y eran al mismo tiempo los representantes de ese pueblo en
los cargos de elección popular, impidiendo la participación directa
de las bases. Como ejemplo basta citar al partido MVR de Carabobo que
durante los diez años de su existencia impidió la conformación del
Comando Municipal de Valencia, ya que éste mermaría el poder político
del Comando Regional.
A diferencia de esta dirigencia, los nuevos camaradas que formen parte
del PSUV, deben, como decía el Ché, estar llenos de grandes sentimientos
de amor y dar muestras de ello, practicando la solidaridad militante,
ya que el socialismo se caracteriza por el humanismo y la práctica
del colectivismo. Debemos aprender, si todavía no lo hacemos, a pensar
en plural y erradicar el egoísmo, ya que entre la solidaridad y el
egoísmo se concreta la lucha actual que es la misma entre la participación
y la representatividad, entre el Chavismo y la escualidez, o entre el
socialismo y el capitalismo.
Los líderes de los partidos tradicionales, incluidos los de la V República, se iban nutriendo de los votos del pueblo sin corresponder a los votantes, sin acudir al barrio a constatar las necesidades de sus electores y cada vez acentuaban su divorcio entre el poder que recibían y quienes le daban ese poder; en contra de los deseos del Presidente que exigía dar ese poder al pueblo soberano.
El poder
debe residir en el pueblo y el liderazgo colectivo expresarse a través
del vocero, quien más que un líder será
el portavoz de los mandatos de la asamblea ante las autoridades constituidas
en demanda de que estas sean cumplidas.
El presidente ha ido politizando a la sociedad y a la vez despartidizándola,
por ello es necesario aumentar el nivel de la discusión política e
ideológica en todas las instituciones y toda la sociedad. Hay que educar
en el socialismo al pueblo venezolano partiendo de la construcción
del hombre crítico que analice las causas de todos los acontecimientos
y las relaciones de causa-efecto, para determinar sus consecuencias.
Hay que inducir al ciudadano a ser el mejor, lo que no significa ser
el primero; ya que ha habido muchos primeros que no son los mejores,
aunque de los mejores si se puede acceder a los primeros.
Es imprescindible
que de inmediato nos avoquemos a la discusión de lo que queremos sea
el socialismo en el siglo XXI- prefiero llamarlo así en lugar
de socialismo del siglo XXI- ya que organismos como la Iglesia Católica,
Fedecámaras, los agonizantes partidos de la IV República y otras
Instituciones, pretenden dictar pautas en conciliábulos con el gobierno
sobre el rumbo que debe darse a la discusión; sabemos que el Presidente
no cejará en sus intenciones de que se discutan estos temas
pero debemos estar alerta ante todos estos tipos de presiones siguiendo
los lineamientos de nuestro máximo líder.
El Proceso Revolucionario Bolivariano tiene todavía una serie de debilidades que vamos a enumerar de inmediato:
- La campaña mediática alienante realizada por los medios de comunicación: T.V., Radio, Diarios y Revistas nacionales y regionales.
- La existencia de un poder judicial ineficiente y corrompido.
- El poder económico de las clases altas al servicio de la contrarrevolución.
- El ataque interesado internacional al proceso Bolivariano.
- La falta de organización e interrelaciones entre las diversas instituciones nacionales, regionales, Municipales y Parroquiales.
Todas estas debilidades, menos una , responden a causas subjetivas, es decir no dependen de nosotros, son ajenas a nuestros deseos e intenciones y la única que puede ser cambiada de inmediato por nosotros es la falta de organización y la interrelación de todos los entes organizados. Entonces surge una pregunta; ¿Cómo organizarnos? y para ello debemos:
- Conformar las estructuras necesarias para el funcionamiento orgánico de las instituciones.
- Analizar las situaciones políticas, económicas, sociales, religiosas y culturales
- Determinar las causas de los errores, para poder combatirlos y erradicarlos.
- Saber planificar, chequear y hacer diagnósticos de la situación existente en cada momento histórico ante la dinámica cambiante.
En la recién
terminada etapa de las postulaciones y elecciones de los candidatos
delegados al 1º Congreso Municipal del PSUV con mucha preocupación
hemos sido testigos, por lo menos en el estado Carabobo, de que han
resurgido las prácticas electoreras que siempre caracterizaron a los
partidos del viejo sistema representativo de la IV República amparados
en la sombra por el bureau político regional, los alcaldes y el vicepresidente
regional, propiciando tubos alimentados por la coacción y el poder
que les da, el manejo de la data electoral, las nóminas de empleados
de las instituciones que dirigen y el acoso telefónico a una muestra
compuesta por empleados pocos consistentes en sus principios ideológicos
amén de que una gran mayoría de ellos responden más al nepotismo
que a los principios técnicos que los cargos requieren para su cabal
desempeño. Esta muestra, pretenciosa de ser Revolucionaria, Bolivariana
y Socialista conforma en el estado Carabobo una porción considerable
del universo de los patrulleros del PSUV e incide ventajosamente en
los resultados de la elección de los delegados al Congreso, como resultante
de las argucias premeditadas de unos dirigentes cuyas apetencias no
disimuladas les proporciona el poder destinado al pueblo.
Pensamos que
nuestro Comandante-Presidente conoce esta situación y con las decisiones
recientes tomadas por él, de no ampliar el número de delegados
y de ampliar el tiempo de deliberaciones del Congreso hasta el mes de
marzo del presente año, está dando un golpe maestro a los Gobernadores,
Alcaldes y funcionarios del Gobierno, quienes en más de una oportunidad
han sido requeridos por él para que cumplan cabalmente con sus obligaciones
revolucionarias, evitando de esta manera que el Comandante-Presidente
quien a diario es requerido en la solución de problemas de orden nacional
e internacional, tenga que asumir tareas que a ellos corresponden.
El trabajo
del Congreso es de gran importancia por lo necesario de la creación
de un partido de la Revolución que permita el afianzamiento del proyecto
revolucionario y el tránsito hacia el Socialismo, en consecuencia requiere
del trabajo de las mejores mentes y corazones dedicados a la construcción
del partido, del militante y del Estado que queremos, que mediante un
minucioso análisis podamos comprender ¿de dónde venimos?, ¿dónde
estamos? Y ¿hacia dónde vamos? Y un cúmulo de cuestiones que se irán
debatiendo no sólo en el seno físico del Congreso sino en todos los
ámbitos del País donde se encuentre reunida una patrulla. Los delegados
tendrán la obligación de convertirse en verdaderos voceros, como hasta
ahora no lo hicieron la mayoría de los voceros de los batallones, quienes
se sentían para-autoridades del partido, para ser los portavoces del
pueblo.
Después de
todas estas consideraciones debemos reconocer que los culpables de estas
peligrosas veleidades somos todos, los unos por haber actuado más que
por tendencias, lo que podría ser aceptable después de una discusión
revolucionaria, por apetencias individuales muy alejadas del espíritu
y la esencia revolucionarios; y los más por no haber tenido la claridad
de conciencia para luchar por concretar los deseos de nuestro
Comandante-Presidente de empoderarnos y evitar que un grupo de compatriotas
que aprovechando los afectos del Presidente han ido construyendo un
liderazgo que no responde al sentir socialista o que en el camino de
la construcción del socialismo se han dejado seducir por la creencia
de que poseen un liderazgo propio, sin ninguna injerencia del líder
máximo y hasta ahora casi único de este proceso revolucionario. En
el estado Carabobo la abstención fue muy alta, cercana a un 62%
y la responsabilidad primaria recae sobre el grupo antes mencionado
que por su accionar electorero, creó un descontento mayoritario en
el seno de los patrulleros a la hora de votar, sumado al ausentismo
ya existente en las reuniones habituales de las patrullas.
Ha llegado el momento impostergable de la creación de la Escuela de Cuadros Ideológicos que nos permitan la comprensión de los hechos políticos en desarrollo, las causas que los motivan y el análisis correcto desde el punto de vista socialista de las consecuencias que de ellos se generan para sus debidas correcciones. Es necesaria la inmediata concientización de los militantes del PSUV, con la inclusión de tantos temas necesarios como:”El socialismo y su inserción en Venezuela en el siglo XXI”, “Historia y Geografía contemporáneas de Venezuela”, “El partido que queremos”, “El árbol de las tres raíces”, “El Imperialismo como fase superior del Capitalismo”, “Los Consejos Comunales y su relación con el Socialismo” y otros temas relacionados con el Proceso Revolucionario Bolivariano y paralelamente o más adelante según las necesidades del proceso la divulgación del pensamiento de nuestros héroes venezolanos, americanos y mundiales.
El tiempo perdido no es renovable, la revolución nos pide los mayores esfuerzos y no hay espacio para las vacilaciones.
¡Patria, Socialismo o Muerte! …… ¡Venceremos!
mgosios@gmail.com